martes, 12 de agosto de 2008

CUENTOS: LOS CUCHILLOS LARGOS DE VIDELA

DAMIETTA.


Una historia que se repite no es síntoma de una rebelión del destino, sino solamente la gran paradoja de que esa fábula todavía no se ha terminado.
He aquí dos historias diferentes que son sólo una, una sola mujer, un sólo lugar, cambian los años, los personajes, pero no la trama, porque siempre ha girado todo en torno a Damietta.
La primera historia es la historia de Jean François Champollion un arqueólogo francés, creador de la egiptología como una disciplina contemporánea.
A la edad de dieciséis años ya dominaba seis lenguas orientales; tres años después conseguía una plaza como profesor en el Instituto de Grenoble. En el año 1821 empezó a descifrar los jeroglíficos egipcios de la piedra de Rosetta, trabajando en los caracteres jeroglíficos y hieráticos, con lo que proporcionó la clave para comprender el antiguo egipcio.
Es en esta época cuando conoce a la responsable del giro en su andamiaje. Su nombre ha quedado en el baúl de los recuerdos, ha sido una decisión forzosa, más bien destrozada por el odio hacia ese ser que lo catapultaría en el fango de su vida. Lo único que recuerda es su descendencia forastera, no recuerda bien si era alemana u holandesa, no recuerda si la conoció o fue una desconocida, no recuerda cuándo decidió omitir para siempre de su memoria su nombre y su imagen, no recuerda si existió o fue una trágica pesadilla.
Junto al arqueólogo italiano Hipólito Rosellini, dirigió una nueva expedición científica a Egipto. En dicha expedición conoció a esta perla del Nilo, alejada del trajín mediterráneo, y exiliada en las profundidades de este dios – río.
El joven arqueólogo y la extranjera del Nilo, fueron uno, en medio de la expedición, del “descubrimiento”, este joven francés descubrió el amor, y cualquier investigación a la que fue enviado a esta zona se ha perdido, la ha dejado inconclusa.
El río Nilo surge del lago Victoria por el lugar donde se encuentran las cataratas Ripon, actualmente sumergidas, y recorre, entre paredes rocosas, sobre rápidos y cataratas, 483 km, primero en dirección noroeste y, más tarde, oeste hasta el lago Alberto.
Cuando confluye con éste el Bahr al-Ghazal (‘río de las gacelas’), se forma el Bahr al-Abyad o Nilo Blanco. Varios afluentes discurren por la región del Bahr al-Ghazal. En Jartum, el Nilo Blanco recibe las aguas del Nilo Azul o Bahr al-Azraq. Los nombres de Blanco y Azul provienen del color de las aguas en los respectivos tramos.
Es en el río Nilo Azul donde ocurre el desenlace.
- Me parece que es tiempo que dejes tus jueguitos y nos concentremos en nuestra investigación Champollion – le comentó su hasta entonces amigo Rosellini.
- Si conocieras el amor sabrías que no importa nada más Hipólito, nada más.
Damietta (en árabe Dumyat), ciudad del norte de Egipto, capital de la gobernación homónima que se halla en el delta del río Nilo. En aquella época fue la morada de estos dos investigadores y de esta damisela extranjera alemana u holandesa.
Hipólito, quien continuó prácticamente sólo con su misión de investigar esas tierras, ha descubierto algo que puede cambiar la historia o mejor dicho descubrió algo que cambió su propia historia, su anonimato, el lugar y los protagonistas.
La joven extranjera no diferenciaba el amor que le profesaba este arqueólogo francés con sus propios sentimientos. En esta especie de juego en la que se desenvolvía, era para ella natural, cambiar de mascota, como quien cambia de automóviles, marcas, ideales y otras leseras de nuestras emociones.
Me gustaría reflejar la cara del pobre arqueólogo francés cuando descubrió dos acontecimientos que lo trastocaron hasta la médula de sus nobles huesos.
Cuando se enteró de que su amigo italiano había descubierto la confirmación de que esas piedras encontradas por las tropas francesas que tenían una importante información histórica fue en Damietta, se acordó de que en el fondo de su alma él debió haber descubierto esa confirmación y no su amigo, que fue un invitado. Se reconoció débil, estúpido, cansado, el embrujo del amor lo había cegado para no darse cuenta como su amigo hacía fortuna y fama mientras él jugueteaba con la extranjera alemana u holandesa. – esto es lamentable – se decía.
El error ha sido la característica de su vida, el error lo condujo a invitar a su ya no tan amigo italiano a explorar estas tierras; el error lo hizo enamorarse como un loco de una foránea, ni siquiera era nativa, era tan extranjera como él, el error fue el que lo cegó ante la realidad para dar conciencia a lo inconsciente de su actuar.
Debido a la inaccesibilidad de las embarcaciones de hondo calado en el puerto de Damietta, la entrada y salida de mercancías se hacía en barcazas.
Frente a sus narices tuvo todo el tiempo lo que había soñado desde que se embarcó en esta travesía: la riqueza y la fama.
Las malditas piedra siempre estuvieron en Damietta, y él iluso, culpando a esta altura a la ceguera del amor como responsable de su torpeza, ya que iba tarde tras tarde a Rosetta, pues tenía la certeza de que en ese lugar encontraría las respuestas a sus aflicciones y ansias de reconocimiento.
En su interior brotaba como un manantial la necesidad de no dejar escapar este descubrimiento al mundo, de lograr por algún medio por lo menos compartir los créditos del descubrimiento con su amigo italiano.
Francia lo destrozaría cuando descubriera que la expedición que financió para que un arqueólogo francés pusiera el nombre de la patria en alto, ha sido un fracaso por una negligencia de su hombre y ha sido un triunfo para un convidado de piedra como era a esa altura ya el italiano.
Alguien dijo una vez que las sorpresas o tragedias, según la conveniencia, nunca vienen solas sino que siempre andan acompañadas.
¿Podría imaginarse la cara que debió haber colocado nuestro amigo Champollion cuando encontró a su amada extranjera con su amigo italiano en las aguas del Nilo Azul que ya parecía negro azulado por la traición?, ¿Podré imaginármela yo?
La hermosa Damietta que lo había cobijado se convirtió en un lugar de desprecio, de ira fecunda y notablemente fértil de nuestro amigo francés.
En Damietta conoció a esa mujer, hija de la traición, como la llamó tiempo después, en Damietta estaba su bendito tesoro, el motivo por el cual Francia lo mandó a ese lugar, en Damietta conoció el poder de la ceguera del amor, en Damietta conoció la traición, conoció el odio, la venganza, en Damietta conoció la muerte.
Describir el desarrollo de los acontecimientos sería una traición de mi parte a la historia ya contada de generación en generación, sería traicionar el nombre de mi amigo Champollion, sería traicionar a la historia, sería convertir lo verdadero en mentira y lo mentiroso en verdadero, es mejor abstenerse, es mejor contar lo conocido.
El arqueólogo italiano feliz con su descubrimiento, recibía de parte del dios – río, un regalo extraordinario. No solamente cosechó fama y dinero en este viaje, sino que también a una mujer, cuya belleza era paradisíaca, era una ofrenda de los dioses, era un designio de su gran suerte, de su bendito destino.
¿Qué sucedió?, ¿Qué haría con su amigo francés quien fue el responsable de llevarlo a esta empresa? La duda lo mantenía en una constante vigilia: ¿mi amistad o mi prosperidad?, Un síntoma más de la miseria humana, la indecisión.
La humanidad se caracteriza por dejar a un lado sus sentimientos y sus lazos cuando ve una puerta que inesperadamente se abre, en este caso esa abultada puerta que se abrió inesperadamente al arqueólogo italiano fue el gatillo que lo llevaría sin saber a su perdición, ¿o fue esa joven extranjera alemana u holandesa?, ¿O habrá sido Damietta?.
He aquí la historia como fue contada al mundo:
La Piedra de Rosetta esa estela de basalto negro en la que figura una inscripción que fue la clave para que se descifraran los jeroglíficos egipcios y sobre la que se cimenta la moderna egiptología. Fue descubierta por las tropas francesas en 1799 cerca de la ciudad de Rosetta, puerto en el brazo oeste del Nilo, cerca de la ciudad de Alejandría. La piedra se grabó en el año 197 a.C. y contiene un edicto en loor al rey de Egipto, Tolomeo V. Dado que la inscripción aparece en tres alfabetos distintos, el jeroglífico, el demótico y el griego, quienes lo estudiaron fueron capaces de descifrar el contenido en sus grafías jeroglífica y demótica porque lo compararon con la grafía griega. Jean François Champollion, egiptólogo francés, nuestro querido amigo, llegó en “solitario a esta conclusión”, al darse cuenta de que en los textos jeroglíficos figuraban dos cartuchos que encerraban los nombres de los soberanos, el de Cleopatra y el de Tolomeo.
De esta manera, el mayor hallazgo de Champollion consistió en descifrar la escritura jeroglífica de la piedra de Rosetta, lo que le condujo a redactar la gramática y el diccionario del antiguo egipcio.
De que las piedras estaban realmente en Damietta y no Rosetta a nadie le importa, de que fue su amigo italiano Hipólito quien encontró la confirmación a las interrogantes sobre el origen de las piedras y lo que decían a nadie le importa, que existió una mujer extranjera a nadie le importa como tampoco su nacionalidad.
Lo que importa es Damietta, la ciudad del Nilo Azul, la testigo de la historia, la ciudad que ha acallado como yo para no perecer.
Damietta no ha muerto, la ciudad es testigo de otro hecho. Tan sorprendente, tan inesperado, tan distinto de lo contado, tan realmente irreal, tan funesto, tan olvidado como la verdad de nuestro amigo Champollion.
He aquí la segunda historia de esta unidad.
La historia se basa en un hombre santo, en una eminencia, en un rey, en un luchador, en otro farsante.
La vida se basa en los farsantes y en los charlatanes. Si supieran cuantos charlatanes hay en cada ciudad, en cada país, en cada continente, en el mundo, quedaríamos asombrados por la poca cantidad de humanos que hay en la tierra.
Pero la charlatanería es un síntoma de nuestra realidad así que no debe juzgarse como un desaire, como algo indigno, si son mayoría, si tienen el poder.
Esto me lleva a contarles sobre otro damnificado por la ya tétrica Damietta, otro héroe que lo dio todo por su patria, por sus ideales, por su ambición.
Es la historia del gran rey francés y posterior santo Luis IX.
Luis IX el Santo, llamado San Luis fue rey de Francia entre 1226-1270, hijo y sucesor de Luis VIII el León.
Desde sus inicios como mandatario se notó su poca autoridad, su actitud introvertida. Su madre, Blanca de Castilla, hija del rey de Castilla, Alfonso VIII, actuó como regente durante su minoría de edad y desde 1248 hasta la muerte de ella, ocurrida en el año 1252.
Como podrán darse cuenta gran parte de su mandato fue una constante dominación de su querida madre, mientras el joven Luis que se convertía en hombre con el correr de los años iba acumulando la decepción y la pesadumbre de una vida tosca, muy alejada de la aventura y el desenfrenamiento de sus sucesores. Luis IX no era rey, no era hombre, no era santo, no era nada.
La muerte de su madre, lo condujo a su libertad, al término de su esclavitud, ahora era él el único amo y señor de Francia, a pesar de su vejez, todavía había tiempo para aventurarse por la vida y hacer realidad sus sueños.
Es una pena ver morir a las personas sin que hayan sido capaces de cumplir lo que soñaban, cuanta gente ha muerto sin lograr sus objetivos, dicen que ews mejor no soñar, porque el que sueña no vive, es una bonita historia contada por alguien que ha perdido la esperanza de ver sus sueños cumplidos, no hay que hacer oído a todo lo que escuchamos sino imagínense como estaríamos, soñar no cuesta nada, es gratis, es hermoso, es placentero aunque el verdadero placer se produce cuando nuestros sueños se convierten en realidad.
Aquí quiero dejar manifiesto algo, los sueños se convierten en realidad no por una varita mágica o por el destino, la suerte, la magia o cualquiera divinidad, los sueños se convierten en realidad cuando nos convencemos de que lo que soñamos se puede realizar, el cómo y el cuanto es secundario.
Así soñaba este rey, nuestro querido Luis IX, y ahora con el control en sus manos iba a convertir sus sueños en realidad.
Era época de cruzadas, de esas expediciones militares realizadas por los cristianos de Europa occidental, normalmente a petición del Papa, que comenzaron en 1095 y cuyo objetivo era recuperar Jerusalén y otros lugares de peregrinación en Palestina, en el territorio conocido por los cristianos como Tierra Santa, que estaban bajo control de los musulmanes.
En una de estas historias aparecen los albigenses.
Los Albigenses, eran seguidores de la herejía más importante dentro de la Iglesia católica durante la edad media. Su nombre se lo deben al pueblo de Albi, en el sur de Francia, el centro más importante de este movimiento.
Los albigenses eran fervientes seguidores del sistema maniqueísta dualístico, que durante siglos floreció en la zona del Mediterráneo. Los dualistas creían en la existencia independiente y separada de dos dioses: un dios del bien y otro del mal. Dentro de Europa occidental, los partidarios del dualismo, los cátaros (del griego katharos, que significa 'puro'), aparecieron por primera vez en el norte de Francia y en los Países Bajos a finales del siglo XI y principios del XII. Perseguidos y expulsados del norte, los predicadores cátaros se trasladaron hacia el sur, logrando tener una gran aceptación en las provincias semi-independientes del Languedoc y las áreas próximas. Fue allí donde recibieron el nombre de albigenses.
Los albigenses creían que toda la existencia se debatía entre dos dioses: el dios de la luz, la bondad y el espíritu, generalmente asociado con Jesucristo y con el Dios del Nuevo Testamento; y el dios del mal, la oscuridad y los problemas, al que identificaban con Satán y con el Dios del Antiguo Testamento. Temas sujetos a fuertes debates eran si las dos deidades ejercían el mismo poder o si las fuerzas del mal estaban subordinadas a las del bien. Por definición, cualquier asunto material, incluyendo la salud, la comida, y el mismo cuerpo humano, era perniciosa y aborrecible. Como Satán había hecho prisionera al alma en el cuerpo humano, la única esperanza para la salvación humana es la de llevar una vida buena y espiritual. Gozando de una vida buena, las personas podrían lograr liberarse de la existencia material después de su muerte. Si no se lograra llegar a la virtud durante el transcurso de la vida, el alma volvería a nacer convertida en ser humano o en animal. Los albigenses creían que Cristo era Dios, pero que durante su estancia en la tierra fue una especie de ángel con un cuerpo fantasma que adoptó la apariencia de un hombre. Sostenían que la Iglesia cristiana tradicional, con su gran cantidad de sacerdotes corruptos y su inmenso bienestar material, era la representación de Satán y que debía ser abolida.
Los seguidores de la doctrina albigense estaban divididos en dos grupos: los simplemente creyentes y los "perfectos". Los perfectos se obligaban a sí mismos a llevar vidas de un ascetismo extremo. Renunciaban a todo lo que poseían, sobreviviendo sólo con las donaciones que hacían los otros miembros de la comunidad. Tenían prohibido prestar juramentos, tener relaciones sexuales y comer carne, huevos o queso. Sólo los perfectos se podían comunicar con Dios por medio de la oración. Los simples creyentes podían aspirar a convertirse en perfectos después de un largo periodo de iniciación, seguido por el rito del consolamentum, o bautismo del Espíritu Santo por medio de la imposición de las manos. Algunos recibían este bautismo sólo estando próxima la hora de su muerte, y como un modo para asegurar su salvación, se abstenían de comer y de beber; en cierto modo cometían suicidio.
En un principio, la Iglesia cristiana trató de reconvertir a los albigenses por medios pacíficos, pero cuando fallaron todos los intentos, el Papa Inocencio III lanzó la Cruzada albigense (1209-1229) que reprimió a los seguidores de este movimiento de una forma brutal y a su paso desoló gran parte del sur de Francia. Sólo pequeños grupos de albigenses sobrevivieron en zonas muy desoladas, aunque luego fueron perseguidos por la Inquisición hasta finales del siglo XIV.
De esta cruel persecución algunos de los sobrevivientes emigraron por el mundo a tierras lejanas, lejos del alcance católico.
He aquí una mujer que sobrevivió y que se estableció en Damietta. Era una extranjera en una tierra desconocida bajo el dios – río, supuestamente lejos del alcance católico.
¡Es otra mujer extranjera en Damietta!, Son otros personajes, pero es lo mismo.
La primera ofensiva de la quinta Cruzada (1217-1221) tenía como objetivo capturar el puerto egipcio de Damietta (Dumyat), lo cual consiguió en 1219. La estrategia posterior requería un ataque contra Egipto, la toma de El Cairo y otra campaña para asegurar el control de la península del Sinaí. Sin embargo, la ejecución de esta estrategia no obtuvo todos sus objetivos. El ataque contra El Cairo se abandonó cuando los refuerzos que había prometido el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico II, no se materializaron. En agosto de 1221 los cruzados se vieron obligados a rendir Damietta a los egipcios y en septiembre el ejército cristiano se dispersó.
Uno de los logros de Luis IX fue conseguir la lealtad de las provincias conquistadas a través de una administración justa y equitativa. Bajo su mandato, el gobierno real se hizo más profesional y especializado.
Como un hombre devoto, pero más bien soñador, nuestro querido amigo Luis IX deseó coronar su carrera con una Cruzada, por lo que en 1247 marchó al Oriente Próximo. Dirigió un ataque en la ciudad de Damietta, pero los defensores musulmanes frenaron pronto su avance. Más bien y a forma de premisa diré que fue esa mujer albigense que huyó de Francia la que lo sedujo al extremo de embrujarlo.
Nuevamente la ceguera del amor, ha hecho raíces en los hombres. Esta mujer prometió amarlo si abandonaba Damietta junto a sus tropas. ¿el resultado? Abandonó esperanzado Damietta pero su amada nunca llegó.
¿Hay necesidad de mentir para sobrevivir? ¿te parece familiar el abandono de la mujer?
Desesperado y furioso por el engaño, nuestro querido rey descubre que su amada ha huido a Al – Mansurah, ciego por el odio y la traición va como un desquiciado a su encuentro.
Al-Mansurah, ciudad del noreste de Egipto, a orillas del Damietta, un brazo del delta del río Nilo, fue fundado a comienzos del siglo XIII, hasta hoy día lo más importante que ha ocurrido en sus tierras fue haber sido testigo de una célebre batalla, en 1250, en la que los musulmanes derrotaron a los cruzados e hicieron prisionero a Luis IX de Francia.
¿Habrá sido por piedad?, no lo sé, lo cierto es que nuestro rey fue liberado de su esclavitud y desterrado a su tierra.
Nuestro querido rey humillado por el fracaso de la derrota campal y del desamor, viajó entonces hacia Tierra Santa para reforzar las fortificaciones cristianas.
En 1270 nuestro rey preparó una nueva Cruzada, pero una epidemia de peste diezmó a su ejército y provocó su muerte mientras atacaba Túnez. Lo que él nunca supo fue que la dulce venganza de esta albigense fue lo que le provocó la muerte, esta mujer extranjera que viajó hasta Túnez para matar no sólo al rey sino a todo su ejército. A pesar de su intervención en las malogradas séptima y octava Cruzadas, nuestro rey fue querido y respetado por todos.
En un gran paradigma de la historia, nadie supo como este hombre que decidió convertir sus sueños en realidad fue el responsable de atribuírsele varios milagros y sanaciones.
¿Habrá sido por causa de la albigense?, ¿De donde proviene su supuesto poder curativo?, No se sabe, pero lo concreto y lo que señala la historia es que en 1297 fue canonizado. Su festividad se celebra el 25 de agosto.
Dos historias que son una, tanto Champollion como Luis IX cumplieron sus sueños, quizás no fueron fidedignos a lo que esperaban, quizás sufrieron demasiado para conseguirlos, quizás las dos mujeres extranjeras los ayudaron de alguna forma, quizás fue Damietta la responsable, quizás, quizás.


A Marlen con cariño.


































MITSUI.


A Feña Mitsui.
1

¡No te muevas! Esas simples y tan cortantes palabras bastaron para demostrar la superioridad de ese personaje por sobre su escuálido ser. La mañana se aproximaba raudamente sobre los campos níveos del invierno desolado de esa infranqueable zona, del rincón abandonado por Dios a su destino. Por primera vez podía verlo cara a cara; era extraño, después de esa presentación tan fugaz se ha quedado inmóvil, al acecho, esperando, esperándome. Mitsui no mueve ningún músculo, es uno con el ambiente. La sola presencia de este renombrado le causa terror; su sobriedad, espanto. En sus manos posee el cuerpo del delito, la razón por la cual decidió entrar en esa casa. Un aroma extraño se apodera de sus sentidos, es alucinante, tiene algo de místico. Lo mira de reojo, ha decidido esperar a que haga él la primera maniobra, él también sabía esperar, por algo era un delincuente.
Se encontraba completamente seguro de que no había nadie en la casa cuando ingresó. Su gran capacidad de planificación había sido uno de los factores que le daban su fama de élite entre los delincuentes, además de su ambición, de su libre albedrío, de su débil conciencia.
Mitsui hace un ligero movimiento, tan leve que pasaría inadvertido para el común de los hombres pero no para él, ese movimiento de impaciencia le dio una oportunidad, una esperanza, una salida, pues sabía que la impaciencia era la madre de los fracasos, por mucho que frente a él tuviera al protector y héroe del pueblo, condición que no le otorgaba, lo consideraba un charlatán, ese gesto de impaciencia en su movimiento lo delataba, tenía esperanzas de salvación.
- La próxima vez no tendrás suerte. – una voz irrumpió desde el fondo de la tierra.
Intentaba inútilmente captar esos sonidos que rompieron el silencio, pero no alcanzó a percibirlos. Esperando el desenlace, mientras la adrenalina acelera su débil corazón, inicia el mágico ritual de ponerse en posición de combate y una sorpresa mayúscula interrumpe su rutinario ritual. El protector del pueblo, el héroe del pueblo, el gran Mitsui, ha huido, ha saltado por la ventana y ha escapado como si fuera él el malhechor, ha sido todo imprevisto, su fugaz llegada mientras terminaba su trabajo, y ahora su sorprendente huida, la esperada pelea que no se ha concretado, lo mira por la ventana, ha desaparecido entre la neblina, la mañana se aproxima, una risa demoníaca rompe el silencio, ríe como nunca lo ha hecho en su vida, le llegan a doler sus costillas, se constriñe, se revuelca en el suelo, se ahoga, y ríe y ríe.
- Mitsui no es más que un charlatán – es el pensamiento que motiva su risa.



2

El Cómic o Tebeo, es una narración contada por medio de una serie de dibujos dispuestos en líneas horizontales y que se leen de izquierda a derecha.
Estos dibujos habitualmente están separados unos de otros y quedan contenidos dentro de los límites de unos cuadros rectangulares (viñetas), aunque estas viñetas no se utilicen siempre. Cuando se asocian palabras con las imágenes, aparecen dentro de la viñeta, con frecuencia en cuadros explicativos o “leyendas”, o dentro de “globos” o “bocadillos” que salen de la boca del que habla para representar una conversación; O de la cabeza, en nubes, para representar el pensamiento. El texto puede aparecer completamente separado de la imagen, e incluso puede no haber texto en absoluto. Las palabras pueden estar escritas a mano o de modo mecánico.


3

- ¡No te muevas!.
La voz se extendía por toda la amplitud de la sala, punzante, alarmante figura de una orden tan imponente. La voz es nítida, electrizante. Trata de girar en derredor para tener una panorámica más precisa del orador de semejante oratoria, como si fuera un ser disecado, como si fuera una de las tantas estatuas que adornan la plaza, como si fuera un ser inerte, ni un mísero músculo, ligamento, articulación, obedece a ese perentorio llamado nervioso que le obliga a moverse.
Se comienza el ciclo primaveral en esta parte del hemisferio. Cada año, en Septiembre encontramos a nuestras amigas florecillas resplandecer en una larga pasarela que se extiende por el universo. Ya a quedado atrás las lluvias y el viento inclemente que embarga no sólo el tiempo climático sino que también nuestra lúgubre existencia. Acaba de irse el último ¡Viva Chile! Que traen las Fiestas Patrias, las empanadas, la chicha, el asado, la cueca, las fondas, el rodeo, el volantín, el aro, aro, ya ha quedado en el olvido que otorga esta nueva ceremonia que nos anuncia el inicio de la señorita primavera. Ha cesado el sueño, es hora de volver al trabajo.
Puede sentir como hay un ser en algún punto de la sala que lo contempla, inspecciona, escudriña. A pesar de que sus músculos no atienden a su llamado, en un último esfuerzo por sobrevivencia, agudiza esas enormes orejas, que parecen verdaderas parabólicas de televisión, intentando concentrar sus impulsos en un sólo punto, una sola dirección, un sólo foco, donde estaba Mitsui. Puede sentir la respiración agitada de su cuerpo, según había escuchado entre sus amistades, se encontraba frente a un gran problema si era Mitsui quien se mantenía escondido en un punto de la habitación que a cada segundo se iba haciendo más oscura a pesar de los primeros rayos del sol que irrumpían en el exterior: si era Mitsui, las posibilidades de salvación se reducían prácticamente a la nada. Recordaba las palabras de su primo que agonizaba en una de esas clínicas de los cheques con garantía, ese rostro tan magullado por la furia demoledora de Mitsui; Se movía de un lado a otro, en un evidente estado desquiciado, lanzando al mundo palabras inconexas, soeces, tartamudeos, arcaicos sonidos de lenguas primitivas, que quebraban la sinfonía de una lluvia copiosa, que eran un complemento perfecto de una cara tan poco definida, tan desfigurada, tan monstruosa y pude escuchar, entre tantos sonidos inconexos, y ese grito desgarrador tan coherente, tan providencial, tan alarmante, ¡Fue Mitsui!, Y la desolación que me produjeron esas palabras, y el sudor que corría por mis mejillas, y el miedo que inundaba mi alma con ese puro y siniestro nombre, ¡Mitsui!, Claro que recordaba esa escena, si era Mitsui estaba prácticamente muerto.
Es necesario escapar (aunque ya se entregaba prácticamente a su destino) es necesario escapar de Mitsui. Se fue propagando esta débil concepción por cada célula, por cada átomo de su cuerpo, era momento de estar más vivo que nunca, más seguro de sus movimientos.
Una lágrima corría por sus mejillas, como todo mito urbano, recordaba la imagen de su primo, lo que se rumoreaba por los bajos fondos, las portadas de los diarios y sobre todo, la suerte que había tenido hasta ese entonces, porque en sus diez años de trabajo, ni siquiera una vez tuvo la desgracia de encontrarse con este personaje, y sin embargo ahí estaba en un lugar de la habitación; como ha podido vivir estos diez años esperando encontrarse en cualquier momento con su verdugo, con cuanto temor de ser encontrado, cuantos trabajos abandonó por presentimientos, sin saber que era por temor, porque temía a ese hombre que había transformado la justicia, y después de tanto esperar, de tanto planear, tuvo la maldita idea de sentirse libre del alcance de este súper héroe como era tratado con cada atraco. Se creyó inmune ante esta autoridad, se jactaba ante sus colegas de su suerte, y ahora en una de las tantas vueltas de la vida se encontraba sin escapatoria en sus garras.
Mitsui podía sentir el miedo en este espécimen, siempre lo había sentido, desde la primera vez que decidió ser el hombre - justicia, sus sentidos respondían plenamente a su cerebro, por eso era el mejor, siempre sabía el temor que había en ellos, siempre supo martirizarlos hasta la incertidumbre de no saber si ha sido todo un espejismo, para dar el golpe final, ¿sentía placer?, lo concreto era que cada golpe, cada sangre que corría por las calles, cada atraco le provocaba una enorme felicidad, al final de cuentas Mitsui era mas sanguinario y ruin que cualquiera de los delincuentes y asesinos, salvo que su maldad la descargaba en honor de la justicia. Su nombre está escrito en el cielo, su nombre está escrito entre los héroes, su nombre dejó de ser un rumor; ahora es una leyenda, la mejor, para un simple mortal la vida le había sonreído, y sacaba provecho de sus beneficios, un nombre que ha convertido a un mortal en un ser divino, ¿Un ángel?, ¿Un demonio?, No creía en semejantes estupideces, él era Mitsui, el hombre - justicia, la leyenda hecha hombre, un hombre digno de ser mencionado en la historia. Un hombre que no puede acabar con sus enemigos, un hombre que está oliendo su propio miedo, dicen.


4

Los artistas han desarrollado un vocabulario visual para representar los efectos sonoros; y utilizan símbolos y otros recursos gráficos con objeto de expresar una amplia variedad de elementos narrativos. Estas narraciones aparecen en forma impresa, en publicaciones periódicas específicas, también conocidas en Estados Unidos como cómics, aunque en España se ha popularizado la palabra tebeo, derivada del título de una revista infantil llamada T.B.O., y en algunos otros países de habla española se conocen como historietas. También aparecen en revistas de información general, en diarios, muchas veces en secciones especiales, y en libros.
Las secuencias de un cómic varían desde una sola hilera, habitualmente horizontal, de un diario, la “ tira cómica”, a las composiciones más complejas de viñetas de muchas páginas en lo que a veces se conoce por “novelas gráficas”. El término cómic deriva de sus orígenes cómicos, pero el humor no es un elemento definitorio, pues el medio se ocupa de asuntos tan variados como pueda hacerlo la literatura o el cine. Algunos críticos mantienen que las vidrieras, el tapiz de Bayeux, e incluso las primitivas pinturas rupestres, los jeroglíficos egipcios, los dibujos de las civilizaciones precolombinas, como el lienzo mexicano de Tlaxcala, y también la columna de Trajano, en Roma, se cuentan entre los antecesores del cómic, pero su historia se relaciona más correctamente con la de la imprenta y la caricatura. Primitivos ejemplos incluyen los grabados en madera alemanes de fines del siglo XV sobre temas religiosos, políticos y morales. En 1732, los vicios y los disparates sociales de la época fueron satirizados en Vida de una cortesana, de William Hogarth, la primera de sus ilustraciones morales sobre asuntos modernos, presentados en colecciones de grabados para ser leídos en secuencia como un relato. Su éxito fue una prueba del apetito del público inglés por las narraciones satíricas. Otros importantes desarrollos de este periodo fueron el perfeccionamiento de los bocadillos con lenguaje hablado, en especial en los dibujos de James Gillray, y la creación en 1809, por parte de Thomas Rowlandson de la serie de aventuras de un personaje dibujado, El viaje del doctor Syntax, cuyo atractivo popularizó los sombreros, pelucas y casacas de Syntax.
En 1895, Richard Felton Outcault, publica en el diario World una historieta que cubre tres cuartos de página. Su protagonista es un joven chino bajo y vivaracho, de nombre The yellow kid (El niño amarillo). Va a dar su nombre a la prensa de Hearst, "la prensa amarilla", y revolucionará el arte aún incipiente, pues es el primer personaje comercial que habla utilizando globos y que, en ocasiones, llega a dar a conocer sus monólogos internos por medio de textos impresos en su propia camisola.
Serán los Estados Unidos quienes ofrecen con el cambio de siglo el medio adecuado para que los cómics se desarrollaran como un fenómeno artístico y comercial. La creciente población, incrementada por muchos europeos inmigrantes, adoptó los cómics como una diversión barata, como un espejo de su vida, y hasta como un modo de aprendizaje del inglés para adultos y niños. Los periódicos proliferaban y sus editores estaban dispuestos a invertir en talentos creativos y tecnología de impresión para incrementar sus lectores. Las tiras cómicas, los cómics, proporcionaban ingresos extra al ser vendidas a otros periódicos por medio de cadenas de prensa, y también como juguetes y dibujos animados, y para programas de radio. Finalmente a los dibujantes con talento se les concedió plena libertad para realizar páginas enteras a todo color.


5

Así comenzó su debacle. En el rincón de una callejuela olvidada. Aguardó pacientemente a su cliente, el olor lo había traído hasta aquella zona. Pero en esa callejuela no había nadie, ninguna injusticia, nada que castigar. Se sentó entre unas tarimas que servían de basurero y esperó pacientemente a su novia injusticia que se hiciera presente en ese lugar. Mitsui se ocultó entre la basura cuando sintió la presencia de la injusticia que se acercaba hacia él. Su primera misión era observar, por ningún motivo impedir algo o involucrarse, pues él castigaba la injusticia, pero para eso necesitaba que se realizara, para castigar necesitaba de pruebas del delito, así había sido siempre y así actuaría hoy. Dicen (no hay que creer en los rumores pues estos no pasan de simples palabras que vuelan por el viento) que Mitsui lloró lágrimas de sangre cuando observó entre la basura la escena de injusticia que debía castigar. ¿Qué fue lo que vio Mitsui?, Se cuenta, que la escena era sobre su hermano que estaba abusando de una menor de edad, que la violaba, que la maltrataba, que la azotaba, que la insultaba, que se burlaba, que se escondía entre la oscuridad y el silencio de esa calle perdida de la ciudad para dar rienda suelta a sus desquiciados sueños. Otra versión cuenta la historia del amor de su vida, una niña hecha mujer de nombre olvidado para no involucrar a terceros y someterme a posibles querellas, ese amor de infancia se encontraba ahora envuelta en una escandalosa escena de libertinaje y sodomía, cuenta el murmullo, yo sólo lo escribo, que la niña–mujer–sin nombre se encontraba en un evidente estado de perturbación de la realidad, que esa noche junto con sus cuatro amigos, algunos dicen que fueron cinco, incluso hay otros que involucran que había otra mujer, incluso que ésta era su hermana, en fin, son rumores que coinciden en un punto, esa noche Sodoma resurgió de las cenizas.
Trato de imaginarme la cara del pobre Mitsui, nuestro querido hombre – justicia, al ver estos hechos aberrantes, (no sé por qué les doy carácter de verdaderos si son sólo rumores), para comprender su posterior actitud. Mitsui agazapado observa como termina de cometer la injusticia su propósito, ahora era el momento de actuar, de castigar a la mujerzuela injusticia y darle una paliza, su cuerpo no reacciona ante los débiles intentos por asomarse e ir al patíbulo, ni siquiera su voz pudo pronunciar esa pequeña oración que se había convertido en su marca registrada: ¡no te muevas!, A cuantos vio descomponerse cuando escucharon esa simple oración, pero hoy no, hoy ni siquiera esa insignificante oración le acompañaba, la podredumbre era grande en ese lugar, podía sentir cómo ese olor nauseabundo del basural era repelido por su propio olor (¿un olor lleno de ira?, ¿De miedo?, ¿De impotencia?).
La injusticia se fue y con ella sus secuaces, a pesar de haber llegado antes que ella para capturarla, fue incapaz de mover un sólo músculo, fue incapaz de detenerla cuando se fue después de haber contemplado semejante espectáculo. Esa noche la injusticia se había vengado de Mitsui, del hombre – justicia, de la leyenda hecha hombre, dicen. Descubrió que la injusticia era tan extensa que lograba alcanzarle, se sintió desnudo como Adán, lo más lamentable, peor que lo contemplado, fue darse cuenta que era un simple mortal.
Esa noche lloró amargamente.



6

En 1916, surge la primera tira diaria en Argentina, El negro Raúl, de Arturo Lanteri, y en 1921, Don Cantarino, en México. Unos años después, también en México, se haría muy famosa la tira cómica familiar titulada La familia Burrón, mientras que en España gozó de popularidad durante muchos años La familia Ulises, de Marino Benejam. Durante los años cincuenta, las tiras de aventuras serializadas se redujeron o desaparecieron por completo, y las tiras cómicas se convirtieron en chistes, surgiendo un humor ingenioso y afilado, especialmente en la fábula Pogo, de Walt Kelly, los filosóficos Peanuts (Charlie Brown y Snoopy), de Charles Schultz, la contestataria Mafalda, del argentino Quino (Joaquín Salvador Lavado), las viñetas de Jules Feiffer, y Doonesbury, de Garry Trudeau.
En contra de la creencia general, no fueron los estadounidenses, sino los japoneses quienes publicaron las primeras revistas de cómics baratas y producidas masivamente en los años veinte. Impresas por lo general en color y distribuidas cada mes, recurrían en principio a material estadounidense, pero ya en los años treinta empiezan a incluir material original y de mérito artístico. El formato tuvo tanto éxito en Japón que dio origen a la aparición de librerías especializadas exclusivamente en cómics, conocidos por manga, que continúan disfrutando, y ya a escala global, de una gran aceptación. La primera revista estadounidense de cómics apareció en 1933, regalada por un producto comercial con fines de promoción. Al año siguiente se publicó la primera revista de cómics comercial, Famous Funnies 1, que incluía reimpresiones de tiras cómicas.
Según aparecían más revistas de cómics, los editores no contaban con suficientes tiras para reimprimir y se vieron en la necesidad de producir material nuevo y barato, encargado por lo general a dibujantes muy jóvenes. Después de cinco años de rechazos, dos jóvenes de Cleveland, el guionista Jerry Siegel y el artista Joe Shuster, consiguen vender su héroe, Superman, a las páginas de Action Comics, en las que se publica por primera vez en 1938, convirtiéndose en un éxito inmediato. Este éxito de Superman hizo que surgieran numerosísimos imitadores. Cuando Estados Unidos empezó a participar en la II Guerra Mundial, la legión de superhéroes se había virtualmente apoderado de los cómics. Muchos no merecían la pena, pero unos cuantos lograron sobrevivir, como Batman, de Bob Kane y Bill Finger, seguido por La antorcha humana, Sub-Mariner, The Flash, Capitán América, que constituyeron todo un ejército propagandístico de personajes con superpoderes que luchaban contra Alemania y Japón. En 1943, un artículo de la revista Newsweek calculaba que entre niños y adultos se leían 25 millones de revistas de cómics mensualmente. Hacia 1950, la cifra se había doblado a 50 millones, alcanzando la cima en 1954 cuando se publicaban 150 millones al mes.
Durante la guerra, en Alemania no hubo cómics porque Hitler los despreciaba, pero los italianos lanzaron a Romano el Legionario y, sobre todo, a Dick Fulmine, que fue muy popular en los países de habla española con el nombre de Juan Centella. Por su parte en Japón, contaban, entre otros muchos, con Norakuro.



7

Mitsui nunca más volvió a ser el mismo. Al comienzo pensó que podía superar esta especie de trauma en la que había caído y que le carcomía su conciencia a cada instante, intentó seguir viviendo, seguir adelante, seguir siendo Mitsui, seguir siendo el hombre – justicia, seguir siendo la leyenda, pero no pudo, la estocada de la injusticia fue demasiado profunda. Podía oler las injusticias, pero era incapaz de castigarla, poco a poco se fue convirtiendo en una escuálida figura que iba a contemplar como la injusticia hacía sus travesuras y él sólo observaba.
¿Pero por qué sólo contemplaba? ¿Se había convertido en un cobarde?
No, no era cobarde. Al comienzo, claro, tenía miedo. Después fue frustración. No es que no le importara lo que contemplaba, Mitsui ya no era el mismo. El miedo se había convertido en duda y la duda mata, te sumerge en el mundo de las tinieblas, de las reflexiones que te hacen destapar una verdad que ha permanecido tan bien oculta, que no queremos destaparla porque nos beneficia. Llegó a un punto sin salida. Un punto del cual no pudo salir nunca más. La ciudad estaba conmocionada, ¿qué le había pasado al gran Mitsui?, ¿Dónde se encontraba?, ¿Por qué dejaba en la impunidad los delitos que castigaba?. La ciudad necesitaba de una solución, Mitsui, ya no servía, no funcionaba, estaba prácticamente muerto. Estas cosas pasan. A cada instante. Es solo de observar y ni siquiera detenidamente. Somos utilizados, nos exprimen, nos sacan el jugo, y después cuando ya no funcionamos nos abandonan, nos tiran como a un perro muerto a la basura del pasado que se vive en el presente. La ciudad encontró de uno u otro medio la salida a estos problemas que le ocasionaba la mujerzuela. El nombre de Mitsui debía ser olvidado, el hombre – justicia debía ser enterrado. Y un día llegó con Había una sola esperanza, volver a ser quien era.
¿Y quién era antes? ¿Y quién era ahora?
La esperanza se esfumaba más rápidamente que su simple elaboración, Mitsui ha dejado de ser lo que era porque nunca fue lo que él creyó ser. Yo no puedo decirles cómo era. Ha esta altura supongo que se habrán dado cuenta de que lo conocía. Mitsui encontró una respuesta a esa pregunta que lo atormentaba tanto desde aquel día ¿Quién soy?, Y el viento que pudo observar mientras transitaba rumbo a su destino pudo darse cuenta de que la respuesta fue una verdadera bomba atómica, las nubes blancas se tornaron negras, a su lado la lluvia copiosa que le daban era la manera en que las nubes demostraban su pesadumbre. Los rumores fueron traídos por el viento. A su aislada pieza llegó el rumor de que la ciudad estaba disconforme con su proceder, que lo buscaban, buscaban explicaciones, buscaban a otra persona que le reemplazara, porque a él la ciudad lo daba por muerto.
- ¿Y porqué ha tirado esa lluvia no ve que ensucia con barro mi ya sucia alma, señora nube?
- Sí, ya veo que te has convertido en barro. No me culpes a mí ha sido todo obra de la injusticia.
No. Nube. Todavía no soy barro. Una energía que no sentía desde hace tanto tiempo se ha apoderado de su mente. Jamás se llegó a conocer la verdad. A la ciudad poco le importaba conocerla. Las nubes fueron testigo de su proceder. En un último esfuerzo Mitsui va tras la mujerzuela. El rumor corre por el viento. Las aves del cielo cantan jubilosas por el próximo encuentro. Mitsui va tras la mujerzuela. Se gritaban. La mujerzuela ha escuchado el rumor, el querido viento se lo ha traído mientras circulaba. La mujerzuela jamás ha rechazado un duelo y menos con uno de sus enemigos. Dicen que estuvo parada en el lugar del combate varios días, y varias noches, pero Mitsui nunca llegó, ¿había desaparecido?, ¿había muerto?.
- ¡Es una lástima! – dijo la injusticia al viento – no debí haber castigado tan duramente a Mitsui, ya no tengo ahora con quien divertirme.
Se cansó de esperar, ¿Habré cometido una injusticia con él?. No esperó a que le contestara el viento. Suspiró profundamente, una leve lágrima caía por su mejilla. Era hora de seguir viviendo y eso hizo la mujerzuela. Otra injusticia de la vida.



8

Los "superhéroes" declinaron con el final de la guerra y ocuparon su lugar otros géneros, desde animales basados en dibujos animados, a historias del Oeste, la jungla, crímenes, romances y terror.
Muchas de las empresas, debido a ellos, tuvieron que cerrar. Aunque limitados por los códigos de censura y la competencia de la televisión, algunos editores consiguieron revivir en los años sesenta. Un caso destacado fue el de Marvel Comics, con el guionista Stan Lee, y los dibujantes Jack Kirby y Steve Ditkon, que concibieron un universo interconectado de héroes trágicos como Los cuatro fantásticos, Spiderman, Doctor Extraño y Silver Surfer —en español Estela plateada— cuyos poderes sólo les creaban problemas. A partir de entonces, el género de los superhéroes ha dominado la industria del cómic y el estilo impulsado por Marvel se ha impuesto.
Durante estos años también florecieron los coleccionistas que se organizaron y publicaron revistas, o "fanzines", celebraron convenciones, establecieron premios y contribuyeron a que se abrieran tiendas especializadas que en la actualidad son las que realizan el mayor número de ventas.
El cómic ha adquirido un estatuto de producto cultural a partir de los años sesenta. Artistas como el italiano Guido Crepax, el francés Philippe Druillet, el japonés Shinji Nagashima, el filipino Alex Niño, el estadounidense Art Spiegelman, el español Enric Sió, o el chileno - mexicano Alejandro Jodorovski, entre otros muchos, desarrollaron historias para adultos de indudable calidad gráfica y literaria. Sus personajes han pasado a formar parte del acervo cultural y resultan tan conocidos como sus contrapartidas literarias o cinematográficas. Por su parte continúan publicándose infinidad de revistas y se editan novelas gráficas que, en ocasiones, superan en calidad, a los textos literarios en que se basan.



9

Así termina la historia de Mitsui, hay muchas cosas que son mejores que permanezcan en las tinieblas. Es, ante todo, la ley de la existencia. Ha sido una traición de mi parte haber contado al mundo esta historia, una historia que debería estar olvidado ya entre los fósiles del mar de los malos recuerdos. Aquellos que lo conocieron, que escucharon su historia, les pido silencio, dejen que descanse eternamente. Si hay alguno que posee alguna fotografía suya, si es que aún quedan, les pido que la quemen o la tiren a la basura. Y solamente así el mito urbano permanecerá en eso, en un mito. Me he dado cuenta del grave error que he cometido al contarles esta historia, es un error imperdonable.
Mitsui merece ser recordaba por lo que fue, un hombre – justicia, pero más que todo por el mito que ha girado en torno a su figura. Esos rumores que se han convertido en leyenda, como él lo fue en su mejor época, ahora se han convertido en un mito urbano.
Resucitar a Mitsui, dándole vida con mi relato, ha sido su muerte. Y en algún rincón del espacio sé que me está observando y puede ver como he cometido una injusticia con su nombre. Puedo sentir como llora, como me desprecia. ¿Pero es a mí?. Prefiero creer que he sido sólo un instrumento de la injusticia. He sido engañado por la mujerzuela. Como fue engañado Mitsui, tantas veces, si les contara, pobre Mitsui, el hombre – justicia que ha vivido rodeado de la mujerzuela, que ese olor podredumbre, que todos esos sentimientos, no eran más que un reflejo de lo que era, un instrumento más de la injusticia. El error ya está cometido, he sido engañado yo, ha sido engañado Mitsui, han sido engañados ustedes.
Mi nombre es Mitsui. Un personaje de cómic que ha muerto.








































OCHO INMORTALES.



El espacio permanece, la historia cambia y el tiempo acelera ( y sin embargo nuestro protagonista ha existido a cada momento y circunstancia del espacio, la historia y el tiempo) ¿Algo en común?, La vida de Jo Ta Seong. La casualidad de la vida trajo a mi camino a esta sombra errante, podría decirse que soy un afortunado, en su mirada encuentro la desolación que hay en el que todo lo ha visto, para ser lo más honesto no tenía nada de extraordinario, lo extraordinario era conocerlo.
Jo Ta Seong es un Xian, o mejor dicho, Jo Ta Seong es uno de los ocho inmortales.
Xian o los inmortales dentro del taoísmo y de la religión china, fueron los hombres que ganaron la vida eterna y consiguieron poderes divinos gracias a prácticas rituales y alquímicas. A través de las generaciones se han dedicado a buscar elixires de la vida y a practicar ritos que, según se cree, garantizaban la inmortalidad. La tradición habla de tres tipos de inmortales. De mayor a menor importancia, son: los tianshen (inmortales del cielo), quienes pueden volar; los dishen (inmortales terrenos), que habitan en las montañas y bosques; y los shijieshen (inmortales sin cuerpo), simples espíritus que han abandonado la encarnadura mortal. Los más famosos, como es el caso de los Ocho inmortales, figuran en un lugar destacado en el panteón de las divinidades taoístas.
Tras acomodarlo en la pieza que uso para guardar toda la basura y chuchería que no quiero botar, puedo detener el tiempo y mi vida para escuchar su versión, su mundo, su vida. (Aunque tengo el temor de que sus revelaciones no llenen mis expectativas y me desilusione); Jo Ta Seong, uno de los inmortales, no era más alto que este mortal ni más hermoso que un hombre común y corriente, no sé por qué le atribuimos características hermosas a los dioses si ni siquiera los conocemos, Jo Ta Seong me ha demostrado que es tan humano como cualquiera de nosotros.
A lo largo del tiempo que me ha sobrado después de su partida, he llegado a varias conclusiones con respecto a este personaje: la principal es que la vida de los inmortales es un precipicio que no tiene fondo, es un eterno abismo, una noche en tinieblas perpetuamente evidente en la soledad de su existencia. Jo Ta Seong era infeliz; me sentí acongojado por su vida; reflexioné hasta extrañar las injusticias de mi propia existencia que me convierte en una persona más feliz que Jo Ta Seong.
Y estaba por añorar que las desgracias cayeran sobre mí para aminorar un poco la gran distancia que tenía con mi camarada. Él me veía y suspiraba – a veces pienso que habría dado cualquier cosa por tener mi vida – pude ver como la desazón lo acompañaba, sentado en el viejo sillón que debiera estar en un basural, imagino las miles de aventuras que debe tener, no logro percibir ninguna muestra de entusiasmo. ¿Habrá visto mi desilusión?. Lo concreto es que Jo Ta Seong habló y su voz arrancó el alma.
Los Ocho inmortales viven en la paradisíaca y mítica isla de Penglai Shan, y se les supone capaces de cruzar por sí solos la llamada 'agua débil', que no resiste el peso de los barcos. Eran humanos de nacimiento que se convirtieron en inmortales (xian) merced a los ritos del Taoísmo. Son y se les representa del siguiente modo: (1) Zhongli Quan, como un ermitaño con abanico de plumas; (2) Zhangguo Lao, como un anciano que monta en un burro blanco y porta un caballo de papel; (3) Lu Dongbin, como un guerrero con espada; (4) Cao Guojiu, como un cortesano que lleva una tabla de escritura; (5) Li Tieguai, como un lisiado que gasta muleta de acero y posee una medicina elaborada con calabaza; (6) Han Xiangzi, como un jardinero con su cesta de flores; (7) Lan Caihe, como un hermafrodita que tañe el laúd, y (8) He Xiangu, como una joven que sostiene en sus manos una flor de loto.
Jo Ta Seong es su nombre humano. Él es en definitiva aquel ermitaño con abanicos de pluma.
Es realmente extraño, pensé, no podía concebir como una divinidad era incapaz de disfrutar con semejante regalo dado por otro ser supremo. El tema de la inmortalidad, un gran campo impenetrable y encerrado para la sabiduría humana, me imagino ese don, y debido a eso no entiendo a Jo Ta Seong. No logro entender como este inmortal ha abandonado su isla y su inmortalidad.
Quizá debido a este estado de ánimo tan especial, es que me sumerjo en el mundo de la intriga y de la libertad que te ofrece la duda. Si es verídica la historia de ese anciano, tan moribundo, tan mortal, entonces no había otra vuelta que darle, si Jo Ta Seong ya no era un inmortal, feliz daría mi alma por ocupar su puesto.
Pero, ¿por dónde empezar?, Lamentablemente mi amigo Jo Ta Seong, como el ermitaño inmortal que era, ha desaparecido en un largo silencio, un silencio que es su forma de disponerse ante una muerte que se aproxima. Siempre es lo mismo. Cada vez que veo que una ventana se abre, rápidamente viene alguien a cerrarla, era imposible mantener con vida a ese anciano, pienso que la muerte no le iba a dar pie a un arrepentimiento y se lo ha llevado más pronto de lo que esperaba. Maldije a la muerte y su mortalidad, maldije a Jo Ta Seong por no haberlo conocido antes, maldije mi suerte, maldije a todo lo que se movieran en mi metro cuadrado. ¿Quizá la ventana no había sido cerrada? Es raro, pero fue maravilloso darme cuenta que a pesar de su muerte la idea de la inmortalidad no se había escapado con su partida. La pude ver, tan clara, tan viva, tan espiritual. Sólo era cuestión de tiempo y paciencia. Daba lo mismo esperar unos años, por una eternidad sin fin.
Lo primero que hice fue concentrar todas mis fuerzas en mi propósito. Renuncié al trabajo y a todo lo que me esclavizaba, entre ellos mis padres, mis amigos, mi esposa y mi hijo, vendí la casa y todas las cosas innecesarias para tener el dinero suficiente para mi travesía. Los siguientes cuatro años me los pasé como una rata de biblioteca, escudriñando los más diversos libros, revistas, archivos, y otras fuentes que me acercaran a los ocho inmortales, y en definitiva a mi resurrección eterna. Debo confesar que no obtuve muy buenos dividendos de esta extenuante búsqueda, algunos datos, una que otra cosa que servía pero la gran mayoría de ellas eran sólo palabras y palabras. Es por eso que mi búsqueda duró cuatro años, con la esperanza de encontrar un nuevo material, algo que ampliara mi ya vasta sabiduría adquirida en este intervalo. La desilusión de no encontrar más información me dio el impulso para abandonar la teoría que todavía habría estado ejerciendo, y llevar mi plan a la práctica.
Dentro de lo más rescatable que pudo encontrar en los libros puedo señalar las siguientes cosas:
1) con respecto al taoísmo: “... sistema religioso y filosófico chino, que data del siglo IV a.C. Las creencias filosóficas y místicas esenciales taoístas se encuentran en el Tao Tê-King (o Daodejing, Libro de la Vía y de la Virtud), un texto que data del siglo III a.C. atribuido a la figura histórica de Lao-tsé, y en el Zhuangzi, un libro de parábolas y alegorías que también data del siglo III a.C., pero atribuido al filósofo Zuang-zi. El taoísmo mantiene que el individuo debe ignorar los dictados de la sociedad y solo ha de someterse a la pauta subyacente del Universo, el Tao (Camino), que no puede ni describirse con palabras ni concebirse con el pensamiento. Para estar de acuerdo con el Tao, uno tiene que “hacer nada” (wu-wei), es decir, nada forzado, artificial o no natural. A través de la obediencia espontánea a los impulsos de la esencia natural propia de cada uno y al despojarse a sí mismo de doctrinas y conocimientos, se alcanza la unidad con el Tao y de ello deriva un poder místico (Tô). Este poder permite trascender todas las distinciones mundanas, incluso la distinción entre la vida y la muerte. Junto al taoísmo filosófico y místico, el taoísmo también se desarrolló en el ámbito popular como un culto en el que la inmortalidad se buscaba a través de la magia y el uso de diferentes elíxires. La experimentación en alquimia abrió el camino para el desarrollo, entre los siglos III y VI, de diversos cultos basados en la higiene que pretendían prolongar la vida. Esto evolucionó a un sistema general de higiene, todavía en práctica, que hace hincapié en la respiración regular y en la concentración para evitar la enfermedad y contribuir a la longevidad... “
2) con respecto a uno de los libros sagrados el Zuang-zi o Zhuangzi: “... Pensador de la antigua filosofía china de importancia decisiva para el taoísmo. Fue un oficial de rango menor en el Estado de Meng, en la provincia actual de Henan, y pudo haber empezado como discípulo del dialéctico Hui Shi, a quien él citaba con frecuencia. El famoso libro que lleva su nombre es una compilación viciada; la obra personal de Zuang-zi se confundía con la de sus seguidores y las de otras escuelas y comentarios posteriores. Las enseñanzas auténticas de Zuang-zi revelan un pensador dinámico que utilizaba parábolas e imágenes más que argumentos, mostrando una imaginación poética brillante. Censura la lógica rígida, cuyas distinciones artificiales sólo oscurecen el camino (dao) del Universo. Su ideal es la técnica incomunicable, muda, de los artesanos y de los obreros manuales como Cook Ding, quien sin esforzarse puede desmembrar un buey. El desdén místico de los valores convencionales incluye una audacia absoluta ante la muerte, que él acoge con éxtasis; paradójicamente, el taoísmo posterior se inspiró en la metáfora sobre la xian inmortal de Zuang-zi para acometer la búsqueda infructuosa de la inmortalidad física... “
3) con respecto a la famosa Isla de Penglai Shan (lugar en el que vivirían los ocho inmortales): “... En la religión china, isla montañosa del mar Oriental, hogar de los Ocho inmortales benditos (xian). El mito tal vez proviene de Japón, Sumatra o alguna otra isla alejada del continente. Se realizaron varias expediciones históricas que pretendieron localizar la isla y su fracaso alimentó la leyenda de que las aguas que rodeaban Penglai Shan eran 'débiles' y, por tanto, no aptas para la navegación. Se creía que de las fuentes de Penglai Shan, cuyas representaciones en la pintura, escultura y arquitectura chinas son abundantes, emanaba la inmortalidad y que sus casas estaban hechas de oro y plata...”
Sin más demoras emprende el largo peregrinaje rumbo a esta isla desconocida y rumbo a la inmortalidad.
A su lado podía divisar como la vida seguía su marcha, tan rápidamente como si estuviese apurada. Y esta visión contrajo su espíritu. Alguien hacía señales, era evidente que una silueta se acercaba a su encuentro, lo llamaba, pedía que se detuviera... Él, tan inmutable, sin dejar tiempo a despedidas y dudas, iza velas y deja que el mar lo guíe a su destino. Nunca supo que ese alguien era Jo Ta Seong.
Varios días no divisó más que agua por donde mirara. A esta altura narrar en qué mar de los siete mares se encontraba era como intentar describir que es lo que pasaba por su mente. Ni los vientos huracanados, ni las grandes olas, ni los años de agua detuvieron su andar, sólo en su camino, la idea incrustada en su cerebro operaba sin vacilaciones sobre su conciencia y sus movimientos. Cada día estoy más cerca, pensaba y eso le daba nuevas fuerzas para seguir avanzando.
Otra ciudad. Tan idéntica a la anterior, y dos, cinco, diez, treinta ciudades iguales a esa, en ninguna de ellas conocían la isla tan añorada. Sólo servían para descansar un par de semanas, comprar víveres y seguir avanzando por el desierto fluido, esperando un tren que partiera, un barco que lo condujera, alguien que lo llevara al encuentro con los inmortales. Un muchachito trató de ayudarlo dándole información útil para su búsqueda, es increíble como la fuerza de voluntad rompe cualquier problema lingüístico, sin entenderse, los dos se ayudaron.
¿Cuántos años han pasado desde que partió lleno de esperanzas y sueños?, Hace tanto tiempo que se ha olvidado de esos recuerdos, ha olvidado todo lo innecesario, lo ha extirpado de su cuerpo como si fuera una cosa maligna. Sólo la voz y los pocos recuerdos de Jo Ta Seong, permanecen en su memoria. Todo el resto era su plan, sus sueños, sus ideas, su esperanza. Era un hombre que ha dejado de vivir. Algún filósofo podrá decir que se está convirtiendo en un ermitaño, que ha dejado de ser mortal porque no vive, cosa paradójica, como el resto de los mortales: poco a poco, sin ser consciente de ello, se ha convertido en una especie de ser inmortal.
Sin decir palabra, el muchachito le muestra un mapa, indicando con su mugriento y flacucho dedo una isla. Ambos se miran. El muchachito pudo ver unos ojos llenos de agradecimiento que le miraban.
Al crecer el temor de la duda, la esperanza le ha recobrado la vida que empezaba a irse de su cuerpo. Dedujo que estaba en un punto paralelo, según el mapa, al lugar en donde se encontraba esta isla con sus inmortales, con el cumplimiento de sus sueños, y esa idea rejuveneció al anciano que padecía por la duda.
Al parecer ese punto, esa distancia en paralelo, se acrecentaba a cada instante.
Pasaron los días, las semanas, los meses, los años... En el mundo había guerras, tratados de paz, más guerras, más tratados de paz, gente que nace, gente que muere, y él sólo encontraba agua y más agua en su camino. Y la duda se apoderó de él de manera definitiva, un miserable respeto humano, anciano, ya sin fuerzas, lleno de dudas, envuelto en tinieblas.
¡Es el precio de la inmortalidad!.
Nadie sabe cuanto tiempo continuó debatiéndose entre sus quiméricos sueños y esta realidad tan aplastadora. Cada día, a cada segundo, en cada momento, el anciano se dio cuenta de su inmortalidad. Pudo ver por primera vez el mundo desde la otra perspectiva, a su lado pasaba el tiempo, se ampliaba la historia, se modificaba el espacio, a su lado en estos momentos había vida, felicidad, tristeza, ira, muerte, placer, dolor, alegría, y todos los elementos que constituyen nuestra existencia.
Las olas del mar poco a poco comenzaron a ser más evidentes. Nunca se supo cómo ni por qué, si había dejado de navegar hace varios días, llegaba a esa isla que ese niño apuntaba con ese insignificante y raquítico dedo.
El estremezón que le produjo el llegar a tierra firme, lo sacó de su hechizo de reflexión en el que se encontraba. Sus ojos vieron tierra después de tantos años. Debería haber saltado de la barca, debería haber corrido por la playa en busca de algún semejante, de algún inmortal. Debería haber gritado de júbilo. Por fin había llegado a la meta. A pesar de todos los años que derivó en el mar, a pesar de la duda, a pesar de los cuatro años infructuosos en la biblioteca, ahora se encontraba en la isla que había soñado conocer, habían pasado tantos años, había envejecido tanto, que impidió saltar de la barca, correr por la playa y gritar a los cuatro vientos, solamente bajó, pesadamente, casi sin fuerzas, se acerca a la sombra de un árbol y se sienta. Puede ver como las olas rompen contra un acantilado, no habían gritos sólo un débil llanto que corría por su mejilla.
¿Qué sucedió?, ¿Se había equivocado de isla?. Solamente había descubierto el precio de la inmortalidad y lo que encontró lo derrumbó en un largo silencio.
- Jo Ta Seong – dijo – maldigo el día en que te cruzaste en mi camino.




A Jota.








READY – MADE.



En uno de los tantos viajes a la Biblioteca (del campus de Pedralbes), encontré un término interesante que me ha estado dando vueltas en la cabeza en intervalos irregulares. Debo señalar que este encuentro fue totalmente sorpresivo, ya que no lo andaba buscando (ni siquiera sabía de su existencia), es una revelación que ha modificado mi filosofía; lo que andaba buscando ya no importaba, solamente tenía cabeza para mi nuevo descubrimiento.
Ready-made, es el nombre del término que he encontrado, es el término con que se designa a un objeto cotidiano convertido en obra de arte por la magia de la voluntad del artista.
No sé por qué motivos mi mente asoció este término con una persona que conocí hace tanto tiempo, en aquella época de decisiones, de sueños, de vida.
Mi memoria es frágil, han pasado demasiados años y los recuerdos de ella se vuelven añejos, yo diría más bien vacuos, pero ahí está la maldita idea, este término me recuerda a una persona que ni siquiera yo recuerdo bien del todo. Creo tener la certeza que escudriñando más sobre este tema podré recordarla y saber por qué mi memoria le ha dado vida.
Lo que encontré sorpresivamente fue esto: “... Hace bastante tiempo, el surrealista francés André Breton definió a los ready-made como “objetos prefabricados elevados a la categoría de obra de arte por deseo del artista”. Para ser más preciso, Marcel Duchamp es el primero en designar con este nombre a un grupo de obras creadas por él entre 1913 y 1921. Para ello eligió objetos contemporáneos fabricados en serie y los expuso con una intención estética y provocadora. Entre sus ready-made célebres cabe citar la Rueda de bicicleta (1913), colocada sobre un taburete, así como la legendaria Fuente (1917): un urinario de cerámica esmaltada firmado como R. Mutt, nombre de un fabricante de sanitarios neoyorquino. El irreverente retrato con bigotes de La Gioconda, el célebre cuadro de Leonardo da Vinci, inscribió a Duchamp en el movimiento surrealista, retrato que tuve la oportunidad de apreciar.
Un amigo de Duchamp, Man Ray, tomó durante algún tiempo un camino similar alterando la función original de los objetos o creando versiones insólitas. En 1921 presentó su célebre obra Regalo, una plancha erizada de clavos. Las realizaciones de estos dos artistas encantaron a los dadaístas y después a los surrealistas, aunque el concepto de desfiguración de la obra de arte subyacente no será verdaderamente definido hasta la década de 1950 por Robert Rauschenberg, Jasper Johns y Andy Warhol. Durante la década de 1980 la tradición de los ready-made resurgió en las obras de algunos jóvenes creadores estadounidenses y principalmente en Jeff Koons. Su radical rechazo de las nociones tradicionales del arte convirtió a los ready-made de Marcel Duchamp en obras clave que marcaron profundamente el arte del siglo XX...”
Imaginemos, algún punto de concordancia entre lo que encontré en ese libro y esta persona, ilógico pensar en alguien sin recordar su nombre, cabe la posibilidad de que sea una jugarreta de mi ya extinta memoria, sin embargo, es demasiado fuerte la sensación que me produce la sombra de esta persona (por lo tanto niego tajantemente una jugarreta de mi memoria), insistiendo en el hecho de seguir investigando sobre este término que resolverá el mágico enigma que he fabricado.
El término ready-made me ha llevado a descubrir que en unos viejos apuntes de mis épocas doradas de estudiante, allá por Barcelona, tengo algunos antecedentes que estaban prácticamente olvidados, un cuaderno rojo que dice apuntes de surrealismo y dadaísmo, poco a poco vienen a mi memoria los recuerdos de aquellos viejos momentos. Olvidar mi llegada a Barcelona es imposible, un joven tímido, literato y más encima chileno, llegaba a una de las cúspides del mundo intelectual, es imposible olvidar las tardes de juerga recorriendo Montjuïc, Llobregat, Trinitat Vella, Trinitat Nova, Torre Baró y Verneda, imposible olvidar el día en que mis ojos vieron La Sagrada Familia y tal vez es imposible en este cuaderno no encontrar algo que me acerque a destapar la sombra de esta persona.
Llevo dos semanas que no he ido al campus de Pedralbes, día y noche he concentrado todas mis fuerzas en este cuaderno rojo, creo haber encontrado algo importante que me puede ayudar a sacar de las tinieblas a esta persona.
“... El dadaísmo es un movimiento que abarca todos los géneros artísticos y es la expresión de una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después. Se dice que el término dada (palabra francesa que significa caballito de juguete) fue elegido por el editor, ensayista y poeta rumano Tristan Tzara, al abrir al azar un diccionario en una de las reuniones que el grupo celebraba en el cabaret Voltaire de Zurich. El movimiento Dadá fue fundado en 1916 por Tzara, el escritor alemán Hugo Ball, el artista alsaciano Jean Arp y otros intelectuales que vivían en Zurich (Suiza), al mismo tiempo que se producía en Nueva York una revolución contra el arte convencional liderada por Man Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia. En París inspiraría más tarde el surrealismo. Tras la Primera Guerra Mundial el movimiento se extendió hacia Alemania y muchos de los integrantes del grupo de Zurich se unieron a los dadaístas franceses de París. En 1922 el grupo de París se desintegró.
Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación, los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos establecidos. Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos, como la inclusión del azar para determinar los elementos de las obras. El pintor y escritor alemán Kurt Schwitters destacó por sus collages realizados con papel usado y otros materiales similares. El artista francés Marcel Duchamp expuso como obras de arte productos comerciales corrientes —un secador de botellas y un urinario— a los que denominó ready-made. Aunque los dadaístas utilizaron técnicas revolucionarias, sus ideas contra las normas se basaban en una profunda creencia, derivada de la tradición romántica, en la bondad intrínseca de la humanidad cuando no ha sido corrompida por la sociedad.
Como movimiento, el Dadá decayó en la década de 1920 y algunos de sus miembros se convirtieron en figuras destacadas de otros movimientos artísticos modernos, especialmente del surrealismo. A mitad de la década de 1950 volvió a surgir en Nueva York cierto interés por el Dadá entre los compositores, escritores y artistas, que produjeron obras de características similares...”
El cielo se ha despejado, las sombras que han envuelto a esta persona se han ido, mi memoria no me ha fallado como siempre lo supe, esta persona tiene nombre, historia, vida; recordar su nombre sería traer a mi memoria todos los recuerdos del pasado, desde la muerte de mi abuela, mis estudios en la Católica de Concepción, mis primeros cuentos, versos, mi viaje a Barcelona, un viaje de ida solamente. Sin embargo, al reconocer a esta persona, no puedo dejar de asociar su nombre a mi término encontrado. He dado mil vueltas al asunto; juego de palabras, deducción, inducción, corazonadas, análisis metódico, lluvia de ideas, pero el resultado es el mismo, existe una incompatibilidad entre estos dos puntos que impiden trazar la línea recta. La vida debe seguir, ya estoy en mi etapa postrera, no tengo tiempo para seguir con estos jueguitos de estrategia. Me esperan mis alumnos, los viajes al Camp Nou a gritar por el Barça, la edición de un nuevo libro de cuentos que estoy terminando, en fin, hasta la muerte debe colocarse a la fila.
Es un sueño tan real que lo ha dejado sin aliento. Barcelona descansa bajo la lluvia de enero, y sin embargo este escritor no encuentra reposo para su alma.
Ready-made, es el nombre del término que he encontrado, es el término con que se designa a un objeto cotidiano convertido en obra de arte por la magia de la voluntad del artista. Ese es el primer punto de la línea, un punto que habla sobre la nueva valoración de los objetos, la reinvención de lo cotidiano.
Las sombras que han sido evaporadas para vislumbrar a esta persona no son el segundo punto, son sólo el punto que lo lleva a encontrar este segundo punto. La mujer, es un recuerdo, es una vida, es un antes.
El sueño es tan revelador, tan preciso, tan exacto. El segundo punto que forma la línea recta con el ready-made, es él. El descubrimiento de la mujer sólo fue un avizor que trajo a la memoria la vida que tenía antes de viajar a Barcelona. El primer punto que se conectaba con él era la vida que tenía estando ya en Barcelona, en definitiva el ready-made, no era otra cosa que él mismo, la reinversión de un objeto cotidiano convertido por ayuda de un artista, en este caso él mismo, en una obra de arte.
Eran las cuatro de la mañana de un día cinco de enero de un año ya olvidado, con 76 años a cuesta y un prestigio ganado con demasiado esfuerzo.
Toma su móvil y disca un número.
- Aeropuerto del Prat, buenas noches...
- Buenas Noches... Necesito saber cuando hay un vuelo rumbo a Santiago de Chile.
- Un vuelo 807 de Iberia sale hoy día a las 17:00 hrs. ¿Desea reservar pasajes?
- Sí señorita
- ¿Ida y vuelta?
- No, solamente Ida.
No había tiempo que perder, debía hacer las maletas, una carta de renuncia y agradecimiento a la Universidad, y en fin otros pequeños trámites.
Jamás había deseado que llegara el día con tantas ansias, ya pensaba en su regreso a Chile: “... Lo primero que haré es averiguar si esta persona todavía vive...”.
Mira el reloj despertador son recién las 04:43 de la madrugada, a esta hora el comercio todavía estaba cerrado, tenía tantos regalos que comprar pero todavía tenía tiempo para un breve sueño.
Hace tiempo que él no dormía con una sonrisa a flor de labios.



A coyito.
















KAFUE.



¡Le juro que es la verdad!. La cabeza agachada, su mirada perdida en el piso, ¿buscará algo?, Podía ver como su mano izquierda temblorosa sujetaba el cigarrillo. Cabello negro y largo, un color negro que impedía la idea de que fuera natural. Un maquillaje demasiado expuesto, idóneo para una noche de parranda. Unos labios carnosos que impulsaban ondas magnéticas para ser poseídos. Su voz no era tan hermosa pero tampoco espantaba, como la mayoría de las mujeres-pitos, curioso nombre que le dan a las cotorras. A pesar de que no la he visto puesta de pie, cuando llegué ya estaba sentada, creo que tiene una hermosa figura, algo característico en las mujeres de estas tierras, con sus cuerpos exuberantes para sus escasos años. Frente a mí tenía a un cuerpo de mujer que no era más que una niña, una niña asesina.
Estaba descansando en mi casa. Había sido una noche muy larga y agotadora. Por eso me di prisa a refugiarme en la ducha, dejando que el agua rejuveneciera mi cuerpo, un mal presentimiento se había convertido en una llamada.
Sé que has contado varias veces tu historia, pero créeme es necesario que me la cuentes. “¡Claro abogado!” – dijo.
No tenía ganas de contestar ninguna maldita llamada, sin embargo, a la primera llamada ahí estaba yo con mi gastada voz respondiendo, era mi debilidad. Era incapaz de no contestar el teléfono: “¡abogado, tiene un nuevo caso!” Y se fue la voz y la comunicación. Sólo quedé con el teléfono en mis manos.
¡Soy inocente!, ¡Soy inocente!. En un rápido movimiento se abalanza sobre mi cuerpo, puedo sentir su presencia, su aliento, sus lágrimas caen en mi cuello, puedo sentir su humanidad apretando con todas sus fuerzas la mía, pude comprender que todo su cuerpo clamaba inocencia.
- ¡Vamos cuéntame tu historia!. – dije – casi sin fuerzas por su cuerpo que aplastaba el mío, traté de escabullirme, pero no se dejaba, al contrario apretaba con más fuerzas, una y otra vez y la situación se hacía cada vez más complicada, ¿Qué le pasa?, ¿Por qué me aprieta así?. Las preguntas eran otras, ¿Qué me pasa?, ¿Por qué dejo que me aprieten así?, Al asomarse una respuesta perdí el control de la situación y la empujé hasta que cayó en el borde la cama.
- ¡Mira lo que me hiciste hijo de puta! – gritaba
- ¡Lo siento! – dije, (esto es una aberración, pensaba) pero usted no me soltaba y necesito saber su historia, no tengo todo el tiempo señorita.
- ¡Me lo hubieras dicho de un comienzo hijo de puta! – seguía gritando – lo más bien que te aprovechaste de mí y ahora te las das de que no tienes tiempo.
Yo ya sabía adónde quería llegar. Quería dominarme, quería embrujarme para que después yo le creyera todo lo que me iba a contar. Claramente serían mentiras.
- Señorita, yo jamás me he propasado con usted, menos aún si usted es mi cliente.
La convidé a que se sentara en su cama, mientras yo hacía lo propio en la única silla que había en la pieza. Después de dudar unos instantes, accedió a mi petición y se sentó en la cama, si se puede llamar cama a eso.
Abrí el portafolio, y saqué la grabadora, una antigua no tenía ganas de cambiarla por una moderna, dispuesto a escuchar y dejar registrado la conversación de mi cliente.
- No, gracias — dijo —. No vengo a que me entrevisten.
- Es necesario — le dije — Me parece que usted debe empezar a confiar en mí si quiere que yo la ayude.
- ¿Y usted?, – dijo – ¿Confía en mí?
- ¿Confiar?, Todavía no sé su historia, sólo sé lo que dice el parte policial.
- ¡Ah!, Me lo imaginaba. Usted es uno de esos abogados de poca monta. Pero, ya que sabe el parte policial, con ese conocimiento que tiene usted de los hechos, ¿Confía en mí?.
- ¿Abogado de poca monta? —le grité.
- No se moleste. A veces digo cosas que no las pienso, no se enoje abogado.
No había por qué apurarse en ir al juzgado. De seguro es otro caso de culpabilidad. De seguro es otro caso que me dan para que lo pierda. Es lo malo de no tener un bufete, es lo malo de ser un simple abogado, un abogado de gente a la cuál jamás pretendió defender, porque, según él, todas esas gentes eran unos malditos mentirosos, eran basura viviente, por lo tanto, eran culpables de todo lo que se les acusara.
Y pasaron las horas, no sé cómo pude escuchar tanta mierda, esa mujer estaba loca, era una mentirosa, era una asesina. Y pensar que debo defender a esta escoria. Sólo el hecho de que fuera una mujer más hermosa que el resto de sus clientes, todos de la misma calaña, todos culpables, lo ayudó a no increpar a esa niña que tenía ante sus ojos para que dejara de decir estupideces.
¡Te tengo un caso!, Una amplia sonrisa se figuraba en la cara del juez. Viejo alcohólico, hijo de puta. Le asignaba los peores casos para que siguiera sumiéndose en la mierda en donde estaba. Nunca había ganado algún caso.
- ¿Y eso es todo? – dije. (es una aberración , pensaba)
- No me cree abogado.
- Claro que le creo – mentí, debo irme, nos vemos en la audiencia.
- No lo entiendo abogado. ¿Por qué lo hace?. – dijo.
- Soy yo quién no te entiende. Explícate mejor que es lo que me quieres decir, te digo nuevamente que no tengo mucho tiempo. – dije. ¿Y por qué hablas con ella?, Déjala te está manipulando.
- No entiendo por qué mierda me va a representar sino confía en mí, no entiendo por qué acepta este trabajo si desde antes de que me conociera ya me había catalogado como culpable, no entiendo por qué me escuchó durante tantas horas y hace este estúpido trabajo de dar esperanzas a los clientes si no ha creído ni una sola palabra de lo que le dije.
Se trata de una muchacha. Mató por venganza a toda una familia. Supongo que habrás leído la historia en los periódicos abogadito.
- Debo irme — le dije.
- No se moleste en volver, prefiero defenderme sola.
- No estás en posición de elegir. Agradece que tienes un abogado.
Y salí de la cárcel.
Tenía pensado no regresar. Que la maldita muchacha se defendiera sola. Lo único que me faltaba para mi colección de atrocidades era que me recriminara una muerta de hambre, una basura, una culpable. Debía cambiar cuanto antes de trabajo.
Al final de cuentas fue lo mejor que pudo haber pasado. Siempre supe que era una asesina, es por eso que no acepté su historia y no la defendí. En todo caso debo confesar que fue una pena que esa muchacha muriera, no sé, en el fondo había algo que me atraía. Gracias a su recriminación soy ahora un abogado importante, ¡ay mi muchacha!, Cómo es el destino, tú muerta y yo triunfante.
Supongamos que esta historia es real. Supongamos que alguna vez existió una muchacha condenada a muerte. Supongamos que existió un abogado. Pero lo más importante de todas estas suposiciones, es que supongamos que la historia que esta muchacha le contó al abogado fuese real.
Todas estas suposiciones han sembrado la incertidumbre. Ya no duermo, no como, no juego, no vivo, sólo pienso, sólo dudo. Ha sido una gran equivocación del destino que entregaran en mis manos esta historia. No sé por qué me he llenado de dudas. Si cada vez que la leo la encuentra tan irreal, tan mentirosa. Quizás sea eso lo que le dé un carácter de credibilidad, de veracidad.
Es demasiado tentadora la idea de pensar si es real lo que contó esta muchacha a ese pobre abogado tan prejuicioso. Pero ¿y si es verdad?
No puedo seguir así. Debo saber la verdad. Voy a interrumpir mis proyectos para investigar hasta el fondo sobre estos acontecimientos. Si se debe ampliar este cuento habrá que hacerlo, nada lo impedirá ya que soy el creador.
Comencemos por el punto de partida: Celeste, el nombre de esta muchacha. Debo investigar todo lo que se asocie con este nombre y su relato.
Una esfera celeste, es una esfera imaginaria del cielo que rodea la Tierra. La esfera es la base de un sistema de coordenadas astronómicas que se utiliza para asignar posiciones a los objetos observados en el cielo. Se utiliza también para designar intervalos de tiempo y para la navegación.
Nuestra protagonista, posee una esfera imaginaria en la mente del abogado, está predestinada a ser culpable, por los prejuicios de este abogadito, por lo tanto viene a ser una esfera celeste en la mente de este abogado. Una esfera que anula la credibilidad de su cliente, por lo que niega esta historia tan inverosímil para sus prejuicios.
El sistema de coordenadas ecuatoriales establece un sistema cuadriculado de puntos y líneas de referencia similar al utilizado en la cartografía terrestre, proyectado de forma que haya una correspondencia del ecuador y los polos de la Tierra con el ecuador y los polos celestes. Dado que la Tierra se mueve alrededor del Sol, la situación de los objetos celestes de la esfera, como las estrellas, varían diariamente. Por lo tanto, se asigna un momento determinado del año para establecer la cuadrícula celeste. Este momento es el equinoccio vernal, cuando el disco del Sol pasa directamente sobre el ecuador y marca el inicio de la primavera del hemisferio norte. En este sistema ecuatorial el equivalente de la latitud es la declinación y se mide en grados, y el equivalente de la longitud es la ascensión recta, medida que se realiza siempre hacia el este y se expresa en horas. La trayectoria anual del Sol a través de la esfera celeste forma un gran círculo en la esfera llamado eclíptica. También se emplea algunas veces un sistema de coordenadas que utiliza la eclíptica como plano de referencia en lugar del ecuador.
El movimiento diario aparente de la esfera celeste alrededor de la Tierra, causado por la propia rotación de la Tierra, es más corto que el día solar (la diferencia es de unos cuatro minutos).
Los prejuicios de este abogado le impidieron vislumbrar los distintos matices que se producían en el relato de esta muchacha. Al igual que con la tierra, la visita de la esfera celeste pasaba una vez al año por un punto determinado. Habrá sido por el destino o de forma azarosa, nadie lo sabe, pero ese momento coincide con la visita del abogado a su cliente en la cárcel. La esfera celeste de este hombre determina su forma de pensar y de actuar. Sin embargo, cuando él afirma que había algo que hacía a esa muchacha diferente del resto de sus clientes era porque había un espacio abierto que estaba dejando entrar la luz en la oscuridad del abogado.
El solsticio, es cualquiera de los dos puntos de la eclíptica en los que el Sol está en el punto más alejado del ecuador celeste. El solsticio en el norte del ecuador celeste se denomina solsticio de verano porque el Sol está en su declinación máxima, hacia el 21 de junio (el principio del verano en el hemisferio norte); el solsticio en el sur del ecuador celeste, llamado solsticio de invierno, tiene lugar hacia el 21 de diciembre. Para los habitantes del hemisferio sur la situación se invierte: el solsticio de verano tiene lugar hacia el 21 de diciembre y el de invierno hacia el 21 de junio. El término solsticio significa 'Sol inmóvil'; en esos momentos el Sol cambia muy poco su declinación de un día a otro y parece permanecer inmóvil en un lugar al norte o al sur del ecuador celeste.
Nuestro querido abogado se encontraba en un solsticio en su esfera celeste que había concebido en su prejuicioso cerebro. Esto lo supe cuando fui a constatar en qué fecha había ido a la cárcel a ver a su cliente. A pesar de los largos años, del tiempo y del espacio, finalmente encontré el libro de registro de visitas. Nuestro querido abogado había ido un 21 de junio a ver a su cliente. La esfera celeste se encontraba en su máximo apogeo lo que evidentemente le impedía ver la verdad.
Mi teoría adquirió mucha más fuerzas cuando descubrí otra relación en la palabra Celeste. Se trataba de una vieja historia que me la habían contado en mi infancia para quedarme dormido.
Se trata de la Leyenda del Marie Celeste, que narra la historia de un bergantín estadounidense encontrado en el océano Atlántico el 5 de diciembre de 1872, completamente vacío a pesar de navegar a toda vela. El Marie Celeste se construyó en Nueva Escocia en 1861. El 5 de noviembre de 1872 zarpó de Nueva York rumbo a Génova con una carga de alcohol industrial. Un mes más tarde fue avistado por la tripulación del Dei Gratia a medio camino entre la costa portuguesa y las Azores. No había rastro del capitán, ni de su mujer ni su hijo, ni de ningún otro miembro de la tripulación. Tampoco se encontraron el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro ni el cuaderno de bitácora, pero la carga estaba intacta. Los tribunales navales de Gibraltar investigaron el caso sin llegar a una conclusión satisfactoria sobre el destino de la tripulación.
Desde entonces se han aventurado diversas explicaciones que van desde lo más fácil de imaginar (que la tripulación abandonara el barco creyendo que iba a irse a pique) hasta las más fantasiosas (que el barco fue atacado por los piratas o por un calamar gigante, o que la tripulación huyó creyendo que la carga estaba a punto de explotar). La desaparición de la tripulación del Marie Celeste sigue siendo uno de los más famosos misterios del mar.
Un misterio tan grande como el abandono de este abogado de su causa. ¿Porqué motivo había aceptado ese trabajo?, ¿Y por qué motivo había decidido no defenderla?, Y peor aún ¿Cómo obtuvo reconocimiento gracias a un trabajo que no desempeñó?. La respuesta está en Celeste, en esta muchacha. Aceptó este trabajo porque no podía negarse a contestar el teléfono, y de alguna forma con eso aceptaba como siempre lo hacía los casos que le daban. Dejó de representar a Celeste no tanto por lo que le dijo esta muchacha con su recriminación, una recriminación que por cierto llegó a comprender sólo tiempo después y que iba a ser la causa de la respuesta de esta tercera pregunta que planteamos, ya que el reconocimiento lo obtuvo por el impulso que le dieron esas palabras, pero dejó de trabajar para ella porque no le creyó ni una palabra de lo que dijo, porque la esfera celeste de su mente prejuiciosa estaba ese día en su punto máximo, porque había ido un día 21 de Junio y en ese día no había lugar para la verdad. Sólo para sus prejuicios.
Otro antecedente clave en esto, es lo que piensa el abogado mientras está con su cliente en ese día de solsticio. Varias veces señala “esto es una aberración”, lo que da hincapié para dar más forma a mi teoría: la historia es verdadera.
La palabra aberración fue dicha para señalar una desviación, especialmente de la verdad, de la rectitud, de lo que parece natural y lógico. Si su esfera celeste era más llena de prejuicios pudo haber dicho aberración para señalar una perturbación mental relacionada con el sexo. Lo que no es tan inverosímil teniendo en cuenta que esta muchacha se abalanzó sobre él, cuando entró a la celda, clamando inocencia y pudo sentir su humanidad que aplastaba la suya.
Sin embargo, a pesar de ser estas dos significaciones bastante creíbles para lo que él quiso decir en su mente, hay una que me parece la más idónea con la esencia de su ser, con la esfera celeste de sus prejuicios, y con el día que era un solsticio.
Una aberración, en óptica, es un defecto en la imagen formada por una lente o espejo; en astronomía, desplazamiento en la posición aparente de un cuerpo celeste debido al movimiento de la Tierra.
Sin lugar a dudas esta era la mejor acepción que podía sacar de la palabra aberración. Efectivamente mis dudas quedaron disipadas cuando encontré en un recorte de diario una foto del abogado. El abogado usaba lentes por lo que perfectamente pudo haber obtenido una imagen defectuosa de esta muchacha. Se hace más evidente cuando se vuelve a leer el relato y se descubre que en un principio cataloga a todos los de su especie, es decir, todos los clientes que le tocaba defender como unos mentirosos, escorias vivientes y otros apelativos. Sin embargo cuando la vio se dio cuenta que ella era diferente al resto de sus clientes, claramente una aberración en la esfera celeste de sus prejuicios.
En Física según una de las leyes de Newton, cada acción produce una reacción. En este caso la aberración de la que nos habla el abogado que sucede en su esfera celeste, ha sido una aberración óptica, es decir a sido la acción. En consecuencia la reacción fue la inmediata respuesta de su esfera celeste que lo llevó a no creer ni una sola palabra de lo que contó esta muchacha a pesar de saber que era diferente al resto, por lo que no era ni una mentirosa ni una escoria viviente. Se produjo una aberración dentro de su esfera celeste.
Con todos estos antecedentes, no hay lugar para las dudas. Claramente la historia de esta muchacha es real. Es hora de ir a buscar la historia y enfrentarme con la verdad.
Mi camino me ha llevado a Zambia.
Llevo varios días comiendo nshima, que es una masa o papilla espesa que por lo general se elabora con harina de maíz y es el alimento básico de esta región. Se puede comer con una salsa hecha con pescado o carne y verduras. De las tres, sin lugar a dudas la mejor es la que lleva carne, aunque desconozco que carne es.
Las frutas y las verduras frescas son abundantes. Por término medio, los zambianos, que han sido muy graciosos y buenas personas conmigo, hacen dos comidas al día además del desayuno. El consumo de cerveza es alto y muchos habitantes rurales producen la suya propia a pesar de la disponibilidad de cerveza embotellada. Es una cerveza tan distinta de la de Occidente.
Una costumbre a la que me he dejado llevar es que los zambianos suelen ingerir los alimentos con los dedos de la mano derecha. Aunque hay algunas personas que utilizan cubiertos, especialmente para el arroz o las patatas, pero también para el nshima. Con las comidas se sirve agua, Y en algunas zonas, especialmente en las aldeas, los hombres comen aparte de las mujeres y los niños. Por suerte, donde estoy comemos todos juntos.
La danza tradicional es la principal forma de entretenimiento en Zambia. En las ciudades hay oportunidad de disfrutar con el fútbol, el tenis, el baloncesto, el golf, las discotecas, el ifisela (drama) y las actividades recreativas organizadas por las iglesias, las organizaciones de voluntarios y los clubes sociales y deportivos.
Existen varios saludos diferentes en Zambia. Por ejemplo, en la región de Copperbelt, la expresión común es Mwapoleni (Bienvenido); en Lusaka y su área de influencia se suele decir Mulibwanji (¿Cómo está usted?); y en el sur, el saludo preferido es Mwabonwa (Me alegro de verle). En las ocasiones formales los adultos se llaman unos a otros por el apellido, al que anteponen "señor", "señora" o "señorita". Todas las lenguas locales tienen sus equivalentes para estos tratamientos. Por lo regular, la gente se estrecha la mano cuando se saluda, sosteniendo con la izquierda la derecha en señal de respeto. Las mujeres y los niños suelen arrodillarse cuando se dirigen a los mayores o a las personas de una posición social superior; los hombres se inclinan ligeramente. También se utilizan los saludos que consisten en chocar las palmas y entrelazar los pulgares levemente, sobre todo en las provincias de Occidental, Noroccidental y Luapula Province. Tradicionalmente, no se acepta el contacto físico con otra persona de distinto sexo mientras se la saluda.
Para los asuntos oficiales o de negocios es imprescindible establecer citas, pero en las áreas rurales la gente suele ser flexible con el tiempo, a menos que se trate de la visita a un jefe local. Se considera un honor recibir una visita en casa a cualquier hora del día. En muchas culturas zambias se espera que los visitantes que llegan a la hora de comer compartan la comida, y se considera descortés no hacerlo. Cuando se da y se recibe un regalo se extienden ambas manos, y también es habitual en muchas partes del país arrodillarse cuando se entrega el obsequio.
Llevo largos cinco años enterrados en Zambia. Como verán he tenido tiempo para hacer un análisis detallado de algunas de las costumbres de este país, pero mi principal objetivo, no ha sido cumplido. Preferiría terminar ahora este relato, pero me parecería injusto dejarlos sin conocer como termina la historia.
Trataré de ser lo mas objetivo. La historia de Celeste, esta muchacha que es nuestra protagonista, cuenta el relato de un libro sagrado, milenario, guardado entre la sabana africana por los dioses protectores de la tierra, y que en cuyas páginas se encuentra el secreto de la vida. Evidentemente se preguntarán si en realidad no estaba loca esta muchacha para creer semejante fábula. Pues bien nuestra querida protagonista resultó ser una arqueóloga española, que ha vivido por más de una década envuelta en esta investigación. Finalmente nuestra protagonista, junto con sus ayudantes, una pareja de arqueólogos lusitanos, encontraron el famoso libro sagrado. Al parecer la revelación sobrepasó el límite del conocimiento y de la sabiduría filosófica existente hasta ahora. Como bien saben el mundo está basado en la codicia y la envidia, en las ansias de poder y de riquezas. Nuestra querida protagonista se vio traicionada por sus ayudantes quienes estaban dispuestos a revelar al mundo el contenido de este libro. Efectivamente Celeste asesinó a esta pareja. Era culpable como lo había dicho la esfera celeste del abogado. Sin embargo, su actuar ha sido una especie de salvación de la humanidad. Nuestra querida protagonista al verse con una información tan extraordinaria pero a la vez tan maquiavélica si caía en unas crueles manos, quema el libro borrando todo recuerdo, llevándose a la tumba el secreto. Su muerte fue la salvación de todos nosotros.
Como dije mi camino me llevó a Zambia. En este país conocí el río que sería la respuesta final a mis interrogativas. El río se llamaba Kafue, río de Zambia central, afluente del Zambeze, uno de los mayores ríos del país. El Kafue tiene una longitud de 1.600 km, aproximadamente. Desde su nacimiento en Copperbelt cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, corre hacia el sureste hasta Kitwe a través de un territorio de colinas, para desde aquí dirigirse hacia el suroeste hasta el Parque nacional Kafue, donde se desvía hacia el sur y constituye parte del límite este del parque. La navegación por el río está restringida por la presencia de cascadas y rápidos. Debido a la esterilidad del suelo, la escasez de lluvia y la infestación producida por la mosca tsetsé, el potencial agrícola de la mayor parte de la cuenca del Kafue es limitado. A pesar de todo, hay grandes ranchos ganaderos e infraestructuras de regadío en los pantanos de Kafue, y bolsas de desarrollo agrícola en diversas áreas.
Según la historia de nuestra arqueóloga, señaló que es en el afluente del río Kafue en donde encontró el libro sagrado. Varios meses estuve recorriendo de punta a punta el río Kafue buscando alguna respuesta, alguna señal. A lo mucho encontré esos benditos rápidos que señaló la arqueóloga que había en su cauce. Claramente había sido todo un engaño. Esta mujer estaba loca de remate. Y yo también había sido un idiota al aventurarme en esta travesía.
Con claras intenciones de regresar a mi tierra, un bendito descubrimiento alentó la última esperanza que me daba el destino. La respuesta no la encontraría en el río Kafue, ni en sus alrededores, sino que en El Parque nacional Kafue, que era una de las mayores reservas de caza del mundo, que representa 22.400 km² de la zona central de la cuenca del río, escasamente poblada. Un grave problema ya que nadie de mis amigos zambianos quería acompañarme en esta persecución.
El Parque Nacional Kafue, fue creado en 1950 y es la zona protegida más grande de Zambia. Debe su nombre al río Kafue que lo atraviesa. Entre los hábitats aquí representados se incluyen praderas, bosques de miombo (pradera arbolada), bosques galería a lo largo de los ríos y zonas pantanosas en el noroeste. Búfalos, cocodrilos, perros salvajes, elefantes, hipopótamos, leopardos, leones, cebras y antílopes, a los que se suma el raro lichi rojo (Kobus leche), viven dentro de los límites del parque, así como unas 450 especies de pájaros. La parte central y sur del parque están abiertas todo el año, pero el parque completo sólo está abierto entre junio y noviembre.
De toda la información que pude recopilar cuando fui a Lusaka, la capital de Zambia, lo más importante fue: “La parte central y sur del parque están abiertas todo el año, pero el parque completo sólo está abierto entre junio y noviembre”.
Fue una revelación que atribuyo a la arqueóloga que me debe estar ayudando, no sé por qué pienso estas tonterías, lo concreto era que tenía una gran respuesta bajo mi ojos. Tenía que ir a ese parque el día, y solamente ese día, 21 de junio, el día del solsticio de la esfera celeste.
Con impaciencia dejé que transcurrieran los meses, hasta que finalmente el bendito día apareció ante mis ojos. Era un día horrible, una lluvia torrencial azotaba la zona. El río Kafue estaba desbordándose en una de las riberas. Si hasta nuestra embarcación quedó varada en la otra orilla. No tenía salida, me encontraba solo y totalmente a la deriva en el parque.
No sé cuanto tiempo estuve viviendo en el parque. Alimentándome de hierbas, de insectos, y de lo que encontraba para sobrevivir, con un miedo tremendo, y lo peor de todo, sin ninguna respuesta. Maldije a la arqueóloga, pero principalmente maldije mi inocencia, mi estupidez, mi propia locura. Las lluvias siguieron azotando durante varias semanas esta zona, mi gran temor era que el Kafue se desbordara y me llevara al fin de mi destino.
Tras varios meses de sobrevivencia, fui rescatado por un grupo de cazadores quienes me llevaron hasta Lusaka. Tuve que pasar unos cinco años en este país, trabajando en cualquier puesto que existiera para conseguir el dinero suficiente para regresar a mi patria. Me encontraba sólo, arruinado, engañado, avergonzado de mi proceder.
No sé cuánto tiempo pasó desde que volví a la rutina de mi trabajo. Esta historia se ha convertido en un cuento para que se duerman mis hijos. Nadie cree que fue real. Nadie se imagina viéndome en Zambia, viviendo en las tribus, sobreviviendo tantas semanas en el Parque de Kafue, nadie se imagina que yo iba a creer semejante estupidez y me iba a embarcar en esa historia.
Queda de más señalar que todas estas son amistades nuevas, las que supieron de mi viaje me dieron por muerto y hasta me enterraron. Ninguno de ellos pensó que iba a regresar.
No sé por qué motivo recuerdo esto. Será por el cielo celeste que veo en estos momentos, porque estos recuerdos son para mí lo que son para todo el resto: un cuento. Sería muy estúpido que alguien creyera la historia de esa loca arqueóloga española. Gente tan estúpida no existe.



A Celeste.




LOS CUCHILLOS LARGOS DE VIDELA.



A la querida ciudad de Lota, la zona minera y sus hijos
De un hombre que no es lotino, ni minero
Pero que ama esas tierras como si fueran suyas.
A Carlita.


El 3 de noviembre de 1946 asumió la presidencia de la República. Su primer gabinete estuvo integrado por radicales, comunistas, liberales y un independiente. Su triunfo se lo debía en parte al entusiasmo desplegado por los comunistas, lo que lo llevó a decir: “Yo les aseguro a ustedes que no habrá poder humano ni divino capaz de romper los lazos que me unen al Partido Comunista y al pueblo”.
Luciano, un historiador en decadencia, minuciosamente encuentra en su mayor esfuerzo, esa sustancia por la que ha vivido, la comparación y el escudriñamiento son las bases de su investigación, de su libro, de su vida.
Nació el 22 de noviembre de 1898 en La Serena. Fue el hijo mayor de una numerosa familia de 18 hijos.
Luciano había nacido el 29 de Febrero de un año ya olvidado, muy lejos del mundo urbano y nunca tuvo un hermano, ni siquiera tuvo padres.
Realizó sus estudios en el Liceo de La Serena y se trasladó a Santiago para efectuar su enseñanza universitaria. Ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Leyes y se graduó de abogado el 22 de diciembre de 1922.
Luciano, pasó toda su infancia en un orfanato de los padres jesuitas cerca de Osorno. Nunca estudió en la universidad, apenas sabía leer y escribir.
La noche de los cuchillos largos, es el nombre por el que es conocida la purga cruenta llevada a cabo por el dictador alemán Adolf Hitler, el general Hermann Wilhelm Goering y el jefe de las SS, Heinrich Himmler, en la que varios miembros del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo, entre otros, fueron asesinados en la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934.
Debido a que su padre enfermó, quedando paralítico y sin habla, tuvo que retornar en 1922 a su ciudad natal. Al año siguiente abrió su estudio profesional, y trabajó además en una asesoría legal. En 1924 ingresó a la Masonería.
Luciano, tenía que presenciar cada uno de los sepelios que ocurrían en la capilla, a pesar de estar toda su infancia y parte de la adolescencia envuelto en el mundo católico nunca fue un cristiano, pensaba que eran los seres más hipócritas del mundo.
Lleva más de cuarenta años con los recuerdos a flor de piel, se levanta por las noches agitado por los fantasmas del pasado, era necesario terminar de una vez por todas con estas torturas. Una esperanza resurgió de su escuálida vida. Debía escribir un libro, un diario que fuera el escape de su pasado.
Su interés por la política venía de su época universitaria; fue así como ingresó a la juventud del Partido Radical en 1917. De regreso a La Serena en 1922, organizó el centro de propaganda de la Juventud Radical, del cual fue presidente por un largo período y también se incorporó a la Asamblea Radical de La Serena.
A los 20 años abandonó el orfanato. Tras vagar por las calles de la vida, fue carpintero, lustrabotas, payaso del circo Mexicano, guardia de una villa burguesa, cartero y hasta correveidile de unos hombres importantes de la zona. Nada de esto, producía frutos en esta alma sedienta por dinero. Una mañana compra un pasaje y deja que el tren lo saque de la decrepitud que entregaba el sur, sin rumbo fijo, se dejó llevar por la locomotora.
En 1926, protestó en la Asamblea Radical de La Serena, debido a la intromisión de los militares en la vida política, por los famosos “ruidos de sables”. Ordenaron su detención, pero hábilmente se refugió en el Club Social, que no podían allanar sin orden escrita, demostrando de este modo su habilidad como hombre de leyes.
El pasaje le alcanzó hasta la ciudad de Angol. Sin ni una moneda en el bolsillo, con hambre y sed, esa noche duerme en la estación ferroviaria. Fueron tres años los que vivió en aquella localidad, la vida era demasiado cruel para Luciano. Sin un seno de hogar, con trabajos inestables, viviendo muchas veces de la caridad, poco a poco comenzó a cuestionar su existencia, era demasiado el sufrimiento para tan pocas alegrías.
Las principales víctimas de la Noche de los cuchillos largos, denominación que dieron a aquellos acontecimientos los propios nacionalsocialistas, fueron Ernst Röhm, jefe de las SA, y sus lugartenientes, y muchas personalidades importantes que se habían opuesto a la hegemonía hitleriana en el partido desde 1931, como el también dirigente nazi Gregor Strasser o el general Kurt von Schleicher, quien había ocupado el cargo de canciller inmediatamente antes que Hitler.
Sin tener las herramientas necesarias para la elaboración de un libro, Luciano comenzó en primer lugar por recopilar toda la información necesaria sobre aquellos acontecimientos, era una tarea innecesaria pues todos los recuerdos estaban tan fidedignos en su memoria, a pesar de los años transcurridos, lo hizo para darle un toque más investigativo a su futura obra.
En 1930, las asambleas provinciales lo eligieron candidato a diputado por Coquimbo, siendo nombrado en el Congreso Termal. Dos años después, en la XV Convención del Partido Radical, resultó electo presidente de la colectividad, el 29 de junio de 1932. En las elecciones parlamentarias para el período comprendido entre 1933 y 1937, resultó electo diputado por La Serena, Elqui y Ovalle. Fue nombrado presidente de la Cámara de Diputados. Fue reelegido por la misma zona para el período siguiente.
Luciano jamás había tenido un amigo, no sabía lo que era la lealtad entre compañeros, ni el amor al prójimo. Con el poco dinero que tenía y motivado por los rumores que circulaban por las calles, de una ciudad prodigiosa, de un lugar donde el carbón es apreciado como el oro, de un lugar de trabajo estable y sobre todo próspero, deja nuevamente que la locomotora lo saque del infierno en el que se encontraba. Sin embargo, ahora había una diferencia, tenía un lugar de destino, ya no iba a dejar que la locomotora lo llevara hasta donde quisiera, ahora ya tenía un futuro asegurado. Una última despedida a los campos que ya nunca más vería y el sueño que lo embriaga a su nuevo y definitivo hogar, las minas de Lota.
En 1939, le ofrecieron la legación de Francia, Bélgica y Luxemburgo. Viajó el 21 de agosto de 1939 rumbo a su destinación diplomática vía Panamá. Iba cruzando el canal el 1 de septiembre, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, debiendo alterar su viaje. Finalmente, llegó a su destino final, París, el 3 de noviembre, vía Nápoles.
Los ecos de la Segunda Guerra Mundial llegaron tardíamente a Luciano. Para él, había cosas más importantes que una guerra tan lejana y tan poco importante para sus necesidades. Llevaba cerca de seis meses en Lota y todavía no había conseguido trabajo. No estaba desilusionado por que le hayan mentido cuando dijeron que el carbón era el nuevo oro, porque así era en definitiva, lo malo era que eran demasiados los que habían escuchado también ese mensaje. Finalmente un día, la muerte acudió a su sufrimiento. La mina se había llevado a diez hombres en un derrumbe, necesitaban a cinco personas para reemplazarlas. Un trágico evento promovió su entrada, era un mal síntoma, una mala señal para el futuro.
Durante su estadía en Francia, aprovechó de estudiar economía en La Sorbona. Sin embargo, durante su estancia como diplomático, le tocó vivir una experiencia muy dura: perdió a su hijo recién nacido y enfermo, que falleció en un pueblo cerca de París. Una vez que terminó su representación en Europa, regresó a Chile e inmediatamente entró en la arena política a disputar la sucesión presidencial. Un tribunal de honor zanjó la disputa, se inclinó a favor de su rival y él asumió como generalísimo de la campaña. Su rival triunfó en las elecciones presidenciales de 1942, y él fue nombrado como embajador en Brasil.
Durante los primeros meses en la mina de Schwager, aprovechó para formar relaciones sociales con el resto de sus compañeros de trabajo. Poco a poco comenzó a darse cuenta que la vida no era una miseria como había sido su filosofía hasta entonces. Ahora tenía un trabajo seguro, arriesgado, pero ¿Qué trabajo no tenía algún tipo de riesgo?, y lo mejor de todo un techo estable así como también lo era la comida. Comenzó a interesarse por los vicios de la gente trabajadora. Se dio cuenta de que a pesar de que su situación era mil veces mejor de la que tenía antes aún estaba por debajo de otras personas que no hacían prácticamente nada. Al entablar lazos de amistad con el resto de los mineros y pirquineros, comenzó a frecuentar las asambleas y reuniones del sindicato. Un nuevo mundo había descubierto Luciano, un lugar en donde se podía hablar y denunciar nuestras calamidades sin ser castigado. La vida le sonreía. Lota sin lugar a dudas era lo mejor que le había pasado.
El jefe de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas alemanas) y ministro de la Guerra, Werner von Blomberg, había comunicado claramente a Hitler que el plan de Röhm para que las SA controlaran a aquélla, y así asumir los cargos de aquél, era inaceptable. Blomberg había advertido que si se intentaba poner en práctica ese proyecto, el presidente de la República, Paul von Hindenburg, gravemente enfermo en aquellas fechas, entregaría el poder a la Wehrmacht e impondría la ley marcial.
Una idea que le dio el profesor Estrada, un amigo de aquellas épocas, hicieron que el libro cambiara el enfoque en el que estaba centrado. Ya no sería un simple diario de un ex soñador, ahora sería una obra pedagógica para las futuras generaciones.
Durante el mes de enero de 1946 se realizó una convención radical, y en víspera de su realización el Presidente de la República enfermó. Este hecho produjo una inmediata polarización al interior del Partido Radical. En su condición de presidente de la Comisión Política, se mostró partidario de mantener la Alianza Democrática como pacto político. El informe al Consejo Ejecutivo que entregó fue en la práctica un discurso de precandidato. El 27 de junio de ese año el Presidente de la República falleció. Al día siguiente el Partido Radical lo proclamó como su candidato a la presidencia. Posteriormente, fue ratificado por la Convención de la Alianza Democrática, integrada por radicales, comunistas y demócratas.
Luciano no sólo encontró una pasión en él a través de la Política, sino que también a través de ella conoció el significado de lo que es el amor. Una muchachita tímida, hija de uno de los mineros muertos en aquel derrumbe fue la encargada de atravesar con su flecha un corazón dominado por el odio y la desazón. Se oían rumores de cambios, para Luciano la vida no podía ser más perfecta.
El 4 de septiembre de 1946 los resultados electorales le dieron el 40,1 por ciento de las preferencias. Al no tener mayoría absoluta, debía ser ratificado por el Congreso Nacional. Luego de múltiples gestiones para contar con el apoyo de los partidos, los liberales reconocieron el derecho del radicalismo y entregaron su apoyo al candidato con la primera mayoría. El Congreso Pleno, lo eligió por 136 votos, contra 46 de su contendor. El 3 de noviembre de 1946 asumió la presidencia de la República. Su primer ministerio estuvo integrado por radicales, comunistas, liberales y un independiente. Su triunfo se lo debía en parte al entusiasmo desplegado por los comunistas, lo que lo llevó a decir: “Yo les aseguro a ustedes que no habrá poder humano ni divino capaz de romper los lazos que me unen al Partido Comunista y al pueblo”.
Luciano se casó con esta muchachita, hija de la mina y de la muerte, por otro lado su vocación y su pasión por la Política crecían tras cada sesión que se celebrara. Poco a poco su voz no sólo fue escuchada por el resto de sus compañeros sino que también respetada y apoyada. Luciano se había convertido en la voz de todos los obreros de su sección. El triunfo del Presidente “del pueblo”, era sinónimo de progreso. Luciano ya bosquejaba los futuros proyectos que enviaría rumbo al ejecutivo.
Las relaciones con el Partido Comunista hasta comienzos del año 1947 parecían buenas. Por lo menos, en una visita en La Serena, dijo: “Sin el Partido Comunista, yo no sería Presidente”. Sin embargo, a propósito de las elecciones municipales de ese mismo año, el 15 de abril, liberales y comunistas se alejaron transitoriamente del gobierno, quedando sólo los radicales. Las relaciones del Presidente con los comunistas comenzaron a deteriorarse. Estos lo criticaban por no cumplir con las iniciativas que favorecían a los sectores populares.
Algo malo estaba pasando, las promesas que había dado el Presidente en su candidatura se esfuman rápidamente. Luciano no lo entendía. Sin embargo, se daba cuenta que algo no andaba bien. La ciudad de Lota resplandecía aún bajo el oro negro.
Hitler, que necesitaba el apoyo de las Fuerzas Armadas para ascender a la presidencia y llevar a cabo el rearme del país —por no mencionar el respaldo de los sectores conservadores, especialmente de la industria armamentista alemana, enfrentados al ala radical del partido nazi—, decidió que había llegado el momento de actuar. Arrestó personalmente a Röhm en Munich y ordenó que fuera ejecutado por la Gestapo. Entre tanto, en Berlín, Goering y Himmler detuvieron y asesinaron a otros destacados miembros de la oposición.
La idea era que los jóvenes se dieran cuenta de que la Política no era otra cosa que una mentira tan grande como la Religión y quienes la desempeñaban eran unas ratas de alcantarillas movidas por el oro y la fama. Sin lugar a dudas ahora descansaría Luciano, sólo faltaban algunos detalles y su obra estaría ya en proceso de edición.
En julio de 1947 la tirantez entre el Presidente y el Partido Comunista se exacerbó a raíz de la huelga de la locomoción colectiva de Santiago, de la que dicha colectividad fue propulsora. Este suceso determinó la formación de un ministerio de administración. Acto seguido expulsó a los militantes comunistas de todos los cargos públicos. A partir de ese momento las manifestaciones continuaron. En agosto de 1947 se paralizaron las labores en los minerales de Lota, Coronel, Curanilahe y Lirquén. En tales circunstancias, el gobierno solicitó al Congreso una ley de facultades extraordinarias que le permitiera controlar la situación de agitación social. En enero de 1948, muchos dirigentes sindicales y comunistas fueron reprimidos y varios de ellos relegados a Pisagua, donde se estableció un campo de detenidos.
Fue un temblor grado 10, una tormenta de alcances insospechados. El presidente le daba la espalda al pueblo y el pueblo era ahora acallado a palos, sangre y muerte. Luciano fue detenido y enviado a Pisagua, no sin antes ver como violaban a su muchachita, la hija de la mina y la muerte, violada y mutilada frente a sus ojos. No sé qué fue peor, si su estadía en Pisagua o ver a sus compañeros, sus primeros y únicos amigos, caer en el campo de una batalla ya perdida desde antes de haber empezado a elaborarla. Pisagua con todo lo que el nombre poseía a través de la historia, ese lugar de torturas, ese verdadero campo de concentración, fue para el un hotel de cinco estrellas, la vida había dejado de existir cuando se fue de Lota.
Este tipo de acciones se realizaron en toda Alemania y al final de la noche transcurrida entre el 30 de junio y el 1 de julio de 1934, el número de víctimas se acercó a doscientas, entre las cuales se incluyeron a monárquicos partidarios de la restauración de la familia Hohenzollern.
Durante dos meses no pudo terminar de pulir su obra. Luciano padecía de una neumonia que arrebataba las pocas fuerzas que le quedaban. La tierra lo estaba llamando, su Lota querida, la muchachita hija de la mina y de la muerte.
El 3 de septiembre de 1948 se aprobó la Ley de Defensa de la Democracia comúnmente conocida como “Ley Maldita”, que declaró fuera de ésta al Partido Comunista y eliminó de los registros electorales a sus militantes. La aprobación de esta norma provocó serias divisiones al interior de los partidos políticos, respecto de la legitimidad de proscribir una ideología y la conveniencia y eficacia de colocar fuera de la ley al Partido Comunista. Bajo su gobierno se rompieron relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y demás países de Europa Oriental.
Sus queridos amigos eran torturados junto con él allá en Pisagua. La locomotora había venido a buscar a Luciano. No hubo necesidad de sacar pasajes o pensar donde sería la siguiente parada. Esta vez la locomotora lo llevó a la entrada del infierno, a un lugar de contrastes, el mar de un supuesto Océano Pacífico que recibía los cuerpos mutilados y acribillados de tantos hombres sin nombres, o el desierto desolador, lóbrego, tan austero, que esconde en su soledad los cuerpos de tantos números que fueron enterrados. Luciano se olvidó del tiempo, de la locomotora y de la vida. Añoró que el Pacífico lo recibiera bajo sus alas, detestaba el desierto, prefería sumergirse bajo las aguas de la muerte.
El episodio conocido como el “complot de las patitas de chancho” sería el primero de una serie de obstáculos que debió enfrentar bajo su gobierno. Esta confabulación desarrollada entre septiembre y octubre de 1948, tenía como fin crear las condiciones favorables para un golpe de Estado, que permitiera al general llegar al poder. Entre los implicados estaban oficiales y suboficiales del ejército y de la aviación y algunos grupos políticos. Alertado de este plan, instruyó a la Fiscalía Militar de Santiago hacer una investigación. Ésta desbarató el complot y el comandante junto a algunos militares, fueron condenados a pena de extrañamiento. A otros uniformados solo se les solicitó acogerse a retiro. El general fue absuelto de toda responsabilidad. Se le llamó “complot de las patitas de chancho”, porque fue fraguado en reuniones que se hacían en un restaurante de San Bernardo cuya especialidad era este típico causeo chileno.
Las demandas del Ejército fueron satisfechas y cuando falleció Hindenburg el 2 de agosto de ese año, la Wehrmacht no mostró oposición alguna a que Hitler uniera a su cargo de canciller alemán el de Führer, en sustitución del de presidente de la República, y el de jefe de la Wehrmacht, propuesta que fue respaldada por el plebiscito celebrado el 19 de agosto. Sin embargo, el triunfo de los militares profesionales sobre las milicias del partido fue aparente, ya que las SS de Himmler, libres de cualquier supeditación a las SA, se convirtieron en una amenaza mucho mayor para el Ejército de lo que nunca hubieran sido los desorganizados escuadrones de las SA de Röhm.
Tengo 92 años, he vivido demasiado tiempo para no desear que la muerte se aparezca. Mi padre se llamaba Luciano, era un minero que fue enviado a Pisagua. De mi madre tengo pocos recuerdos, dicen que fue violada, torturada y asesinada frente a mi padre. Yo fui criado por la señora Dolores, una mujer que fue como mi madre. Me llamo Esperanza, la señora Dolores me dijo que mi nombre fue la respuesta de mi padre ante esos sucesos que él padeció cruelmente. He buscado incansablemente el lugar donde yace mi padre, pero sus restos se los ha llevado el tren de los recuerdos y lamentablemente ya no circula por estos parajes. Hace unos diez años atrás acompañé a mi hijo Luciano a la Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Había una conferencia sobre la ciudad de Lota. Ese día conocí a Gonzalo Rojas, un poeta que tanto ama esta zona, pero lo más sorprendente fue que ese día se despertó en mí y también en mi hijo, un deseo hasta entonces desconocido. Mi padre y mi madre eran de Lota pero yo no, sin embargo, ese día sentí a Lota como si fuera mi tierra, y me pregunté ¿Cómo se puede ayudar a Lota sin ser un ciudadano de esa ciudad?. La respuesta me la dio mi querido hijo Luciano. Mi hijo con ayuda del profesor Estrada, elaboraron este libro que tengo en mis manos. Se llama “ Los cuchillos largos de Videla”, haciendo alusión a la noche de los cuchillos largos de Hitler con el período de este caballero que ojalá esté con don Sata. Como sabrán mi hijo ha muerto de neumonía. Es curioso y es injusto que una madre ya anciana de 92 años, tan cerca de su ocaso, tenga que enterrar a un hijo cuando debiera ser al revés. Mi hijo Luciano dejó todo por este libro. En él está la historia de su abuelo Luciano torturado en Pisagua y de la muchachita hija de la mina y la muerte, en él está su propia historia, la de un hombre que ama esta tierra sin haberla conocido nunca y sin embargo, era tan suya porque la historia de la vida es la misma, sólo cambian los personajes y los lugares. Hoy tengo el honor de dar a conocer al mundo la obra de mi muchacho que también es mi historia, es nuestra historia.
Creo que el ciclo se cierra. Ahora puede descansar la muchachita, el abuelo Luciano, sus compañeros que bañan esta tierra y el norte de nuestro país, mi hijo, Lota, y ahora puede descansar Esperanza, esta mujer nacida bajo los sueños de mi padre. Es hora de que la locomotora me lleve a mi destino final, ya compré el pasaje, sólo espero su llegada.


































MATAR A LAURA.



Había una vez, y fue suficiente, una mujer cuya hermosura resplandecía las noches del invierno de mi conciencia. La suavidad de su voz aquietaba la bestia que carcomía mis huesos. Tantas veces he visto la nieve caer y jamás me había parecido tan espeluznante, tan lóbrega, tan autista. La gran diferencia radica en que es la primera vez que veo la nieve sin la presencia de esta mujer. Ha muerto Laura y la bestia carcome mi conciencia.
- ¡Quiero que sepas que siempre estaré contigo! – dijo – mira, cuan hermosa es la nieve. Ven vamos a divertirnos.
¿Habrá sido para mi cumpleaños?. No recuerdo con precisión la fecha exacta del ultimátum recibido por los dioses. Mi niña hermosa se estaba muriendo. Un gran mal me estaba arrebatando la luz de mis ojos.
No hubo tiempo para despedidas, ni remordimientos. Una noche primaveral se estaba hiendo y con ella la vida de Laura.
He aquí mi gran tragedia. Una muchacha todavía tan inocente era violada en el destino de los muertos, una flor que recién crecía era arrancada cruelmente por el jardinero. Es imposible percibir su partida cuando todavía no entendía por qué se había enfermado. ¡Ni una sola lágrima cayó por mis mejillas por su muerte! ¿Soy un monstruo?. Entre una de mis tantas pesadillas fue cuando obtuve una respuesta: Laura había muerto para todos, pero seguía viva en mi conciencia, podía sentir su presencia, tocarla, abrazarla, escuchar su voz, contemplar la nieve y otras rutinas que hacíamos a diario. A pesar de que estuve presente físicamente en su entierro, que fui testigo de su muerte y que estuve en su velorio, todavía no la había matado.
Fue un asunto de suma urgencia poner fin a esta trágica situación. Debía matar a Laura, a la niña de mis ojos, debía contar su historia, pero no la verdadera porque era un tesoro impenetrable guardado en mi alma, sino una nueva. Era necesario matar a Laura. He aquí mi historia. La historia de su muerte. La historia de cómo maté a Laura.
Ocurrió en una época mágica, en un lugar mágico y con personajes mágicos. Se remonta a los inicios del Kabuki. Es algo inevitable no ser un poco subjetivo en esta historia, puesto que a Laura le encantaba todo lo que hiciera alusión a la cultura japonesa. Asumo el riesgo, es mi historia, mi asesinato.
Un poco de cultura. El Kabuki, es una forma popular de teatro japonés creada en 1568 por Okuni, una sacerdotisa que daba espectáculos de danza con su grupo femenino en Kioto. Este tipo primitivo de kabuki había vulgarizado elementos de las obras del teatro y, debido a su naturaleza erótica y a la prostitución asociada con él, en 1628 fue prohibida la aparición de mujeres sobre el escenario.
Los papeles femeninos fueron entonces encomendados a niños o jóvenes, pero finalmente también se les prohibió aparecer sobre el escenario por razones similares. En 1664, en Osaka, se desarrolló un tipo más refinado de kabuki, en el que actuaban hombres maduros. Esto derivó en la recreación de un retrato femenino altamente estilizado para la escena que es conocido como onnagata. Más allá de las convenciones, el kabuki siempre ha descansado sobre el arte del actor, apoyado en sus interpretaciones de gran exaltación. El estilo de interpretación va desde la frágil sensualidad en los papeles femeninos, hasta la rimbombante exhibición de poder de los papeles masculinos, que exige grandes voces profundas. El momento de mayor intensidad emocional se expresa a través de una imagen congelada llamada mie.
Mi querida Laura, una actriz de gran linaje, se vio evidentemente ofuscada cuando prohibieron a las mujeres representar papeles en los aclamados kabuki.
Una cualidad que siempre he destacado en ella, ha sido la gran capacidad de tenacidad que tiene para enfrentarse a los problemas. Admirable es su paciencia y sobre todo su actitud para sobreponerse a las tormentas.
Las grandes obras de kabuki fueron escritas en el siglo XVII por Chikamatsu Monzaemon. Algunas de sus obras más populares representaban el doble suicidio de los amantes. Pero los dramaturgos no eran apreciados por los actores de kabuki, que da más importancia a los trabajos de interpretación y representación. Si una obra proporcionaba poco espacio para la demostración de su talento interpretativo, no tenían ningún problema en cambiar escenas enteras. Finalmente, Chikamatsu se desesperó al ver sus obras desdibujadas y se dedicó a escribir teatro de marionetas bunraku. El kabuki es un espectáculo suntuoso: los actores llevan un vestuario extravagante, un maquillaje estilizado y enormes pelucas. Las entradas importantes en escena son realizadas a través del hanamichi, una rampa elevada que parte desde el fondo del auditorio y llega hasta el escenario. Los efectos escénicos elaborados, como el cambio de escena por transformación, son frecuentes y para este fin se inventó en el siglo XVII el escenario giratorio.
Mi querida Laura dispuesta ha sobreponerse a este ultimátum dado por las autoridades, tiene la brillante y arriesgada idea de hacerse pasar por un actor. La niña de mis ojos, una de las mujeres más hermosas que han existido a mi contemplación estaba dispuesta a correr el riesgo de convertirse en la triste figura de un hombre, de un ser tan desfigurado por el destino, en una especie de animal. Era algo inconcebible, era algo propio en mi querida Laura.
Y así de un día para otro, mi querida niña se encontraba recorriendo el país con la compañía de teatro. Era una actriz tan extraordinaria que no le fue difícil interpretar durante tantos años el papel de un hombre. Había jornadas en que el absurdo llegaba al máximo, cuando debía representar a una mujer. Una actriz que para trabajar tiene que convertirse en un hombre debe ahora representar a una mujer, es de lo más curioso y gracioso que me había tocado presenciar. Pero así era ella. ¿Te acuerdas de la primera vez que la viste?. Mi memoria no me falla. Fue cuando estábamos de vacaciones. Como yo era un niño atípico al resto, pues prefería leer, escribir, en vez de andar jugando por la calle o bañándome en el balneario, no era ninguna novedad que me divisaran en la Biblioteca, escudriñando los diversos libros, devorándomelos, ensimismado en ellos. Era una mañana de invierno, un frío intenso helaba a los más aventurados que se atrevieran a salir de su casa.
- ¡Hola!, ¿La ciudad y los perros?... es un interesante libro – dijo mientras se sentaba en mi mesón. – me llamo Laura y tú.
- Si es un interesante libro – dije - ¿cómo están tus vacaciones?
- Bonito nombre... un nombre santo ja, ja. – dijo – había tomado mi brazo izquierdo con sus frágiles manos – bastante congeladas están las vacaciones... ¿siempre vienes a la biblioteca?
- Si hace frío. – dije – todos los días vengo a la biblioteca. Es mi segunda casa
- Me tengo que ir. Nos vemos mañana entonces – dijo – bonito nombre, se ríe, se para, sale al corredor rumbo a la puerta de salida. Se detiene un momento. Pudo ver como la miraba fijamente. Me volvió a sonreír y con su mano hace el habitual gesto de despedida y se va hasta que ya no puedo verla por la ventana. Adiós Laura digo y vuelvo a mi libro. La ciudad y los perros me esperaba.
Mi querida Laura era la estrella de la compañía de teatro. Paradójicamente era uno de los hombres más hermosos del Japón. Tenía que controlar las ganas de reírme cuando veía a centenares de señoritas y también señoras, haciéndole la corte a Laura. Ella me miraba y sonreía. Era nuestro secreto. Yo también trabajaba en la compañía. Era un músico. No era sobresaliente ya que me desconcertaba la idea de ser descubierto el engaño.
Samisen, se llamaba el instrumento japonés de cuerda pulsada y sin trastes que yo tocaba. En la antigüedad lo usaban los cantantes callejeros y las geishas. Tiene un cuerpo pequeño rectangular con lados redondeados, un mástil largo y delgado y tres cuerdas de seda o nailon afinadas por cuartas o quintas por medio de clavijas de marfil. Las dos caras están cubiertas por piel de gato. Se toca con un plectro grande con forma de hacha. Está construido por partes por lo que puede desmontarse para transportarlo. Se utiliza para acompañar narraciones, incluyendo el teatro de títeres japonés. También acompaña los poemas cantados hauta y haga-uta, que forman parte del teatro kabuki del siglo XIX. Aparece asimismo como instrumento de concierto.
- No sé qué hacer Laurita. – dije - ¿por qué me pasa esto a mí?
- No me preguntes el por qué, pregúntate para qué. – dijo – su mano en mi mejilla izquierda secando mis lágrimas. – ten fe, vamos a salir adelante.
- No sé que haría si tú no estás conmigo Laurita – dije – la abrazaba, la besaba, lloraba – si tú no estás creo que me muero.
- No seas tontito. – dijo – estaba sonriendo – si algún día nos tenemos que separar será solo en el espacio físico. Siempre estaremos juntos. Siempre.
- Gracias
- ¿Por qué?
- Por ser la luz de mis ojos.
- Mi niño tú eres la luz de mis ojos – dijo – nos abrazamos y dejamos que el tiempo transcurriera.
No importaba nada, ni nadie. Yo tenía a Laura y era todo lo que importaba. No sé si la amaba, creo que el sentimiento era más fuerte que una relación amorosa, éramos dos gotas de agua que siempre quisimos ser una. ¿Y ahora que hago sin ti?
El modo de ser de los individuos y todo ese conjunto de acciones que llevan a cabo para adaptarse a su entorno, era lo que nos hacía únicos.
La conducta es la respuesta a una motivación en la que están involucrados componentes psicológicos, fisiológicos y de motricidad. Para nosotros era la forma de ser uno en cuerpo, alma y espíritu.
La conducta de un individuo, considerada en un espacio y tiempo determinados, se denomina “comportamiento”. Para nosotros era pureza, era el simple acto de pensar, sentir, sufrir y soñar igual que el otro.
Durante mucho tiempo han pensado que gran parte de la conducta humana era instintiva: el individuo a lo largo de su vida llevaba consigo un repertorio de respuestas organizadas que se adecuaban a las diferentes situaciones. Para nosotros la palabra instinto tenía un carácter más puro, como el naturalismo de Rousseau, nuestras conductas eran complementarias. No puedo negar que mi conducta hacia el resto era diferente. Otro punto a favor de mi querida Laura por ser siempre la misma mujer.
Sin embargo, sabemos que a los instintos se superponen las respuestas aprendidas, y que la conducta instintiva es característica de las especies animales, aunque éstas puedan también desarrollar pautas de conducta aprendidas. Es curioso, rescatar estos extractos de un libro de Psicología para explicar y más bien defender nuestra conducta tan innata, tan animal como es catalogada por los psicólogos, tan perfecta para nosotros.
Es necesario que mate a Laura para seguir viviendo.
Nuestra compañía pertenecía al movimiento artístico que dominaba en aquella época. Por lo que el éxito de Laurita poco a poco comenzó a expandirse por toda la isla. El movimiento se llamaba Ukiyo-e. Era un movimiento que dominó en el arte japonés, desde el siglo XVII hasta el XIX. El Ukiyo-e que en japonés, significa “mundo flotante” es un estilo llamado así porque representa las fantasías y las vidas cambiantes de la gente corriente, de los actores, cortesanas así como de otros habitantes del país, y que parodian los proverbios budistas sobre la inconstancia y la transitoriedad de la naturaleza de las cosas. Este estilo coincide con el próspero periodo Edo (1600-1868), cuando las editoriales adoptaron las técnicas de impresión desarrolladas en otros países que producían en masa imágenes a buen precio para los mercaderes urbanos y los gremios que florecieron bajo el auspicio de la dinastía Tokugawa. Los artistas crearon diseños para estos grabados, los cuales eran reproducidos en bloques de madera de cerezo y grabados por expertos artesanos. Se podían imprimir de cada bloque más de 10.000 copias. A pesar de que existían diferencias, todos pintaban de la misma manera, dentro de un mismo estilo. En cuanto a la decoración, creó ilustraciones de moda, calendarios, tarjetas de felicitación, libros ilustrados, guías de viaje y de entretenimiento, pornografía y material que promocionaba el teatro kabuki, burdeles, salones de té y restaurantes frecuentados por los ciudadanos del periodo Edo.
Los precedentes de este tipo de diseño, datan de 1650, de libros ilustrados, especialmente asociados con las guías populares de entretenimiento, la shunga, estampas de primavera, y libros eróticos.
No existe mentira que no salga a la luz. Mi querida Laura fue descubierta en su gran obra de arte que hacía todos los días. Un mensaje mortal cayó en sus manos. Una sola palabra para traer la muerte consigo: Harakiri.
El Harakiri que en japonés, significa “abrirse el vientre”, es una práctica japonesa de suicidio ritual por destripamiento, en origen restringida consuetudinariamente a los nobles y adoptada más tarde por todas las clases. El término también se utiliza para designar cualquier suicidio cometido en aras del honor personal. El harakiri tiene sus orígenes en el Japón feudal, cuando lo practicaban los samurai, o nobles guerreros, para eludir el deshonor de caer capturados por sus enemigos. Más tarde se convirtió de hecho en un método indirecto de ejecución, según el cual, cualquier noble que recibía un mensaje del micado, por el que se le comunicaba que su muerte resultaba esencial para el bien del imperio, se hacía el harakiri.
En la mayoría de los casos de los denominados harakiri obligatorios, el comunicado imperial iba acompañado de una daga ricamente adornada para que fuera utilizada como instrumento del suicidio. Era horrible la daga que le habían dado a mi niña. Al infractor se le concedían un determinado número de días para preparar la ceremonia. A mi niña sólo le dieron un día. En casa del noble ofensor, o en un templo, se levantaba un estrado que se cubría con alfombras rojas. Ahí estaba mi querida niña. Al comenzar el acto final, el noble, ataviado con atuendo ceremonial y asistido por un grupo de amigos y oficiales, ocupaba su lugar en el estrado. Postrado de rodillas, rezaba sus oraciones, recibía la daga de manos del representante del emperador y públicamente confesaba su culpa; por favor Laura, no confieses nada. Entonces, desnudándose hasta la cintura, todavía hay tiempo Laura, hundía la daga en el costado izquierdo del abdomen, ¡por favor!, la desplazaba lentamente hacia el costado derecho y efectuaba una incisión ligeramente ascendente. Siempre tan segura aún en tu muerte. En el último momento, un amigo o familiar decapitaba al noble moribundo. Perdóname Laura, pero no pude hacerlo. A continuación, era costumbre enviar la daga ensangrentada al emperador como prueba de la muerte del noble por este método. Si el transgresor se hacía voluntariamente el harakiri, es decir, actuaba según el dictado de su conciencia culpable en lugar de por mandato del emperador, su honor se consideraba restituido y todas sus posesiones pasaban a manos de su familia. Por el contrario, si el harakiri venía ordenado por el emperador, la mitad de las posesiones del muerto quedaban confiscadas por el Estado.
Cuando lo practicaban individuos de todas las clases sociales, el harakiri servía con frecuencia como gesto supremo de devoción hacia un superior que hubiera fallecido, o como forma de protesta contra algún acto o medida gubernamental. Esta práctica llegó a estar tan difundida que, durante siglos, se producían unas 1.500 muertes al año por este método; más de la mitad de ellas eran actos voluntarios.
El harakiri como forma de suicidio obligatorio quedó abolido en 1868. En épocas modernas es raro que se produzca como medio de suicidio voluntario. Sin embargo, muchos soldados japoneses recurrieron al harakiri durante los últimos conflictos bélicos, incluida la II Guerra Mundial, para eludir la ignominia que suponía la derrota o el cautiverio.
¿A quién engaño?. ¿Quién puede creer que mi querida Laura haya tenido esa muerte?. La puedo matar de mil formas. Puede morir atropellada, ser secuestrada, asesinada en un robo, morir al nacer, de un ataque cardíaco, secuestrada por los marcianos y cualquier otra locura que salga de mi cerebro pero todas ellas no son más que basura, porquería, inmundicia. Una herejía a su nombre.
He decidido matar a Laura sin darme cuenta de que mi niña jamás estará muerta mientras yo tenga vida. Después de todo, si fuimos dos gotas de agua que fueron sólo una.



A mi niña Laura que vive en mi poesía.

































BILIS NEGRA.




Una retrospectiva es una exposición que muestra las obras antiguas de un artista, una escuela o una época. La palabra proviene del latín retrospicere, que significa “mirar atrás”, por lo tanto podemos referirnos a esta palabra como mirar al tiempo pasado.
Será una mirada superficial, muy subjetiva, demasiado personal, que no hará más bello ni horrible el relato, ni siquiera gozará de una estética aceptable, prefiero ser grotesco, sin desteñirme ante el morbo, pero sincero. Es bueno dejar que la corriente fluya para que salgan las impurezas que puedan existir, el iceberg de los problemas debe ser llevado placenteramente en este recorrido. Simbólicamente, dejaré que el problema se presente por sí sólo, porque tiene vida, porque es independiente de mi organismo. Es un parásito, como la mayoría de los humanos, como los problemas, como los malditos sentimientos; han dado la alarma, y el tren emprende su recorrido. Agradece, es un viaje gratis.
Nuestro destino será la melancolía. La palabra Melancolía, es una palabra que deriva del griego mélaina, (negra), y kholé, (bilis). Se conoce como bilis negra o atrabilis, y designa un estado emocional que se caracteriza esencialmente por una profunda tristeza. El motivo que me ha llevado a escribir este relato.
Como dije la retrospectiva nos acerca de modo superficial al meollo, a la cumbre del problema, a la bilis negra que será nuestra meta.
El significado etimológico de la palabra melancolía remite a la teoría fisiológica antigua de los cuatro humores: bilis negra, bilis amarilla (o roja), sangre y flema. Señala la historia que según el mayor o menor equilibrio entre esos humores, se hablaba del estado de salud de los individuos. Durante la edad media tuvo gran difusión la llamada caracterología humoral, que atribuía al predominio de uno u otro humor una determinada configuración psicológica: melancólicos, coléricos, sanguíneos y flemáticos.
Nuestro camino nos aventura hacia el primero de estos humores. Los otros tres son de baja monta ya que su fin es más o menos previsible. Pero, ¿Quién puede predecir como actuará un melancólico?. Ni siquiera el más imaginativo puede aventurarse a dar una hipótesis sobre el particular. La bilis negra impide, a pesar de unas características observables, revelar su forma de actuar y sobre todo de dañar a lo que le rodea. No seamos ingenuos. Los melancólicos dañan al ambiente.
Por otra parte, se estableció una correspondencia entre los cuatro humores y los astros: Marte aparece como rector de la bilis roja; Júpiter de la sangre; la Luna de la flema; y Saturno de la bilis negra o melancolía. La relación con Saturno tiene una tradición que arranca en el siglo IX, entre los escritores árabes, y se extiende durante el resto de la edad media y el renacimiento a través de las manifestaciones literarias y en la iconografía. Escritores contemporáneos, como Paul Verlaine, han continuado esta asociación entre los melancólicos, tristes e imaginativos, y la influencia de Saturno. Sin duda, este vínculo permanece en varios términos que reflejan de manera más o menos directa la filiación etimológica: una persona ‘soturna’ o ‘saturnina’ tiene un carácter triste y taciturno. Los colores del planeta —oscuro y negro—, así como su frialdad y sequedad se relacionan con la tendencia a la melancolía.
Investigadores han analizado la larga tradición del tema a través de la literatura y las artes plásticas. Desde el punto de vista literario sobresalen, entre otros ejemplos, los personajes melancólicos creados por Cervantes y Shakespeare. Proverbiales resultan, en tal sentido, el humor melancólico español y el spleen inglés. Desde el punto de vista artístico, destacan Durero, Lucas Cranach, Matthias Gerung.
Una vez conocí a un melancólico. Mi memoria me falla para recordar su nombre o aún peor, no recordar si lo conocí en mi vida rutinaria o en las fantasías de mis sueños. Mi querido amigo melancólico, a quién llamaré Pau, me contó su gran secreto: “Para sobrevivir en estos dos mundos, el de tu interior y el exterior, es necesario representar a otra persona. Debes cambiar de rol sino quieres que ella te consuma”. Sus palabras retumban en mi conciencia fidedignamente. “ Te miento si te digo que es fácil, pero es la única salida”. Las palabras de Pau hacen alusión a una representación, a un cambio de rol, a una especie de un nuevo yo.
Para un escritor es fácil o tal vez sea difícil dependiendo de cada situación, intercambiar entre su nombre y su alter ego, que viene a convertirse en su otro yo. Imagínense si fuera un escritor melancólico. Aparte de tener su alter ego, debe tener otro yo. Un yo que le ayude a sobrevivir entre los dos mundos de los que nos habló mi amigo Pau. La vida del melancólico, sigue dominada por su bilis negra.
Robert Burton publicó en 1621, un libro titulado “Anatomía de la melancolía”, libro en el que afirma que “la melancolía (...) está en la disposición o en el hábito (...). Y de estas disposiciones melancólicas no está libre ningún hombre viviente”.
Si esto es verdad, creo que nuestro viaje no será solamente una retrospectiva personal, sino que también de cada amigo o desafortunado que lea esto.
Estoy dispuesto a llegar al destino final de este viaje. Hablan de melancolía como si fuera la pandemia universal de nuestras existencias y es curioso que no se haya manifestado en este humano. Quizás en esta retrospectiva encuentre indicios de su paso por mi organismo. Quizás encuentro que yo he sido otro, que soy otro. Como señaló Pau, es necesario representar a un nuevo yo para sobrevivir. Me angustia y a la vez me excita llegar cuanto antes a la meta.
El psiquiatra alemán Emil Kraepelin relacionó la melancolía con la psicosis maníaco depresiva, lo que vulgarmente se conoce como nuestra querida Depresión, que no es más que un trastorno que puede aparecer después de un periodo prolongado de melancolía.
He encontrado un término adecuado para esta representación de la que nos habla mi amigo Pau. Se trata de una “Performance”, palabra proveniente del inglés que significa una “representación”. Es un término que describe una práctica artística que consiste en “representar” ante un público y en directo una obra de arte, o en considerar simplemente el evento que constituye esta representación como una obra de arte en sí misma. Es, por lo tanto, la realización de una acción en el transcurso de la cual el artista asocia generalmente diferentes formas de expresión, tales como la danza, la música, el teatro o el cine, para realizar una puesta en escena en la que a menudo se incluye una parte de improvisación. Sería muy macabro pensar que vivimos en una constante performance. Pero esta idea tan descabellada en su génesis no puede ser descartada por su utopía. Estamos lejos de llegar al alcance real de lo que existe bajo la palabra imposible. Por lo que existen esperanzas.
El arte de la performance había sido practicado anteriormente: ya los futuristas, con Marinetti, y después los dadaístas habían insistido en la implicación física del artista y su relación con el público y proclamaban la soberanía del acto creador. Posteriormente, diversas manifestaciones ligadas a movimientos de vanguardia, tales como Fluxus, las acciones públicas del grupo japonés Gutai, las antropometrías de Yves Klein, el Body Art y, sobre todo, los happenings de John Cage establecieron las premisas determinantes del arte de la performance.
Allan Kaprow bautiza con el nombre de happening a un evento que se organiza una única vez, en general al aire libre, y en el que los participantes ejecutan unas instrucciones desconocidas hasta el momento para ellos. El descubrimiento y la sorpresa desempeñan aquí, en efecto, un papel primordial. Los primeros happenings tuvieron lugar en la Black Mountain College, una escuela de arte experimental estadounidense, donde John Cage defiende un “arte que no sea algo diferente a la vida sino una acción en la vida”, creando así en 1952 una obra totalmente innovadora, de 45 minutos de duración, en donde una persona lee un texto, otra persona baila y una tercera produce sonidos, todo ello después de un mínimo ensayo.
Dos particularidades intervienen en toda performance: por una parte, la disparidad de elementos en juego, al estilo de un collage, que consiste en yuxtaponer objetos o accesorios habitualmente disociados o diferentes soportes artísticos; por otra, la realización “instantánea” de la obra, su espontaneidad, de la que sólo se conservarán fotografías, un vídeo o los elementos del decorado utilizado. Por otra parte, es necesario precisar que la performance no requiere una técnica particular por parte del artista, ya que reivindica la autonomía de la acción artística frente a la actividad pictórica, basada en un conocimiento preciso (pintura, escultura). Otros aspectos pueden añadirse a estos dos principios, el principal, una voluntad de provocación que implica el poner en tela de juicio los sentidos, el cuerpo o los comportamientos sociales tradicionales.
El arte de la performance ha incluido multitud de prácticas destinadas a afirmar una identidad artística. La tendencia a la multidisciplina iniciada en la década de 1960 continúa. Los participantes utilizan con frecuencia un medio de expresión que no les resultaba familiar hasta el momento: un actor o un escritor se expresa mediante la película o la coreografía, mientras que un bailarín recurre más, en caso necesario, al lenguaje que al movimiento. El género refleja asimismo la influencia del minimalismo, que se caracteriza por una utilización mínima de medios, y del arte conceptual, que confiere mayor importancia al proceso creativo que a la obra acabada.
A estas alturas son muy pocos los pasajeros que quedan en el tren, y pensar que iba repleto cada vagón. Podría decirse que la locomotora me lleva personalmente a mi destino. Creo que han descubierto que las performances de sus vidas son tan reales como la existencia de Dios o el Diablo. Indudablemente han descubierto que viven embrujados por sus propias representaciones. Nos acercamos a nuestro destino. Lo dice una voz por los altoparlantes, bienvenido a ciudad Melancolía. Una niebla muy densa me impide ver a sus habitantes. ¿Cómo serán?, Creo que son como todos.
El primero en estudiar la melancolía fue el psiquiatra francés del siglo XIX Jean-Étienne Esquirol, que la integró en el grupo de las monomanías, enfermedades mentales que poseen un núcleo central predominante como, por ejemplo, la obsesión.
Los primeros síntomas son la astenia, es decir, debilidad, cansancio, falta de apetencia e insomnio. Es raro pero no me siento cansado, ni siquiera débil por el agotador y largo viaje. ¿Estaré acostumbrado?. Posteriormente, el enfermo inhibe su pensamiento y ralentiza los procesos intelectuales. Cada vez habla menos, pudiendo llegar a enmudecer del todo. Es curioso recordar que durante toda esta travesía no he hablado con nadie. Sólo conmigo, con mi mente.
La melancolía puede llegar a ser una enfermedad peligrosa, ya que el deseo de muerte es constante y existe la posibilidad de que el enfermo cometa actos desesperados, como el suicidio. Se detiene el tren. Por el altoparlante escucho las últimas instrucciones que da esa voz misteriosa. Al bajar de mi vagón me doy cuenta que soy el único que ha llegado hasta la meta. Una niebla espesa acompañada de los silbidos de un viento amenazante, ¿Habrá tormenta?, Reducen a cero el entusiasmo que he tenido durante todo mi trayecto. Era tan fuerte el gruñir del viento, que no he oído cuando partió la locomotora de regreso a mi antigua ciudad. La ciudad está desierta. Camino por unas calles interminables. Poco a poco el cansancio se va apoderando de mi organismo. Es mejor sentarse y esperar. Esperar alguna señal de vida, algo que renueve mis fuerzas. El querido viento trae en su andar un sobre amarillento que cae muy cerca de mis pies. Una extraña curiosidad me impulsa a recogerlo. Es un sobre cerrado. Me acerco a donde la claridad me permita ver que dice en su remitente. “Para el único señor que llegó hasta ciudad Melancolía”. Mira hacia los lados para ver de donde proviene este sobre pero la neblina está decidida a hacerme la pelea. Alguien había dejado un sobre para mí. ¿Cómo es esto posible?, ¿Cómo sabían que llegó solamente un hombre a esta ciudad si no se veía nada?. Ensimismado en mis pensamientos mientras mis manos de manera instintiva abrían ese sobre amarillento. No era una carta, ni siquiera eran instrucciones sobre donde pasar la noche, encontrar comida y otros asuntos de importancia. Sólo era una notita que tenía una sola palabra: Brainstorming. ¿Qué es Brainstorming?. Para alguien que dijo que no alcanzaba nuestra mente a comprender todo lo que existía bajo la palabra imposible, me pareció lógico encontrarme en una banqueta un diccionario español – inglés. Mi querida palabra dada por las autoridades de esta ciudad, significaba “tormenta de ideas”.
¿Una tormenta de ideas?. La única tormenta era la que pronto llegaría a esta ciudad Melancolía. Recuerdo una performance en la cual teníamos que improvisar. Ahora recuerdo claramente cómo analizábamos con mis queridos camaradas de estudios sobre la manera de estudiar correctamente, ¿Estaba Pau entre ellos?, Me acuerdo que surgieron un sinnúmero de ideas, que fuimos asociando hasta llegar a una conclusión. “Para tu representación debes analizar muy bien quien quieres ser”, “ un consejo que te doy es que primero realices una técnica de creatividad que busca nuevas soluciones a los problemas por medio de asociaciones libres y manifestaciones sin criterio establecido, una lluvia de ideas”. Pau claramente me había contado sobre una lluvia de ideas, que viene a ser lo mismo que una tormenta de ideas o una brainstorming.
“ La lluvia de ideas comienza con la presentación de un problema individual. Inmediatamente, se debe asociar nuevas ideas en relación con cada propuesta dada anteriormente hasta llegar a una conclusión. En este caso a la representación de nuestra vida”. Una lluvia de ideas. Eso quiere decir que... intentemos algo. Haré una lluvia de ideas para representar a mi nuevo yo. La haré conforme a mis sentimientos. He aquí las palabras de mi tormenta de ideas: Injusticia, problemas, libertad, tristeza, vida, cansancio, muerte, extinguir, infinito, posible.
He aquí la mejor conclusión sacada en base a estas palabras: “El problema de la injusticia provoca una tristeza en mi vida que extingue mi libertad hasta un posible e infinito cansancio mortal”.
Definitivamente, la bilis negra se ha apoderado de este hombre.



A las performances de la vida.















KAESERZETA (K-SRZ).



El reloj marcaba las 06:55 a.m. ( y el punto de encuentro sería a las 07:00 a.m.), sólo faltaban cinco minutos y todo esto habrá terminado. Se encontraba sumamente nerviosa, hace dos noches que no podía dejar de pensar en este momento, la vigilia ha agudizado sus instintos, el plan está minuciosamente detallado en su cerebro, a cada instante lo recordaba temiendo olvidarse de un detalle, pero era imposible olvidar un plan que ella misma había elaborado. Se encontraba escondida entre la espesura del bosque, la querida niebla matinal también colaboraba con su propósito, cualquiera pensaría que estaba todo dado para que su plan tuviera éxito, cualquiera menos ella. No confiaba en nadie, menos en el destino.
K-SRZ era el nombre de esta operación secreta. Cada letra representaba a una organización que conformaba esta confabulación contra el presidente de México.
El magnicidio se llevaría a cabo en unos instantes. Todavía tenía tiempo para dar un último repaso a su plan.
La letra K es la inicial de un grupo terrorista llamado “Ku Klux Klan”. El Ku Klux Klan, es una organización terrorista secreta creada en los estados sureños de Estados Unidos durante el periodo de la Reconstrucción que siguió a la Guerra Civil estadounidense y que se extendió geográficamente en el siglo XX. El Klan original fue fundado en Pulaski, Tennessee, el 24 de diciembre de 1865, por seis antiguos oficiales del Ejército Confederado que dieron a su sociedad un nombre adaptado de la palabra griega kuklos (“círculo”). Aunque la organización tuvo en sus comienzos un carácter social de tipo lúdico, sus actividades pronto se dirigieron contra los gobiernos republicanos de la Reconstrucción. Los miembros del Klan creían en la inferioridad innata de los negros y por tanto estaban resentidos por ver a antiguos esclavos en condiciones de igualdad social y a menudo accediendo a cargos de importancia política, por lo que se convirtió en una organización ilegal comprometida a luchar contra la política de los republicanos desde Carolina hasta Arkansas. Ataviados con túnicas y ocultando sus rostros con capirotes blancos, los hombres del Klan actuaron contra los cargos públicos y contra los negros en general para evitar que votaran, accedieran a cargos públicos o ejercieran sus recién adquiridos derechos civiles. Habitualmente quemaban cruces en colinas o cerca de las casas donde vivían aquéllos a quienes deseaban atemorizar. Cuando tales tácticas fallaban y no producían el efecto deseado, eran capaces de azotar, mutilar y asesinar a sus víctimas. Estas actividades las consideraban necesarias para defender la supremacía blanca.
Se supone que a las 07:00 a.m. debe pasar el automóvil del presidente por este lugar. Como todos los días, tendrá su paseo matutino junto a sus dos guardaespaldas. Sólo debo esperar el momento en que se quede solo y entonces, mi querido presidente, lloraremos por tu partida.
Una convención secreta celebrada en Nashville, Tennessee, en 1867 designó al Klan como el “Imperio Invisible” y eligió al gran brujo del Imperio, que ostentaba el poder absoluto de la organización y era ayudado por diez “genios”.
Las organizaciones locales, llamadas klaverns, se tornaron tan incontrolables y violentas que el gran brujo, el antiguo general confederado Nathan B. Forrest, disolvió oficialmente el Klan en 1869. Sin embargo, las klaverns continuaron operando por su cuenta. En 1871, el presidente Ulysses S. Grant apeló a todos los miembros de organizaciones ilegales para que dejaran las armas y se disolvieran. A partir de ese momento fueron arrestados cientos de miembros del Klan y numerosas klaverns desaparecieron. El nombre, rituales y algunas actitudes del Klan original fueron adoptados por una nueva organización surgida en Georgia en 1915. Fundada por el antiguo pastor metodista, coronel William Simmons, su denominación fue Imperio Invisible, Caballeros del Ku Klux Klan. Se aceptaba como miembros a todos los blancos, varones y protestantes, a partir de los 16 años de edad; quedaban excluidos los negros, católicos y judíos, todos los cuales fueron difamados y perseguidos por parte de la organización. Durante el periodo de depresión económica que siguió a la I Guerra Mundial, el Klan se expandió en las áreas urbanas y tuvo gran actividad en la mayor parte de los estados del Sur. En esta segunda etapa, el Klan cumplió sus objetivos, y además de los negros, persiguió a católicos, extranjeros, liberales, sindicalistas y huelguistas, por considerarlos elementos subversivos para los valores estadounidenses, manteniendo la simbología, actividades y actitudes coactivas del grupo fundador.
- Necesitamos que el plan tenga éxito. Tu querido presidente no puede seguir hablando contra los Estados Unidos, es necesario callarlo, supongo que entiendes el problema.
- Me importa un pito lo que haga el presidente, yo sólo quiero que se cumpla con lo acordado.
- No te preocupes, te mandaremos el dinero a donde tu dijiste.
- Entonces, prepare su mejor traje para ir al funeral senador.
Las revelaciones en la prensa de los crímenes y coacciones cometidas por el Klan condujeron a una investigación por parte del Congreso en 1921. Desde ese año, el Klan experimentó un rápido incremento de sus miembros y su influencia política abarcó todo el país, alcanzando la cifra de 3 millones de miembros en 1924.
A mediados de la década de 1920, los conflictos internos y la inmoralidad y violencia del Klan perjudicaron seriamente su reputación, con lo que aumentó la oposición política a sus actividades. Hacia 1929, y tras ser conminado por el Tribunal Supremo a respetar la legislación relativa a la prohibición de asociaciones secretas, la organización quedó reducida a unos cuantos miles de miembros. Durante la depresión económica de la década de 1930 el Klan actuó principalmente contra los sindicalistas de los estados del Sur. También amenazaba con castigar a los negros que ejercieran su derecho al voto. En 1940 el Klan colaboró con la Liga Germano Estadounidense (organización financiada por el gobierno de la Alemania nazi).
Con la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial, redujo sus actividades. En 1944 se disolvió formalmente cuando no pudo pagar los impuestos que debía al gobierno federal. El resurgimiento de sus actividades después de la guerra despertó un sentimiento público masivo de rechazo y el Klan se escindió en numerosos grupúsculos. El 17 de mayo de 1954, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que la segregación racial en las escuelas y colegios públicos era inconstitucional. Esto incitó al Klan a nuevos actos de violencia y a tratar de incrementar sus filas, pero no contribuyó a su unidad interna, ni a aumentar el número de sus miembros.
A finales de la década de 1950, a medida que ganaba fuerza el movimiento a favor de los derechos civiles y empezaba a disminuir la resistencia a la integración en todo el Sur, el Klan continuó oponiéndose tenazmente a dichos programas y continuó realizando actos de violencia racial, intimidación y represalias. Tras promulgarse la Ley de Derechos Civiles de 1964, experimentó un notable aumento de miembros, llegando a contar en 1965 con unos 45.000.
A mediados de la década de 1970 el Klan había recuperado cierta popularidad en el Sur. Algunos de sus miembros reconocidos se presentaron como candidatos a cargos públicos, obteniendo gran número de votos. En esos momentos, existían aproximadamente unas 15 organizaciones distintas. A finales de dicha década resurgió una oleada de violencia y en 1980 el Klan abrió una delegación en Toronto, Canadá. Se calcula que contaba con 5.000 miembros a finales de la década. Un antiguo gran brujo del Klan, David Duke, fue elegido para la Cámara de Representantes por Luisiana en 1989. En 1991 se presentó a las elecciones estatales para gobernador pero no tuvo éxito.
- Señorita, supongo que se da cuenta de su situación y sabrá que nadie vendrá a rescatarla. Deme los nombres de sus contactos con el Klan.
- Ed Williams. – dijo
- ¿El senador Ed Williams? – dijo el fiscal
- Sí, el senador Ed Williams. – dijo – un gran tumulto arrebató el silencio de la jornada. Lo que se decía en aquella sala era totalmente sorprendente e inesperado.
- ¿Quién más? – dijo el fiscal.
- John Robert Svarm. – dijo
- ¿El vicepresidente de los Estados Unidos? – gritaba el fiscal
- Sí, John Robert Svarm, el vicepresidente de los Estados Unidos.
La segunda letra es la “S” y corresponde a la inicial del grupo terrorista Sendero Luminoso. Como verán señores del jurado, señor fiscal y público, en este magnicidio no solamente operaron fuerzas norteamericanas, sino también sudamericanas y mundiales. El Sendero Luminoso, es un grupo terrorista peruano de ideología maoísta, creado en 1970 y cuya actuación comenzó a declinar en 1992, tras la detención de su principal dirigente, Abimael Guzmán.
La organización fue fundada en 1970, tomando su nombre de la declaración: “El marxismo-leninismo abrirá el sendero luminoso hacia la revolución”, hecha por el revolucionario e ideólogo peruano José Carlos Mariátegui en las primeras décadas del siglo XX. Al principio, fue una organización disidente de los antiguos partidos comunistas que contaban con el respaldo soviético y chino, para convertirse después en un grupo que basaría su actividad en acciones terroristas.
La organización se radicó en los Andes peruanos, donde encontró nuevos miembros entre los empobrecidos y abandonados campesinos. Hasta su detención en 1992, el máximo dirigente del movimiento fue Abimael Guzmán, quien concibió una estructura compleja para la organización que le permitió operar y evitar su destrucción. Desde su fundación, ha causado un número aproximado de 26.000 muertos en todo el país, siendo capaz de extender el alcance de sus acciones hasta las principales ciudades de Perú.
Efectivamente a las 07:00 a.m., llegó el automóvil presidencial. Como era de costumbre, el presidente bajó junto a sus dos guardaespaldas a caminar por el bosque. Estaba haciendo su habitual paseo matinal.
Su permanencia ha sido debido a varios factores. En primer lugar, durante mucho tiempo fue capaz de atraer a nuevos miembros; su represión de la disidencia en las zonas rurales llegó a ser despiadada; el Ejército acabó por distanciarse de la población a la hora de enfrentarse con la organización; por último, contó con la hábil dirección de Guzmán, un líder carismático.
Sendero Luminoso nunca se desvió de sus inclinaciones políticas extremistas, siguiendo los modelos comunistas establecidos por Iósiv Stalin y Mao Zedong, en la creencia de que el legado de ambos dirigentes había sido traicionado por los gobernantes que les sucedieron. Dos años después de la detención de Guzmán y el reconocimiento de la derrota por parte de éste, en 1994 se escindió de la organización la fracción denominada Sendero Rojo, cuyo segundo principal dirigente, Pedro Quintero Ayllón (miembro fundador de Sendero Luminoso) —“brazo derecho” de Óscar Ramírez Durand (llamado Feliciano)—, resultó detenido por la policía y los servicios secretos peruanos el 20 de abril de 1998. Las Fuerzas Armadas y la policía peruanas consiguieron capturar el 14 de julio de 1999 al propio Feliciano, que desde hacía siete años era el principal dirigente del diezmado grupo terrorista Sendero Luminoso.
- Nuevamente señorita, deme los nombres de sus contactos con esta organización. – dijo el fiscal.
- Abimael Guzmán – dijo – el tribunal casi se vino abajo tras escuchar este nombre.
- ¿Abimael Guzmán?, ¿Está segura? – estaba tan anonadado como todo el público que conformaba la sala – Abimael Guzmán está detenido señorita.
- Mi contacto fue Abimael Guzmán – sentenció – ¿Ya se olvidó que estaba unido con los Estados Unidos?. Le aseguro que no está detenido.
- ¡Eso es imposible! – dijo el fiscal – usted está mintiendo.
- No tengo por qué mentir. – dijo – quiero ver a todos esos hijos de puta en la cárcel como yo.
La tercera letra es la “R” que corresponde a la inicial de un grupo terrorista llamado Rote Armee Fraktion, “RAF”, que en español significa “Fracción del Ejército Rojo”. Es un grupo anarquista que llevó a cabo acciones terroristas en la República Federal de Alemania desde finales de la década de 1960. También conocido como “grupo Baader-Meinhof”, fue liderado por Andreas Baader (1943-1977) y Ulrike Meinhof (1934-1976). Su ideología, de corte anarquista, anticapitalista y antiestadounidense, se basaba en la creencia de que el terror podía desestabilizar al Estado.
En sus comienzos, la Fracción del Ejército Rojo se limitó a provocar incendios a pequeña escala, pero después de un periodo de entrenamiento en un campo de la guerrilla palestina en Jordania, regresó a Alemania dispuesta a emprender acciones mucho más violentas. En 1972, llevó a cabo una serie de asaltos a bancos y atentados contra instalaciones del Ejército de Estados Unidos y de la policía alemana. Baader y Meinhof fueron arrestados en junio de 1972. Mientras se realizaban las lentas diligencias para la celebración de su juicio, sus seguidores tramaban su plan de rescate. El secuestro de un político alemán, en febrero de 1975, fue utilizado como elemento de presión para conseguir que ambos dirigentes fueran puestos en libertad. Este éxito alentó al grupo a tomar la Embajada de la República Federal de Alemania en Estocolmo (Suecia) en el mes de abril. El canciller alemán Helmut Schmidt se negó a negociar y los terroristas volaron el edificio después de haber asesinado a dos miembros del personal de la Embajada.
Había pasado alrededor de media hora desde que el presidente se encontraba caminando con sus guardaespaldas por el bosque. Sabía que no me quedaba demasiado tiempo así que decidí actuar. Fue un error mío. Es cierto, maté al presidente, pero no alcancé a huir. Uno de los guardaespaldas me disparó en mi pierna derecha. La culpa fue mía por no haber seguido el plan minuciosamente como estaba elaborado. La muerte del presidente no me importaba. Lo importante era que me habían capturado.
Meinhof fue encontrada ahorcada en su celda en mayo de 1976, pero el proceso contra los demás integrantes del grupo prosiguió. Baader y sus compañeros fueron condenados a cadena perpetua en abril de 1977. Los restantes componentes trataron de intimidar a las autoridades para provocar la liberación de sus compañeros. En el otoño de 1977, fue secuestrado un empresario alemán, Hans-Martin Schleyer, al mismo tiempo que otros miembros de la Fracción del Ejército Rojo participaban en el secuestro de un avión de pasajeros de la compañía aérea alemana Lufthansa. Las autoridades germanas mantuvieron una actitud inflexible y su unidad antiterrorista, la GSG 9 (Grenzschutzgruppe 9), tomó por asalto el avión retenido en Mogadiscio (Somalia). Poco después de estos acontecimientos, Baader se suicidó y Schleyer fue asesinado.
Algunos subgrupos de la Fracción del Ejército Rojo sobrevivieron en la década de 1980, pero su apoyo fue menguando, y podría decirse que a comienzos de la década de 1990 (cuando ya había tenido lugar la unificación de la República Federal y la República Democrática de Alemania) dejaron de constituir una amenaza. De hecho, en abril de 1998, la organización anunció su disolución formal mediante un comunicado a la agencia de noticias Reuters.
- Usted me quiere decir señorita que este grupo sigue vigente actualmente y que tuvo un contacto con ellos en este magnicidio – dijo un fiscal cada vez más contrariado con las versiones de esta mujer.
- Así es señor fiscal. La Fracción del Ejército Rojo continúa operando secretamente desde que anunció su supuesta disolución. – dijo.
- ¿Quién es su contacto? – gritó el fiscal.
- Andreas Baader – dijo
- ¿Andreas Baader?, Eso es imposible. – gritaba el fiscal – él está muerto, se suicidó señorita, está muerto.
- Lo sé – tranquilamente contestaba. Le encantaba ver como sufrían de impaciencia y desesperación el fiscal, los del jurado y el público – pero su hijo no.
- ¿Su hijo? – volvió a rugir el fiscal.
- Sí, señor fiscal su hijo.
La última letra de esta operación es la “Z” y como deben suponer corresponde al grupo zapatistas. Los Zapatistas, son miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), organización armada mexicana constituida por campesinos pertenecientes a los grupos indígenas chamula, tzeltal, tojolabal, chol y lacandón, que en 1994 se rebeló a las órdenes de una pequeña cúpula militar, cuya cabeza visible fue el líder mestizo conocido con el nombre de subcomandante Marcos. La denominación del movimiento recoge, en su honor, el nombre del líder revolucionario mexicano de principios del siglo XX Emiliano Zapata. La rebelión se inició el 1 de enero de 1994 en el estado mexicano de Chiapas contra el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presidido por Carlos Salinas de Gortari, aprovechando que en esa fecha se producía la incorporación de México al Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC). El motivo de la sublevación fue la protesta ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país. Pese a ser uno de los estados mexicanos que posee mayores recursos naturales (petróleo, maderas, minas y tierras fértiles para la práctica agrícola), en Chiapas es donde la desigualdad entre los distintos sectores sociales se ha mostrado históricamente de una manera más patente, ya que su organización sociopolítica sigue apoyada en las viejas estructuras sociales y políticas de carácter autoritario y latifundista.
- ¿Es que no comprenden?. Todos estos grupos se unieron para liberar a México.
- ¿Liberarlo de qué? – bramó el fiscal
- Del despotismo.
La ocupación de diversos municipios fue respondida con el envío de tropas federales a las ciudades tomadas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), con enfrentamientos entre los indígenas y campesinos, de un lado, y el Ejército federal, de otro, en las principales ciudades del estado, incluidas San Cristóbal de las Casas y Ocosingo. Este clima de violencia hizo que el gobierno mexicano enviara mediadores como el ex jefe de gobierno (alcalde o regente) del Departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho, y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, quienes negociaron una salida pacífica al conflicto a cambio de ciertas concesiones, entre las que se encontraba la supresión del candidato del PRI al gobierno del estado, perteneciente a la oligarquía chiapaneca. La Iglesia de dicho estado apoyó el diálogo y se mantuvo al lado de los indígenas y campesinos, defendiendo sus derechos más básicos. No obstante la tregua obtenida, se abrió en la zona un clima de hostilidades que dejó sin solución el conflicto. El 19 de enero de 1996, el gobierno y la guerrilla alcanzaron el primer consenso: Incorporar en la Constitución el reconocimiento de la autonomía indígena. Meses después, el EZLN acordó transformarse en un grupo político para participar en una mayor democratización del país. Esta transformación no se llevó a efecto, de alguna manera, hasta septiembre de 1997, cuando fue anunciada en la capital mexicana la creación del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) como brazo político del zapatismo, después de una multitudinaria manifestación. La paralización del proceso de acuerdos firmados con el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, tras el intento de éste ya en marzo de 1996 de adecuarlo a la Constitución mexicana, motivó la creación de dicho frente, del cual el propio subcomandante Marcos se separó inmediatamente para reivindicar el carácter de lucha del zapatismo originario.
El 22 de diciembre de 1997, un grupo paramilitar asesinó en la localidad chiapaneca de Acteal, municipio de Chenalhó, a varios centenares de campesinos, en una zona cercana a la dominada por los zapatistas. El presidente Zedillo aceleró el proceso negociador con los guerrilleros y destituyó al ministro del Interior Emilio Chuayffet, al tiempo que se procedía a la persecución y detención de los criminales, así como al cercamiento del cuartel general zapatista en la selva Lacandona a principios de enero de 1998 por parte del Ejército mexicano, sin obtener la captura del subcomandante Marcos.
El 2 de abril de 1998 resultó arrestado el general Julio César Santiago Díaz bajo la acusación de complicidad en la matanza de Acteal, toda vez que su destacamento se inhibió de socorrer a los atacados. Dos meses más tarde, el obispo Samuel Ruiz García abandonó su mediación entre el gobierno de Zedillo y los zapatistas después de acusar a aquél de perseguir su actividad conciliadora. Asimismo, la Comisión Nacional de Intermediación presidida por Ruiz se disolvió de inmediato. De otro lado, a mediados de ese mismo mes de junio murieron nueve personas en un choque entre las fuerzas de seguridad y miembros del EZLN en El Bosque, concretamente en el municipio de San Juan de la Libertad, que había sido instituido por los zapatistas en diciembre de 1994 y que estaba siendo desmantelado por el Ejército mexicano en el momento del combate.
El proceso de paz en Chiapas se reanudó, dos años después de su interrupción, el 20 de noviembre de 1998. Tanto el Congreso mexicano como el EZLN abrieron en San Cristóbal de las Casas nuevas negociaciones a través de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), compuesta por 18 delegados de los principales partidos y 29 miembros de la guerrilla. Tres días más tarde, las conversaciones fueron abandonadas por los zapatistas sin haberse logrado avance alguno.
El camino hacia la paz vivió un hito histórico en 2001, durante la presidencia de Vicente Fox. El 24 de febrero de ese año, Marcos y otros 23 líderes zapatistas iniciaron en San Cristóbal de las Casas una marcha pacífica hacia la ciudad de México, a la que llegaron el 11 de marzo tras haber recorrido 12 estados. El día 28 de ese último mes, un miembro del EZLN habló desde la tribuna del Congreso mexicano, defendiendo la aprobación de una ley sobre derechos y culturas indígenas que concediera también una amplia autonomía a las 57 etnias del país.
- ¿Quién es su contacto con los zapatistas? – dijo el fiscal
- ¡Marcos! – dijo la mujer. – ustedes no se dan cuenta de lo que pasa en el país. Lloran por la muerte del presidente y vienen a condenarme y se horrorizan con cada nombre o testimonio que doy. Pero ninguno de ustedes ha visto el motivo de nuestros actos. Su querido presidente, era un hijo de puta...
- ¡Orden en la sala! – dijo el juez – señorita le ruego no provocar desórdenes.
- ¿Usted sabe qué es un magnicidio? – dijo el fiscal
- ¿Y usted sabe señor fiscal lo que es la opresión? – le respondió la mujer.
- ¡Orden en la sala! – dijo el juez – señorita le vuelvo a repetir que no incite a un desorden sino me veré obligado a dar por terminada la sesión.
Un magnicidio, señorita, es el asesinato de una persona de reconocido rango, poder o prestigio, con fines generalmente políticos o religiosos y amplia repercusión pública. Déjeme recurrir a la historia. El término aparece empleado por primera vez en el año 1090 d.C., cuando se fundó en Siria la fraternidad islámica de los Asesinos por Hasan Sabbah, aunque esta práctica había existido desde época temprana. Uno de los incidentes más famosos tuvo como protagonista a Cayo Julio César, que fue asesinado en el Senado romano a manos de sus compañeros en los idus el día 15 de marzo del 44 a.C. La conspiración fue encabezada por Marco Junio Bruto, Décimo Bruto y Cayo Casio Longino. Posteriormente, en España fueron múltiples los casos de magnicidio desde mediados del siglo XIX: tal muerte tuvieron Juan Prim y Prats (1870), Antonio Cánovas del Castillo (1897), José Canalejas y Méndez (1912) y Eduardo Dato (1921). Sin embargo, entre los magnicidios más célebres del siglo XX se encuentran el del archiduque austriaco Francisco Fernando de Habsburgo y el del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy. Como sabrán el archiduque Francisco Fernando era sobrino y sucesor de Francisco José I, emperador del Imperio Austro-Húngaro, y fue muerto de un disparo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo a manos de un terrorista serbio llamado Gavrilo Princip, hecho que se convirtió en desencadenante de la I Guerra Mundial. Mientras que el 22 de noviembre de 1963 el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en Dallas. El asesino se llamaba Lee Harvey Oswald y sería calificado más tarde como un “tirador solitario” y simpatizante prosoviético. Murió, unos días después de ser detenido, asesinado por Jack Ruby, que sería juzgado y encarcelado, por lo que nadie fue juzgado por el asesinato del presidente Kennedy. La tragedia se hizo aún mayor a raíz del posterior asesinato del hermano de John Kennedy, el fiscal general de Estados Unidos Robert Kennedy.
Finalmente, en este siglo también pueden destacarse los magnicidios contra: Mahatma Gandhi, asesinado en 1948 por un extremista hindú; José Antonio Remón, presidente de Panamá, asesinado en un bar en 1955; Martin Luther King, al que dispararon al salir de un hotel en Memphis en 1968; el presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco, muerto el 20 de diciembre de 1973 en un atentado de la organización terrorista ETA; Anwar al-Sadat, presidente egipcio asesinado en 1981 por integristas musulmanes; Indira Gandhi, cuando un miembro sij de su escolta le disparó en 1984; la misma suerte corrió su hijo Rajiv Gandhi, en 1991; Olof Palme, presidente del gobierno sueco en 1986, e Isaac Rabin, muerto de un disparo por un extremista sionista en 1995. El último magnicidio es el cometido hace cuatro años, el 30 de diciembre de 1999, en las afueras de Ciudad de México al presidente de la nación el señor Judas San Iscariote mientras efectuaba su paseo matinal junto con sus dos guardaespaldas. El hecho es atribuido al grupo denominado “Kaeserzeta” más conocido por las siglas K-SRZ. Cuya única imputada hasta el momento es esta mujer quien efectuó los disparos contra el presidente y sus dos guardaespaldas y quien en su intento por aducir un desequilibrio mental intenta responsabilizar a otros grupos terroristas que son opuestos entre sí ideológicamente como los verdaderos responsables de esta matanza. Señores del jurado esto está muy claro. Esta mujer es culpable y como tal debe ser juzgada.
- Ezequiel capítulo 38, versículo 10 al 12 – dijo la mujer
- ¿Perdón? – dijo el fiscal - ¿Qué dijo?
- La Biblia, en el Antiguo Testamento busquen Ezequiel capítulo 38 versículo 10 al 12 – dijo la mujer.
- ¡La Biblia! – señaló un perturbado fiscal - ¿Alguien tiene una Biblia en estos momentos?
- ¡Aquí hay una! – dijo un hombrecito sentado en la última fila
- ¿Usted dijo Ezequiel capítulo 38, versículo 10 al 12?
- Sí, señor fiscal – dijo la mujer – eso dije.
- ¿Está segura? – había leído la cita y estaba perturbado.
- Sí señor fiscal. – dijo la mujer – ¿Podría leerlo para que lo escuchen todos?
- “Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra”. – no sé qué pretende señorita con esto. Esto es una barbaridad.
- ¡El anticristo! – dijo la mujer
- ¡Orden en la sala! – dijo el juez – señorita le vuelvo a repetir que no incite a un desorden masivo en la sala, sino me veré obligado a dar por terminada la sesión.
- ¿A qué se refiere con el anticristo? – dijo un sorprendido fiscal.
- Al presidente que maté – dijo la mujer – él era el anticristo.
- ¡Orden en la sala! – dijo el juez – señorita le vuelvo a repetir que no incite a un desorden sino me veré obligado a dar por terminada la sesión.
- ¿Usted me quiere hacer creer que el presidente de México era el anticristo del que nos habla la Biblia? – dijo un enardecido fiscal – señorita no tengo dudas, usted está totalmente loca.
- No señor fiscal. – dijo la mujer – no estoy loca. Al contrario, soy una santa. Deberían canonizarme por salvar al mundo de semejante hombre. Deberían inmortalizarme por haber matado al anticristo.


A Vicente.




























YIHAD.



Creer en las supersticiones es dar cabida a vivir en el pasado - dijo el profesor viendo fijamente a la gran concurrencia de alumnos y letrados, que escuchaban su conferencia.
A su lado se encontraba su ayudante, el joven profesor Borkaf, que seguía atentamente la prédica de su maestro, levantando de ves en cuando sus minúsculas pupilas en signo de aceptación de lo expuesto por el profesor.
- No me mal interpreten; en algunos casos, sobre todo en los países de descendencia indígena, las supersticiones son la base de su sabiduría. Por estupidez o esnobismo queremos que sea también de nuestro país. Hay, pues, evidentemente, un mal gusto por las cosas que no son autóctonas nuestras. Nuestra descendencia no está marcada por el indigenismo que predican algunos inexpertos colegas literatos, pues ellos olvidan, como la gran mayoría de ustedes que están claramente en desacuerdo con lo que hablo, que nuestra actual civilización es mestiza y no pura como ellos predican; los mexicanos aborrecen al pueblo español y su cultura, ellos mismos se autodefinen como los hijos de la chingada, tendrán los mexicanos sus razones para hacer afirmación tan categórica... Es una aberración sin procedentes seguir en nuestro país esa filosofía. Entiendan de una vez somos una nueva cultura, ni indígena, ni española, somos americanos y como tales debemos formar nuestra propia cultura, dejemos a un lado de una vez por todas, esos mitos, leyendas, supersticiones que impiden concentrarnos en el desarrollo máximo hacia donde debe estar apuntando nuestro horizonte: la sabiduría.
El profesor conferenciaba de pie, con una presencia y autoridad soberbia, a veces, llegando a la desesperación y la impaciencia. Había en su interior una marea que lo impulsaba a continuar firme en sus convicciones. A continuar machacando la cabeza de esos pobres infelices que languidecían con cada palabra que pronunciaba. Había también algo de ser alguien superior, no solamente cuando se dirigía a las masas, sino también con sus similares, con sus superiores, para que decir de su ayudante Borkaf. El profesor gozaba de los elixires que dan los dioses solamente para algunos escogidos, sin lugar a dudas sacaba todo el provecho a su extraordinaria filosofía.
- Veo en sus caras el reflejo de generaciones y generaciones de hombres que no han mirado el presente, pues viven atrapados en el pasado. En cada uno de ustedes encuentro el sino del americanismo. El sino que hace alusión a nuestro carácter de cobardía. Que insinuamos anarquía, rebeldía y otras ideologías para abolir el pasado. Somos cobardes porque nadie piensa en el “ahora” y mucho menos en el que “vendrá”. Cada uno de ustedes viene hasta aquí hoy día no a escuchar lo que hablo sino que a recordar a su memoria, el síndrome con el cual conviven cada día y a cada instante: el resentimiento. Ese resentimiento que los hace ser inferiores, a pesar de tener las cualidades para ser grandes. Se empaquetan en los mitos, en las leyendas, en las supersticiones, en el pasado, en el dolor, en el sufrimiento, y se atreven a decir que antes era mejor la vida, sino han vivido nunca el ahora. Claro que es mejor el antes, porque antes por lo menos vivían. Pero yo me pregunto, cuando señalan que antes era mejor ¿No será una ilusión como cada una de sus supersticiones?. Cómo pueden señalar que antes era mejor si cuando vivieron ese antes su consigna era que el antes era mejor y así sucesivamente. Quiero manifestar que esa frase demuestra que nunca han sido mejores, y nunca lo serán mientras sigan temiendo y respetando el pasado. Es una pena ver como jóvenes con tantas cualidades como ustedes pierdan el tiempo escuchando a este hombre a quien catalogan como un lunático ya que no escuchan mis palabras porque temen al pasado. Lo digo lo más fuerte y claro, cada uno de ustedes es un resentido, un maldito cobarde que lo único que espera es que la muerte venga por él. – guardó silencio, se había ganado la atención de la audiencia.
El rostro de su ayudante Borkaf era el reflejo del efecto que causan sus palabras en el auditorio. Su pobre ayudante trataba de calmar los ánimos de los colegas letrados que evidenciaban sin disimulo su malestar ante semejante discurso.
- He aquí un respaldo para mis palabras. – señaló con su dedo la pantalla gigante que se encontraba en el costado derecho del auditorio – vean este documental si es que todavía quieren seguir martirizándose.
El documental se trataba sobre la palabra “Yihad”. Aquí dejo las anotaciones más importantes que rescaté del documental por pedido de mi maestro para que tuvieran un material de apoyo todos los oyentes sobre la conferencia. Como verán el profesor modificó mi trabajo incluyendo preguntas en intervalos de mi resumen y algunos comentarios típicos de su actuar.
La palabra “Yihad”, proviene de un término árabe que significa “los máximos esfuerzos por parte de uno para conseguir un objetivo determinado”, siendo éste normalmente una lucha contra cualquier cosa que no sea buena.
1) Según su opinión ¿Cuál sería nuestro yihad?. (No tenga miedo en reflexionar, le aseguro que no vendrán los antepasados a matarlo).
Tradicionalmente existen dos tipos de yihad para la mayoría del pueblo musulmán: el mayor (al-yihad al-akbar) y el menor (al-yihad al-asgar). El yihad mayor es también conocido como yihad al-nafs, y es entendido como una lucha interna, individual y espiritual, en contra del vicio, la pasión y la ignorancia.
2) En este caso. ¿Cuál sería el gran yihad mayor de nuestra sociedad? (Insisto no tenga miedo a los antepasados, estamos en invierno así que sus huesos están congelados para que vengan).
El yihad menor se define con el significado de guerra santa en contra de las tierras y súbditos infieles (no musulmanes). Ambos tienen significado legal y doctrinal en cuanto son prescritos por el Corán y la tendencia principal musulmana de hadits (dichos y acciones escritas atribuidas al profeta Mahoma a los que se concede una condición semejante a la revelación). La guerra santa es la única forma de guerra teóricamente permisible para el bloque más importante del islam.
3) En nuestro caso. ¿Hacia donde debemos enfocar el yihad menor? (No me refiero cuando digo yihad al significado textual de la palabra que tiene para el pueblo musulmán, sino su equivalencia en nuestra sociedad. Haga un esfuerzo. Creo que puede elaborar una respuesta; sobre todo si ya ha comprobado que los antepasados no están en el auditorio. PD: Si quiere hacer una guerra santa puede colocarla como respuesta. Le aseguro que puede ser más sabia y entretenida que una más bien metódica)
La ley musulmana ha dividido tradicionalmente el mundo en dar al-islam (morada del islam) y en dar al-harb (morada de guerra, es decir, de la ley no-musulmana). Como el islam es la última, la más superior y universal de las religiones, se cree que el mundo entero debe al menos someterse a su regla y ley, si no es a su fe. Hasta este momento, un yihad contra los no musulmanes es el deber de todo hombre musulmán, adulto y capacitado. De acuerdo con este punto de vista tradicional, los musulmanes que mueren en el yihad automáticamente se convierten en mártires de la fe y tienen prometido un lugar especial en el Paraíso.
4) Después de que han elaborado una respuesta sobre nuestro yihad mayor y yihad menor, conteste según su conveniencia, ¿Cuál de los dos yihad es más factible de realizar? (Aquí no está en juego un pasaje para el paraíso por si quiere dárselas de héroe. A lo mucho encontrará una ventanita hacia el presente)
De acuerdo con los libros de leyes, existen dos tipos de enemigos no musulmanes, el kafir (pagano) y el ahl al-kitab (los pueblos del libro). La expresión los pueblos del libro se refería originariamente sólo a judíos y cristianos, pero más adelante incluyó a otros grupos como los seguidores del zoroastrismo. Los pueblos del libro sólo necesitan someterse a la autoridad política de los musulmanes para evitar o poner final al yihad, y pueden conservar su fe de origen: su estatus, definido como dimmi (un no-musulmán protegido), es inferior al de un musulmán y deben pagar el prescrito yizya (impuesto de capitación). En cuanto a los paganos, es decir aquellos pueblos que los musulmanes no reconocen como pueblo del libro, como los budistas y los hindúes, deben convertirse al islam o ser ejecutados. Esta drástica alternativa, sin embargo, fue raramente puesta en práctica.
5) Con todo su conocimiento conteste sinceramente esta pregunta. ¿A quién o a qué se le puede denominar en nuestra sociedad como pagano? (Esto está más allá de las religiones. No tenga miedo. Le aseguro que si coloca los antepasados como respuesta no sufrirá ninguna represalia)
No hay camino de vuelta para aquél que se ha convertido al islam —ya sea esta persona un dimmi o un pagano— ya que es una ofensa capital abandonar el islam, incluso para unirse a una religión de reconocida revelación divina. Sin embargo, se encontraban medios para evitar la estricta ejecución de la ley.
El Yihad puede también ser defensivo, con el propósito de proteger las tierras musulmanas de las incursiones de los no musulmanes, como por ejemplo, las cruzadas de los cristianos en Tierra Santa durante la edad media o la Reconquista española. Algunos eruditos musulmanes modernos han destacado el aspecto defensivo del yihad sobre los otros.
En contraste con los suníes, algunos grupos musulmanes como los imaníes y bohra-ismailíes shiíes tienen prohibido participar en yihad ofensivos. Esto se debe a que para ambas sectas la única persona legítimamente capaz de conducir un yihad ofensivo es su imán, y está actualmente oculto (es decir, escondido e incomunicado hasta el final de los tiempos). A las dos sectas, sin embargo, se les permite participar en el yihad defensivo.
6) Última pregunta de la tarde. Con todo lo que ha elaborado. Porque cada pregunta lo lleva a que formule su propia hipótesis, ¿Está dispuesto a que su hipótesis, su yihad, pueda existir en su diario vivir? (Contéstela, solamente si todavía puede funcionar su cerebro para dar una respuesta elaborada. Diga sí o no solamente. No explique, en este caso las explicaciones son totalmente innecesarias).
NOTA FINAL: Sólo recibiré de vuelta estas hojas si la persona contesta afirmativamente la última pregunta. Es decir, si está dispuesta a que su hipótesis, su yihad pueda coexistir en su diario vivir. Si no es así puede tomar las hojas, arrugarlas y tirarlas en el basurero que coloqué al lado de la puerta de salida especialmente para esta ocasión. No sienta pena, remordimientos o vergüenza, su actitud no me molesta. Demuéstreme que es sincero siquiera en eso y no es un cobarde ni un resentido como lo he dicho en mi exposición y que le han causado un gran malestar en su corazoncito. Sin ningún otro particular, gracias por venir a escuchar lo que no tienen que hacer en su vida.
- Profesor le dije que no era una buena idea eso de los comentarios en la hoja de preguntas.
- Mi querido Borkaf – lo abrazó – mira como ninguno ha tirado el papel en el basurero. ¿Te das cuenta cuan hipócrita, resentidos y cobardes son?
- Sí profesor. – dijo – pero tampoco nadie le entregó su hoja.
- ¿Es que todavía no has entendido Borkaf? – sonreía – todo lo que hice fue precisamente para que no me entregaran el papel. Para que fueran valientes y lo tiraran en el basurero, para que fueran consecuentes. Te aseguro que muchos se llevaron el papel para su casa, otros lo han tirado afuera, escondidos, como si fuera la Biblia la que tiraran.
- Y otros querían entregarle el papel pero fueron cobardes profesor.
- Seguramente Borkaf, seguramente. – mira el reloj – creo que es hora de irnos mi querido amigo, pronto la noche se apoderará de la ciudad y no quiero estar presente para ver la oscuridad de este pueblo. Ya la he visto en los ojos de las doscientas personas que habían en el auditorio.
- Y pensar que eso del yihad ha sido una improvisación. Usted quería algún documental sobre su exposición basado en nuestra región y se fue al polo opuesto. – se estaba riendo – habló de americanismo y le mostró algo de Oriente profesor.
- Para que veas Borkaf. Son tan cobardes que aceptan algo foráneo sin ningún repudio – se estaba riendo – te aseguro que estaba a punto de estallar de la risa cuando veía que se esforzaban por contestar las preguntas y se las llevaron para su casa. No me equivoco querido amigo, creer en las supersticiones es dar cabida a vivir en el pasado.



A Esteban.

































“APHRA”Y “JHON”: UNA HISTORIA CONTADA DOS VECES.




¿Podrían guardar un secreto?.
Necesito contar una gran verdad. Una revelación que he encontrado por inmiscuirme en el pasado, por remover el polvo de la historia impregnada en los libros.
Temo por mi vida. Pero mi gran temor es el no poder contar mi revelación y llevármela a mi tumba.
La noche está hermosa, una luna llena es el gran testigo de mi destino. Puedo sentir la brisa marina que me protege. Sólo es cuestión de minutos, para que la agonía de estos últimos días se acabe para siempre.
Creo que a esta altura ya deben saber mi paradero. Ruego a Dios que me dé el tiempo necesario para terminar este relato. A la persona que lo lea le pido disculpas por ser tan poco artístico, tan arcaico, tan humano, tan testamentario este relato.
Todo comenzó cuando en una visita turística junto con mi querida esposa, nos encontramos en la catedral de Notre Dame en Amberes, Bélgica, con un hombrecillo de aspecto huraño y lóbrego, quien en su mal francés nos pedía una limosna.
Grata sería mi sorpresa cuando este hombrecillo, entre su súplica por dinero, me llama por mi nombre y señala que desea hablar urgente conmigo.
Los detalles de la conversación son irrelevantes. He mentido hasta ahora en dos cosas: La primera es que no soy casado, pero ese día andaba con una persona en la catedral a quien no quiero involucrar por nada del mundo en este asunto. Mi otra mentira tiene que ver con el hombrecillo, que de hombrecillo huraño y lóbrego no tenía nada. Obviamente también he querido salvaguardar a este hombre. Lo concreto es que este hombrecillo me entregó una revelación que me pareció ridícula en un primer momento, para ser espeluznante cuando comprobé que era real.
He aquí el relato camuflado en otra historia para continuar con esta especie de protección de testigos que he decidido confeccionar a minutos de mi anunciada muerte.
La historia se centra en dos personas: un hombre y una mujer. Los dos ejercen la misma profesión. Son amigos. Mi historia plagiada también está centrada en dos personajes: los dos son escritores, y muy buenos amigos. Como ellos están muertos y son solo parte de mi plan para proteger a los verdaderos, puedo dar sus nombres: la escritora Aphra Behn y el escritor John Dryden.
Necesariamente debo contar la vida de los dos, porque a través de ellas encontrarán los indicios de lo que quiero contar, antes de que las tinieblas nublen para siempre mi vista.
Comencemos por la escritora Aphra Behn. Aphra Behn nació en el año 1640.
La persona femenina protegida a quien llamaré “Aphra”, nació unos trescientos años después.
Aphra Behn fue una novelista y autora de teatro inglesa. “Aphra” tiene una cercana relación con lo artístico. Se cree que siendo niña, Aphra Behn fue llevada a Surinam, Antillas, por una pareja llamada Amis que podían ser sus padres. “Aphra”, nunca ha vivido en América.
En 1658, después de la derrota de Inglaterra, Surinam pasó a manos de los holandeses, Aphra Behn regresó a su país natal y se casó con un comerciante llamado Behn. “Aphra” debido a una de las tantas guerras que asolaron Europa, tuvo que dejar su patria para exiliarse en otra. Jamás se casó. El rey Carlos II de Inglaterra contrató a Aphra Behn como espía en Amberes durante la guerra de 1665 a 1667 contra los holandeses. “Aphra” no necesitó ser contratada por nadie para ser una espía.
Aphra Behn no recibió dinero alguno por este trabajo y pasó un breve periodo en prisión a causa de una deuda. “Aphra” ha vivido entre las cárceles, los hospitales, hasta el psiquiátrico.
Entre los escritores de su época sólo su amigo John Dryden puede igualarse a Aphra Behn en versatilidad y productividad. Entre los suyos solamente había una persona que era idéntica a “Aphra”. Esta persona viene a representar en mi relato, al escritor John Dryden. A él le diremos “John”. Como dije antes “Aphra” y “John” eran los mejores en su profesión. También eran amigos.
Aphra Behn fue elogiada por Virginia Woolf en Una habitación propia, desmintiendo así las acusaciones de plagio y obscenidad lanzadas contra Behn en razón de su sexo. No hay necesidad de anotar todas las amenazas de muerte que tiene “Aphra”. Hay algunas que son muy ingeniosas.
Aphra Behn escribió numerosos poemas y obras de teatro, entre las que destacan La madeja (1677, segunda parte 1681), La heredera (1682), una sátira de la vida londinense, y Golpe de suerte (1686), donde aborda uno de sus temas favoritos: el disparate que suponen los matrimonios de conveniencia. Su mejor novela es Oroonoko o el esclavo real (c. 1688), que narra la historia de un príncipe africano vendido como esclavo en Surinam. Esta novela propició el desarrollo de la novela inglesa y se puede destacar por diversas razones: introduce la figura del noble salvaje, más tarde desarrollada por Jean-Jacques Rousseau, se anticipa a novelas posteriores por su temática anticolonialista, describe por primera vez un ambiente realista y es probablemente la primera novela filosófica inglesa.
“Aphra” escribió en su agenda muchas direcciones, nombres, teléfonos, claves, que poco a poco se fueron acumulando hasta convertirse en una especie de lista negra. Algunos de sus proyectos fueron sendos fracasos. Hasta que la suerte o el destino la condujeron rumbo a su verdadero punto final: la revelación que me entregó ese hombrecillo ya olvidado.
Nuestro segundo protagonista nos lleva en esta historia trucada a la vida del escritor John Dryden.
La verdadera persona protegida en este relato se llamará simplemente “John”.
John Dryden nació en 1631. “John” nació unos trescientos años después.
John Dryden fue un poeta, dramaturgo y crítico inglés, principal figura literaria de la restauración inglesa de Carlos II. “John” jamás supo lo que eran los libros. Fue un niño problema. La suerte no había estado con él desde su nacimiento.
John Dryden nació en Aldwinkle, Northamptonshire, en el seno de una familia puritana, y estudió en Westminster School y en la Universidad de Cambridge. Hacia 1657 se trasladó a Londres para trabajar como secretario del chambelán de Oliver Cromwell y en su honor escribió su primer poema importante, Estancias heroicas (1659). “John” vagabundeó por la vida. Sin ser un gitano, su vida estuvo plagada por su constante indecisión.
Tras la restauración, John Dryden se hizo monárquico y celebró el regreso del rey Carlos II en dos poemas, Astraea Redux (1660) y Panegírico sobre la coronación (1661). En 1663 se casó con lady Elizabeth Howard, hermana de su patrón, el cortesano y dramaturgo, Robert Howard.
El mejor trabajo que tuvo “John” en su adolescencia fue el de asistente de un excéntrico pintor francés. Con él recorrió Europa, y tuvo la oportunidad de encontrar el amor en uno de sus tantos destinos. ¿Crueldad divina?, Su amor juvenil caía en las manos y los placeres de la riqueza del pintor excéntrico. “John” nunca más vio al pintor ni a su amor adolescente.
En 1662, John Dryden comenzó a escribir obras teatrales para ganar dinero. Sus primeros intentos, como la comedia El galanteador 1663, fracasaron, pero Las rivales, tragicomedia escrita en 1664, alcanzó gran éxito. Durante los siguientes 20 años fue el dramaturgo más destacado de Inglaterra.
“John” en uno de esos viajes sin rumbo fijo, conoció a “Aphra”. Su unión no fue carnal sino ideológica. “Nosotros nos amamos espiritualmente” – me dijeron la única vez que los vi con vida.
Sus comedias, entre las que se encuentran Un amor de tarde (1668), Ladies à la mode (1668), y Matrimonio à la mode (1672), son obscenas y atrevidas; una de ellas, El guardián del rey (1678), fue prohibida por indecente, lo cual constituía un hecho muy poco habitual en el permisivo periodo de la restauración. Sus primeras obras heroicas, escritas en pareados, son pomposas y extravagantes. Entre ellas se encuentra la semiópera La reina india (escrita en colaboración con Robert Howard en 1664); esta obra contiene algunos de los fragmentos musicales más famosos del compositor inglés Henry Purcell. Otras obras de esta época son El emperador indio (1665) y La conquista de Granada (1670). Una de sus últimas tragedias en verso libre, Todo por amor (1678) —nueva versión de la historia de Marco Antonio y Cleopatra—, está considerada como su mejor pieza y una de las obras maestras del teatro de la restauración.
“Nos queremos como hermanos; ¿Acaso está permitido moralmente el acto sexual entre dos hermanos?; eso es un incesto mi querido amigo”.
En su poema Annus Mirabilis (1667), Dryden narra los hechos del prodigioso año 1666, centrándose en la victoria naval sobre los holandeses y en el gran incendio de Londres. En 1668, escribió su obra en prosa más importante, Ensayo sobre la poesía dramática, que lo acredita como fundador de la crítica literaria inglesa. En 1681 escribió su primera y más importante sátira política, Absalón y Ajitofel —escrita en pareados heroicos—, en la que introduce personajes y sucesos bíblicos para ridiculizar a la camarilla que pretendía que el duque de Monmouth —en lugar del duque de York (el futuro Jacobo II)— sucediera a Carlos II. Sus otras grandes sátiras en verso, escritas alrededor de 1682, son: La medalla; la segunda parte de Absalón y Ajitofel, en colaboración con el poeta y dramaturgo Nahum Tate; y Mac Flecknoe, un duro ataque contra el dramaturgo Thomas Shadwell, que influyó en Dunciad, el poema heroico-burlesco de Alexander Pope.
“Jhon” es una persona inquieta, una especie de diablillo. Increíblemente “Aphra” me pareció ser un ángel y no una mujer misteriosa. Ambos son católicos.
Si bien John Dryden había defendido su adhesión al protestantismo en el poema Religio Laici (1682), en 1685 se convirtió al catolicismo, y el hecho de que Jacobo II, ferviente católico, llegara al trono ese mismo año hace suponer que sus motivos fueron interesados. El poeta escribió entonces La cierva y la pantera (1687), poema alegórico en defensa de la Iglesia católica.
Mi visita duró dos semanas. Para mí fueron dos años. Los mejores años de mi vida. Los dos han sido demasiado gentiles conmigo. Puedo decir que no son unos lunáticos. Creo en su relato. No sé, siento que los conozco. Es algo a priori.
La revolución gloriosa (1688) y el consiguiente advenimiento del protestante Guillermo III no alteraron la postura religiosa de John Dryden pero le hicieron perder su pensión y su calidad de laureado.
John Dryden volvió a escribir teatro pero sin demasiado éxito y entonces se dedicó a la traducción, convirtiendo al inglés, entre otros textos, las obras de Virgilio. Durante este periodo escribió una de sus grandes odas, “Alexander's Feast” (1697), a la que puso música —al igual que a otra anterior, “Canción para el día de Santa Cecilia” (1687), escrita también para una sociedad musical londinense— Henry Purcell. En 1699 John Dryden publicó su último trabajo, Fábulas antiguas y modernas, que son una serie de paráfrasis en verso de Homero, Ovidio, Boccaccio y Chaucer; el prólogo de esta obra es uno de sus ensayos más importantes.
Cuando regresé a mi casa, ya nada era lo mismo. Creo que me apoderé de su relato y lo convertí en una obsesión. Mi imprudencia ha sido mi ruina.
Un auto se ha detenido afuera de mi casa. El tiempo no me ha permitido terminar mi relato. Vienen por mí. Es una pena que no haya alcanzado a terminarlo. Sólo les digo a quienes encuentren esta carta que concentren su atención en las pistas que voy dejando. Seguramente se asustarán con el resultado de la búsqueda. Pido disculpas por no ser directo para revelar mi nombre pero temo que mi carta pueda caer en malas manos. Oigo pasos que se acercan a la puerta de mi casa. Solo espero tener tiempo para esconder esta carta.




A Joscelyn.







































LOBELIA.



Esta es la historia de una flor que vive en un pantano (debo señalar que el pantano no es tan despreciable como otros que he visto) desde hace mucho tiempo. La primera vez que la vi tenía unos cinco años. Recuerdo que estaba jugando con mis hermanos, un juego llamado la escondida, que no tenía nada de extraordinario, salvo encontrar el mejor escondite para no ser capturado. Debo reconocer que mi torpeza me llevó hasta su presencia. Mientras corría por los senderos del bosque de nuestra casa, mi casa es la más grande de la región, tropecé con una raíz de árbol que sobresalía en la tierra y comencé a rodar por una pequeña cuesta. Rodé y rodé. Vi pasar el movimiento de las estrellas, el crecimiento de los árboles, la formación de las nubes, el deshielo en la montaña. Seguí rodando por horas hasta que el impulso de mi caída se detuvo. Había llegado a una especie de valle pantanoso. No recuerdo con claridad si sería de día o de noche. Había demasiado oscuridad y un olor podredumbre en aquel sitio. Supuse que este pantano también era una parte de mi casa. Era como el lado oscuro, como la habitación prohibida. Ustedes entenderán que a los cinco años de edad los niños suelen ser muy curiosos. Pues bien, sin importar la densa oscuridad o ese olor putrefacto, comienzo con la exploración de mi cuarto privado, de mi habitación prohibida. Nuevamente no tuve razón de tiempo y espacio. Después de haber regresado tres veces más a este pantano, tengo la impresión de que el tiempo y el espacio se encuentran retenidos en su máxima expresión. Dentro de esa inmensa oscuridad había una luz. Una luz arcoírica, camaleónica. Un hermoso juego de colores atrajo mi atención. Era una flor que resplandecía en medio del pantano.
Me quedé contemplando este espectáculo un largo rato. Mi mente se preguntaba qué hacía esa flor, que tenía tanta vida, en medio de un sitio tan deshabitado, tan muerto. Puedo contarles que no era demasiado alta, ni tampoco tan hermosa. No era una rosa, tampoco un clavel o un tulipán. Sin dudas era una flor silvestre. Una idea cruzó por mi cabeza. Quería un pétalo de esta flor. Después de todo ella me pertenecía, porque el pantano era parte de mi casa. Fue sólo un instante de seguridad. Mis queridos hermanos me habían localizado. Ninguno de ellos alcanzó a divisar el espectáculo que proyectaba esta flor. Sería mi secreto, mi lugar privado.
A la semana siguiente regresé a verla pero no la encontré. Estuve castigado toda una semana por estar cerca de seis horas desaparecido jugando supuestamente a las escondidas. Nadie sabía que esas seis horas las estuve pasando con mi pantano y con mi flor. Al mes volví de nuevo en mi búsqueda pero no la encontré y así pasó el tiempo. No recuerdo con claridad cuantos años estuve buscándola. Tampoco recuerdo cuando comencé a olvidarla. Cuando comenzó mi mente a persuadirme para creer que su existencia no fue más que un hermoso sueño. Una fantasía infantil. Después de todo sólo tenía cinco años.
La segunda vez que la vi tenía treinta y cinco años. Ya no vivía en mi casa, estaba casado y tenía dos hijos. Recuerdo que necesitaba describir para mi novela el paisaje que existía en un pantano. Era una novela realista. Debo decir que fue un fracaso comercial. Mi mente trajo nuevamente a mi memoria ese supuesto sueño infantil que había tenido a los cinco años. En mi casa había un pantano – dije y emprendí mi viaje a mi antigua morada. La vieja Tota, una sirvienta tan desgastada como el paso de los años por la casa, salió a mi encuentro. Pude ver a mi padre que a pesar de los años seguía ensimismado en sus proyectos. Mi madre había muerto unos años atrás y esa había sido la última vez que había venido hasta la hacienda. La vieja Tota creyó que venía a reconciliarme con mi padre. No la quise sacar de su sueño porque la quería mucho. Le dije que sólo venía por unos días, que necesitaba explorar la hacienda. La vieja Tota se conformó con mi respuesta.
Hay algo curioso en todo esto, pensé, dejé que mi mente me guiara rumbo al pantano sin tener razón de donde estaba. Esta vez no rodé por la quebrada, sino que vagué por horas por los rincones más alejados de la hacienda. Hasta que vi una luz. Era la misma luz arcoírica, camaleónica. Ahí estaba la flor, tan joven como hace treinta años atrás. Pero ya no estaba el pantano. Algo había cambiado. Era evidente que el paso de los años también había tocado este punto de la hacienda.
Esta vez no quise sacarle un pétalo. Me sentía muy abatido por el pantano que ya no existía. Mi viaje estaba destinado a describir el pantano y no a esa flor multicolor. Abatido regreso a mi casa. La querida Tota llora al verme que me voy sin despedirme de mi padre. No había venido por él, sino por el pantano.
Pero, ¿Por qué no arranqué un pétalo de esa flor multicolor? Será porque mi vida ha preferido al pantano. Lo único bueno de mi viaje fue darme cuenta que no había sido un sueño ni una fantasía infantil. Que existió en un lugar de la hacienda un pantano oscuro y podredumbre, que en su interior se encontraba una flor que resplandecía como el sol. ¿Acaso no debía morir en primer lugar la flor? ¿Cómo es posible que el pantano ya no existiera? Esa noche lloré y lloré por mi querido pantano. Todavía tenía impregnado en mis pulmones esa fragancia típica en las flores, tan diferente al olor podredumbre que emanaba del pantano. Más evidente fue contemplar que la imagen de la flor se había grabado en mi mente. Nunca había visto una flor que viviera treinta años. Era demasiado portentosa su imagen en mi mente como para no investigar qué es lo que pasaba.
Me resultó sumamente fácil distinguir la flor del gran sinnúmero de especies de flores que existen. A pesar que no encontré esa característica de ser arcoírica o camaleónica, era evidentemente la imagen que tenía grabada en mi cerebro.
Mi flor era una Lobelia. Para los que no la conocen les hago una breve descripción de ella. La lobelia es un género de plantas de la familia Campanuláceas. Está formado por especies herbáceas nativas de las regiones tropicales y templadas del hemisferio occidental que producen un jugo acre y lechoso llamado látex. Las flores son tubulares, con cinco pétalos y un solo pistilo. El fruto es una vaina que encierra numerosas semillas. La llamada flor de cardenal, forma racimos erguidos de grandes flores de color carmesí. La lobelia azul enana es una herbácea anual nativa del sur de África; no llega a 30 cm de altura, y forma flores de color azul o violeta. La lobelia grande es una vivaz herbácea de altura mediana, forma flores azules. El llamado tabaco indio es una planta anual alta, con flores azul claro de pétalos diminutos, produce lobelina, un alcaloide tóxico de sabor parecido a la nicotina usado en la antigüedad en la medicina tradicional. La matacaballos de agua es una especie acuática nativa del hemisferio norte que crece a orillas de charcos y lagunas; Forma flores de color blanco o azul claro. Algunas especies se encuentran en América del Sur. Casi todas las lobelias de jardín proceden de la llamada flor de cardenal, la lobelia enana y la lobelia grande, o son híbridos de estas y otras especies. Una de ellas es mi flor, puede ser cualquiera, dependiendo del punto geográfico en que me encuentre, cualquier camino me lleva a ella.
Para saber un poco más sobre mi flor arcoírica y camaleónica fui a ver a mi querido hermano mayor. Era un biólogo, graduado en la mejor Universidad del país, la joya de la familia, el motivo de orgullo de mi padre, mi gran sombra. Fue un encuentro trivial, nos dijimos cosas inútiles. A ninguno de los dos les importaba cómo era la vida del otro. Todo en él me pareció evidente. Una sonrisa evidente, una casa evidente, una esposa evidente, unos hijos evidentes, una vida evidente. Era evidente que él tenía todo lo que a mí se me ha negado. Todo menos la existencia de esa flor en nuestra hacienda. No sé cuántas horas tuve que soportar escucharlo. Le encantaba sacarme en cara su título, los logros que tenía, me hablaba como si fuera yo un biólogo, como si entendiera algo de los términos científicos que nombraba. Todo era evidente. Seguía siendo el mismo hijo de puta de siempre. Le dije que no tenía mucho tiempo. Que tenía que ver a mi editor para la reedición de mi novela. Que me escribiera una carta contándome lo que sabía sobre los colores y olores de las flores. Que fuera a verme a mi casa. Que mi esposa quería conocer a su nueva sobrina y otras estupideces para aparentar que yo era feliz con ese encuentro. Mi sonrisa cínica desapareció apenas salí de esa casa. Me sentía mal. Increíblemente ese olor podredumbre del pantano que sentí hace treinta años atrás volvía a mis sentidos. Sin temor a la vergüenza, por primera vez vomité feliz de sacarme tanta hipocresía que tenía en mi alma.
A las dos semanas, recibí una carta de mi hermano. Eran tres hojas llenas de basura, de cinismo, de hipocresía. Preguntaba por la salud de mi padre sabiendo que no le hablaba. Preguntaba por mi hermana que vivía tan perdida en su mundo como yo. Hasta tuvo el descaro de preguntarme si se había vendido algún libro de mi última novela que había sido un completo fracaso. Tuve ganas de romper esa carta, de que el viento la esparciera por la vida pero me contuve porque en los últimos párrafos encontré unas breves y ambiguas explicaciones sobre lo que le pedí ayuda. Seguía siendo un hijo de puta.
Aquí están las escuetas explicaciones que me entregó en esa carta que debe estar recorriendo el mundo llevada por el viento.
“Querido hermano: Como debes saber, las flores deben su color a dos tipos de pigmentos: los pigmentos liposolubles contenidos en los cromoplastos y los pigmentos hidrosolubles contenidos en las vacuolas de las células epidérmicas de los pétalos. Casi todos los tonos azules y púrpuras se deben a pigmentos vacuolares llamados antocianinas. Éstos cambian de color en función del grado de acidez o alcalinidad y del tipo exacto de antocianina: Si la solución vacuolar es básica, el color es azul; si es neutra, vira al púrpura o al violeta; Y si es ácida, se convierte en rojo. Los rojos pueden deberse también a la presencia de pigmentos cromoplásticos. Los amarillos los dan casi siempre las flavonas, como en la prímula. El color blanco de los pétalos se debe a la presencia de diminutas bolsas de aire entre las células que los forman...”
“En relación con la fragancia de las flores te puedo decir que tienen su origen en la formación de pequeñas cantidades de aceites volátiles por alteración de los aceites esenciales contenidos en los pétalos. Los perfumes naturales se elaboran con flores como el jacinto, el heliotropo, la mimosa, el jazmín, la flor de azahar, la rosa y la violeta. Las fragancias atraen a los polinizadores. Algunas flores exhalan olores pútridos, también para atraer a polinizadores, en este caso moscas de la carne u otros insectos próximos a ellas; Estas flores huelen como la carne en putrefacción y no están agrupadas dentro de una familia o un orden especiales dentro de las plantas con flor. Creo que esto es suficiente para un recordatorio que te hago de la biología que te enseñaron en el colegio. Entiendo que no estudies biología y que te las des de escritor sin ser muy bueno en lo que haces, pero me extraña que todo lo que aprendiste en el colegio se te haya olvidado”. (Maldito hijo de puta).
No hacía falta seguir investigando. Dejé que el tiempo borrara la imagen de esa flor que se encontraba grabada en mi cabeza.
Mi padre ha muerto. Me lo ha contado la vieja Tota en una carta llena de faltas de ortografía. Evidentemente no fui a su funeral. Yo no era un cínico como el resto de la familia. Mi padre siempre quiso a mi hermano mayor. Él siempre fue su consentido, su joya, su orgullo. Mi hermana y yo siempre estuvimos relegados, siempre fuimos el resto. Jamás le perdonamos eso. Cuando murió mi madre hace unos diez años atrás, mi hermana y yo nos fuimos de la casa y nunca más vimos al viejo. Yo sólo regresé a ver el pantano que ya no estaba en la hacienda. La vieja Tota tuvo que soportar a ese ser tan despreciable. Su querido hijo, su orgullo, lo había dejado abandonado. Lo dejó solo en esa tremenda hacienda con la vieja Tota. No tenía derechos ni autoridad para imponernos nada a mi hermana ni a mí. Al final él sólo cavó su tumba. No me sorprendió que le haya dejado la hacienda a la vieja Tota. Al contrario me causó placer ver a mi hermano mayor que por fin era castigado por mi padre. No fue suficiente para perdonarlo.
La última vez que vi a esa flor fue unos treinta años después. La vieja Tota había muerto y ahora la hacienda pertenecía a sus hijos. Mi hermano mayor intentó durante años quitarles la hacienda, pero mi hermana y yo lo impedimos. Esas tierras eran de la vieja Tota y su familia, los únicos que habían sido fiel a la casa y a esas tierras.
Yo tenía sesenta y cinco años. Mis hijos se habían casado y ya tenían su propia familia. Mi esposa ha muerto. La muerte vino por ella mientras dormía. Al igual que mi padre me encuentro solo. No tengo ninguna vieja Tota que me ayude. Mi vida como escritor ha sido de vaivenes. Siento que el olor del pantano regresa a mis sentidos.
Fue por necesidad que regresé a la hacienda. Mi necesidad no era de cariño sino de presencia. Necesitaba ver a esa flor. Necesitaba arrancarle un pétalo para cumplir con el único sueño que me quedaba. He vivido demasiado tiempo en represión con ella. Yo sé que me llama desde la hacienda. Yo sé que está más viva y arcoírica que la última vez que la vi. Yo sé que desea que la contemple.
Freud señala que la represión es un mecanismo inconsciente que hace inaccesible a la mente consciente el recuerdo de hechos dolorosos o traumáticos, postulando que reprimir una respuesta no suprime el motivo que la inspiró, que las ideas o deseos reprimidos seguirán influyendo en la conducta del individuo y se manifestarán de una forma u otra a través de los sueños, lapsus o determinados síntomas.
Ahora comprendo a cabalidad ese olor podredumbre que siento, ahora sé porqué la imagen de la flor se encuentra impregnada en mi cerebro, comprendo porqué no vi el pantano cuando vine a describirlo hace treinta años atrás. Ha sido todo un juego de represión desde la primera vez que vi a esa flor cuando tenía cinco años. He tratado de olvidarla, pero sobre todo borré lo que desteñía la hermosura y prestancia de esa lobelia. Borré al pantano de mi memoria. Lo reprimí para siempre en el olvido. Es evidente que siempre estuvo el pantano en esta hacienda, que no lo quise ver cuando vine a describirlo hace treinta años atrás.
Veo al pantano envuelto en su neblina, puedo sentir su aroma que penetra por lo que me queda de vida. Ahí está la flor. Tan viva como la primera vez que la vi, como aquella vez que la vi sin el pantano, como la veo todos los días en mi mente. Mi lobelia arcoírica y camaleónica me está llamando. Acaricio sus pétalos, su tallo, me dejo extasiar con su color y su intenso aroma. Mis viejos y desgastados dedos, que de tanto escribir se están pudriendo, arrebatan en un acto desesperado un pétalo de esa flor, un pétalo que ha sido el motivo de mi único sueño. Comprendo lo que ha sucedido. Mi querida flor se desvanece. Se marchita como si la muerte también fuera un proceso doloroso en las plantas. Las tinieblas huyen y el olor se evapora. Por primera vez me doy cuenta que nunca ha existido un pantano en la hacienda, que el único pantano en el cual ha vivido mi extinta flor ha sido mi propia vida. Mi vida es un pantano. Ese olor podredumbre, esas tinieblas tan espesas son solo los aderezos de lo que me queda de vida. Me doy cuenta que jamás ha existido una flor arcoírica y camaleónica, me lo dicen mis manos que tenían un pétalo y no era más que maleza. Me doy cuenta que toda mi vida la he vivido en torno a esa flor, a esa lobelia. Me doy cuenta que el pantano sigue tan vivo en mi interior, tan oscuro, tan podredumbre. Esa fue la última vez que vi la flor. Esa fue la última vez que regresé a la hacienda.



A Carolina.

ESCALERA DE LOS JEROGLÍFICOS.



Hay cosas que olvido. Como no quiero olvidar esto he decidido guardarlo en forma de relato. Un relato que refleje la complejidad y la perpetuidad de lo que deseo recordar. Encontré en un libro de fotografías un lugar histórico muy interesante que es el paralelo que hago con la historia que deseo plasmar. De una u otra forma ese lugar histórico refleja a esa persona que conocí un día ya distante y que en otro día, también lejano, voló muy lejos por las espesuras de la incertidumbre.
Mi aventura me lleva a describirles la historia de esa fotografía que encontré en ese libro. La fotografía hace alusión a un lugar histórico americano. Un lugar tan desconocido por mi memoria como la presencia de esa figura tan anónima en aquellos años de aprendizaje. Se trata de las famosa ruina maya llamada Escalera de los Jeroglíficos. Esta ruina emplazada en Copán, Honduras, es la más meridional de las grandes ruinas de la civilización maya. Puedo señalar que este ser anónimo se presenta como uno de los más grandes acontecimientos ocurridos en un periodo de transición de mi existencia.
Las múltiples inscripciones que le dan nombre a esta ruina permiten datar esta construcción a mediados del siglo VIII. El gran sinnúmero de cualidades y fortalecimiento espiritual y afectivo que encontré en esta persona no tienen un punto de partida para delimitar un origen, una fecha de inicio. Nadie se da cuenta, a menos que esté todo elaborado por esa persona, de cuando comienzan a fluir constantemente las relaciones que hemos sembrado tímidamente en el camino esperando que la lluvia la riegue y pueda florecer.
La escalera de los jeroglíficos es una gran escalera monumental para acceder a un templete superior, que actualmente no existe. La escalinata se organiza en un solo tramo de noventa peldaños y diez metros de anchura, contando los muretes de contención laterales. En la contrahuella o tabica de cada peldaño se esculpieron más de 2500 jeroglíficos. Como ya se debe notar, el paralelo tiene inmediata relación con la escalera y sus jeroglíficos. En el caso de esta persona y en especial de la relación que establecí con ella, ¿Pasajera? ¿Inseparable? ¿Conveniencia?, Hay una escalera que une a los dos puntos que forman esta línea recta de nuestra relación. En esa escalera, hay una gran cantidad de símbolos, dibujos, pensamientos, ideas, sueños, palabras, murmuraciones, que conforman los jeroglíficos de ella. Debo señalar que he sido incapaz de comprender, incluso de leer todos los jeroglíficos que se encuentran grabados en esta escalera. Es curioso darse cuenta que a veces en la distancia es cuando los recuerdos nos hacen encontrarnos más cerca de la otra persona que cuando estamos físicamente en el mismo espacio y tiempo.
No es para extrañarse que no haya comprendido la gran cantidad de jeroglíficos que adornan nuestra escalera. ¿Acaso hay alguien que comprende a cabalidad la personalidad de las personas?, Ni siquiera Dios.
En el centro de la rampa se disponían grandes estatuas de bulto redondo, unas figuras hieráticas sentadas como referencia para la ascensión a la parte superior. En la escalera de los Jeroglíficos, sólo los dieciséis primeros peldaños están en su lugar original. Muchos de la parte alta están desprendidos, lo que ha imposibilitado descifrar sus jeroglíficos, debido a las descoordinaciones de fechas.
Mi escalera de los jeroglíficos, por lo menos la que une a mi punto, (no sé cómo será desde el otro lado), es una escalera lineal. Es una escalera de bomberos. No es una escalera de edificios en donde vas subiendo como en una montaña. Aquí todo es parejo. Todo sirve. Lo bueno y lo malo. Los recuerdos agradables y los del desprecio. Los sueños y las frustraciones. En este lado de nuestra escalera de los jeroglíficos hay peldaños que no están. Confieso que he sacado por mi propia mano algunos. Otros han sido los temblores del tiempo climático de nuestra relación y otros se han esfumado con el viento del olvido.
La escalera de los Jeroglíficos se alzaba en el lateral de una gran plaza, en un lugar preeminente, lo que puede confirmar que el templete al que se ascendía era el centro o laboratorio de estudios astronómicos de Copán.
Nuestra escalera de los jeroglíficos no la podrán encontrar en el espacio y tiempo conocido. Es en otro espacio y en otro tiempo en el que se encuentra.
Me gustaría algún día poder ver el otro lado de la escalera. No sé que jeroglíficos encontraré en ella. Quizás sean los mismos. Quizás sean diferentes. Quizás sea infinita. Quizás no existe ningún otro lado de la escalera de los jeroglíficos.



A Liliana.









































APSARA.



Creí que era un sueño, pero no estaba durmiendo. Busco alguna explicación lógica, ensimismado en mis inquietudes por la infinidad de ideas que procesa mi cerebro. Debo suponer que lo contemplado no ha sido un sueño. Es esto lo que se llama una situación difícil; todavía puedo sentir el aroma intenso de ese personaje mitológico...
Miro hacia todos los lados, buscando algún indicio de su estadía, desanimado compruebo que no ha dejado ninguna seña, ningún símbolo, nada que de credibilidad ha lo observado. Ha venido como el viento, más bien parece un tren que ha estado de paso por esta zona. Me siento enfermo, muy angustiado. ¿Por qué yo?. No me considero superior al resto de los ciudadanos de este barrio y sin embargo... has puesto tu horizonte sobre mi sombra. Todo lo que he sido, lo que he construido, todo ha sido desmoronado por tu presencia.
Las calles me parecen cada ves más desiertas, si pudieras verme te darías cuenta de todo el daño que has causado. Yo sé que el cielo también te observa y poco a poco la brisa marina juega con tu cabello.
Sólo es cuestión de imaginar. Imagino que te escondes entre las nubes negras de la tormenta. Junto al ocaso. Te acercas al atardecer de mi vida. Para ti será normal. Para mí es un síntoma de mi decadencia. Imagino que estás vigilando al océano impetuoso. Lo contraes y lo relajas, le das vida, calma y furia... Pensar en ti es ahora fundamental. Debo saber que es lo que deseas que haga. Quisiera comprender que he captado tu aroma e imagen para siempre, que aunque la locura aceche sobre mi existencia no olvide que he conocido realmente a un ser milenario; Que podré cerrar mis ojos y llamarte en el silencio y podré saber que existes, que no ha sido todo un sueño.
Su nombre me es desconocido. Sólo sé que es una Apsara. En la mitología hindú es una ninfa celestial de gran belleza, que aparece representada a menudo como una música o danzarina en la corte de Indra en Svarga, donde está su reino celestial.
Esta figura se apareció un día lejano. Mientras contemplaba al majestuoso océano que baña estas costas. Yo pensé que era una nativa, yo soy un extranjero. Cuando comenzó a contarme su vida creí que se estaba burlando de este pobre hombre. No había tiempo para un reproche. Su figura había capturado por completo mi atención. Recuerdo cada palabra que dijo, recuerdo cada detalle de su cuerpo, recuerdo su aroma, su voz, su esencia. Creo que el recordar no es bueno para el organismo.
Originalmente, las apsaras, (me dijo que eran varias), eran ninfas acuáticas asociadas con ríos y mares, equivalentes a las nereidas de la mitología griega. Cuenta su leyenda que surgieron del mar de leche que, batido, produjo el amrit, alimento mágico para los devas en los albores del tiempo mítico; tienen a menudo relaciones con hombres mortales y figuran en algunos de los relatos mitológicos más importantes.
Mientras hablaba yo cerraba mis ojos. Creía que era el imponente mar el que me hablaba. El momento que me di cuenta de su partida, fue cuando se rompió el hechizo mágico que me tenía totalmente esclavizado. Había dejado de hablar. Se había ido. Es sumamente necesario para lo que me queda de existencia, dar créditos a esta historia. Caminé por la inmensidad de libros mitológicos que existen en la Biblioteca hasta dar con el adecuado. Efectivamente las apsaras existieron. Por lo menos en la mitología hindú. Cuando leí a qué se dedicaban me quedé estupefacto.
En la historia de Sakuntala, una apsara que se hizo famosa por la pieza del gran dramaturgo Kalidasa, su madre, la apsara Menaka, es enviada desde el cielo a distraer y seducir a Visvamitra, un sabio que estaba alcanzando grados alarmantes de poder propio de yoga a través de su profunda meditación. La apsara más famosa es Urvasi, que se enamora del mortal Pururuvas, y promete quedarse con él con la condición de que nunca lo vea desnudo. Viven felices durante un tiempo, pero el gandharva, celoso de la relación que ella tiene con un mortal, consigue engañarlo haciéndolo salir una noche a rescatar el cordero de Urvasi y envía el resplandor de un relámpago para iluminar su desnudez. Urvasi desaparece y Pururuvas queda solo y desesperado, hasta que se le muestra cómo puede transformarse a sí mismo en un gandharva y, así, reunirse con Urvasi en el Svarga.
Los cambios en la percepción y el papel de las apsaras, de mujeres inmortales con una asombrosa libertad sexual a seductoras que Indra envía para distraer a hombres sabios de su meditación, ha sido tema de muchos análisis. En algunas regiones, se venera a las apsaras como parte del culto de la diosa madre y en las primeras historias es claro su vínculo con las hieródulas o prostitutas del templo (las sagradas).
Estoy confundido hasta la médula y escribo esto para liberar mi mente de tanto esfuerzo inútil y tiempo mal gastado, buscando respuestas a cosas tan absurdas, en imágenes que perfectamente pueden ser sólo eso: imágenes de un demente. De ser verdadera la historia sería prácticamente imposible que me sedujera. Han de saber que no soy ningún erudito. No tengo una gran inteligencia ni siquiera estoy a punto de llegar a una conclusión sobre mi propia vida. Es imposible que haya venido una apsara a detener una meditación que no pasa de ser charlatanería. Es imposible concebir que los dioses, si es que existen, estén preocupados de un ser tan insignificante. Y puedo sentir como las voces de miles de condenados vienen hasta mi presencia a pronunciar su proclama tan infame e indigna: “No des importancia a cosas que ojo no ve y que ciencia no compruebe”. Y dejo volar mi imaginación para escribir esta aventura tan poco afortunada. Escribo sobre mi insipiente locura. Hago un último intento de supervivencia en el mundo de lo concreto, en esta especie de realidad, en este mundo marcado por sobrevivientes.
Escucho el latir de mi corazón; lo siento cada vez más cerca de mi boca. Ha llegado el momento de emprender el regreso. Debo señalar que han sido unos días maravillosos en estas tierras; he conocido demasiado su cultura, he comenzado a delirar con tantos dioses, tantos mitos y tantas creencias. Los inocentes creemos todo; Con razón se burlan de nosotros... Saben, creo que no regresaré nunca más a estas tierras. Sé que es algo estúpido de mi parte, pero tengo miedo. Tengo miedo de regresar y encontrarme nuevamente con una apsara; O puede ser peor... Puede ser un dios malvado, un dios injusto, un ser demente. Gracias a Dios, el Dios de Occidente, mañana sale nuestro barco rumbo a mi verdadera tierra.
A pesar de todo, fue muy hermoso estar en estas zonas — piensa — fue hermoso haber conocido a una apsara, aunque nunca más regrese a estas tierras.
Han caído ya varias noches aquí en la cubierta del barco. Mi vista sólo contempla la inmensidad del océano. Ya no puedo divisar aquellas tierras tan alucinógenas.
Sólo a veces mi memoria le da vida a estos recuerdos. Cada vez me parecen más divertidos. Divertido es que una apsara fuera enviada por los dioses para sacarme de mis meditaciones. Divertido es pensar que yo, Adolf Hitler, fuera un objeto de preocupación de los dioses.



A Valeria.

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